Acepto

14

—Pero miren quien ha decidido visitarnos —un John sonriente aparece— además con la niña más hermosa de la historia de este planeta.

Camina hasta nosotras sonriendo y sin quitarle la visita de encima a Ruth, el ama a los niños es muy bueno con ellos, se siente cómodo.

—Hola —me levanto y le doy un beso en la mejilla.

—¿Sabes? siento celos de Tom —se inclina, toma en brazos a Ruth y acaricia sus deditos— hola bonita — le dice.

—¿Por qué? —pregunto curiosa. Lo observó cómo le hace Cáritas graciosas a Ruth.

—Tiene una hermosa esposa y una hermosa hija. Espero algún día también tenerlo, al lado de Tom y de ti me siento viejo, como si me estoy quedando atrás —dice medio nostálgico.

—No diga eso, apenas tienes veintiún años aun eres joven como para pensar en eso, tienes cosas que hacer antes. Yo creo que no te atreves a pelear por la chica que te gusta más bien ¿No crees?

Me mira sorprendido.

—¿Que... —dice con los ojos muy abiertos sorprendido y nervioso —¿A qué te refieres?

—Eres muy obvio con Beth por si no te has dado cuenta, si tan solo te le acercaras más, tendrías una gran oportunidad, ella está abierta a salir con otros chicos, ella misma me lo dijo contenta y segura, solo debes dar el primer paso. Intenta y ve cómo te resulta, menos morir intentándolo, que seguir viviendo con él "y si...

—Nada se te escapa ¿Cierto?

—Nopis —me río de él, sus mejillas están algo rojas.

Ruth comienza a llorar. Despertó.

—¿Porque estás haciendo llorar a mi hija? —dice Tom fingiendo estar molesto —es algo que no le perdonaré a nadie, por muy amigo mío sea ¿Me oíste? —lo último no estoy segura de que lo dijera en broma.

Como siempre, aparecen todo juntos en grupo, estudian lo mismo después de todo, tiene las mismas clases, es de esperarse que este siempre tan unidos.

Tom se acerca a John y toma en brazos a Ruth y le dice unas cositas solo para ella, amo cuando hace eso. Ella deja de llorar al instante cuando él le habla, Y se acerca a mí para darme un beso.

—Veo que tienes talento con las mujeres —ríe John— comparte algo de eso al menos.

—Más de lo que imaginas —me mira con picardía.

Mis mejillas se encendieron.

—Queríamos darte una sorpresa —me dirijo a Tom acariciándole el brazo cariño.

—Me encanta —me besa otra vez en los labios— deberíamos hacerlo más seguido.

—Yo quiero cargarla —Beth extiende los brazos— dámela —le ordena.

Tom se la entrega o más bien ella se la quita de los brazos. John y ella son tal para cual, perfectos juntos.

—Amor, vamos a almorzar —me habla con cariño— muero de hambre.

Me alegra mucho ver que mi hija tiene muchos tíos que la aman.

—¿Ya comiste? —me pregunta Tom.

Niego con la cabeza.

—También tengo hambre ya y también ya estamos en la hora de la comida de Ruth.

Soy muy cuadrada con eso de Ruth, cada comida de ella, me lo tomo como ley.

Nos dirigimos todos a una de las mesas para comer.

Como era un bonito día la mayoría de los estudiantes están comiendo en las mesas del patio, nosotros no fuimos la excepción.

—Chicas ustedes quédense, nosotros traeremos las banderas —dice Matías una vez que llegamos.

—Que caballerosos —responde Beth sonriendo con un poco de burla en su voz.

—Beth ¿Y ese bebe? no me digas que es de Tom —unas chicas se acercaron a nuestra mesa.

—Sí, miren les presento a Anni, la esposa de Tom y a la preciosa Ruth, su hija —dice Beth.

—Hola —digo sonriendo.

—Me alegra conocerte al fin —me abraza— Me llamo belén y ellas son....

Nombra a todas sus amigas, una por una.

De apoco la mesa se fue llenando, hasta los chicos llegaron con la comida. Éramos como veinte personas en la mesa, son largas, así que cupimos de los más bien.

Todo ellos estaban fascinados con Ruth, y había otras personas que pasaban a nuestro lado y sonreían al verla, es la magia que tiene todos los bebes, muy pocos logran resistirse.




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