Cap. 35 Jordan

David estaba hablando con Jane cuando vio que se acercaban los doctores Johnson y Jefferson, director del hospital el primero y coordinador académico el segundo, así que compuso expresión de disgusto.

• Vamos David, eres el director médico de urgencias
• Algo que, por empezar, no debería ser
• Bien, pero ya Jesica te quita bastante trabajo administrativo
• Aun así, hoy llega el nuevo médico de urgencias ¿recuerdas? Y tenía la esperanza de poder conversar un momento con él – agregó de malas

Ver a David molesto, o siquiera de mal humor, era algo muy fuera de lo habitual, pero desde que el doctor Johnson le había pedido que se encargase de recibir y supervisar al nuevo grupo de médicos que comenzaba su internado rotatorio, había estado de pésimo humor. De los dos grupos anteriores se había encargado Jesica Roberts, pero Johnson le recordó amablemente que él era el director del servicio y que, si bien Jesica se había ocupado anteriormente, él también tenía que hacerlo.

David en realidad no le veía objeto a aquello, porque igual todos iban a conocerlo y a trabajar con él mientras durase su rotación por urgencias, pero para lo que pensaba que no tenía tiempo, era para hacer evaluaciones y Jesica lo hacía extraordinariamente bien. No era que a David le disgustase compartir el conocimiento y, de hecho, casi todos aquellos que habían hecho su rotación por urgencias desde que David estaba allí, decían que habían aprendido mucho con él, incluso técnicas que no se utilizaban debido a que cada vez se disponía de mayor tecnología, pero David siempre les decía lo mismo, y era que los aparatos pueden fallar por diversos motivos, así que debían estar preparados para cualquier cosa.

David no sostenía aquella opinión por negarse a reconocer los avances de la ciencia en materia de tecnología, como les sucedía a muchos médicos mucho mayores, sino que él había pasado por una guerra y había aprendido a reconocer diversos estados delicados y cómo tratarlos sin mucho más que un rudimentario equipo de rayos X, y el material médico más básico, pero para no entrar en muchos detalles, solo les decía lo primero.

Mientras Jane intentaba que cambiase la expresión, los doctores se habían detenido a saludar a Mihailo y a Amanda.

• Vaya, vaya. Doctora Lee. Doctor Vejnòvik. Que gusto verlos
• Buen día, profesor – dijeron ambos y él rio
• Ya no son estudiantes ¿recuerdan? Y, en realidad, hoy es su graduación, doctor Vejnòvik – dijo Johnson
• Y supongo que finalmente se revelará el misterio de quién ganó a este chico ¿no? – preguntó Jefferson
• No seas majadero, Jefferson
• ¿Majadero? Es del dominio público la feroz batalla que mantenían Carter y Mikeljevik para ver quién se lo quedaba, y sin duda Mikeljevik es un contrincante de cuidado, pues logró quedarse con la doctora Lee
• En verdad eres necio, Jefferson, porque la doctora Lee está haciendo su especialización en Pediatría

Tanto Amanda como Mihailo estaban muy incómodos, pero ambos recordaron que Jefferson, y aunque era el decano de medicina en la universidad, y el coordinador académico en el hospital, también era del tipo bromista y casi tan payaso como Liman.

Los dos médicos estuvieron discutiendo un momento más, mientras que los chicos solo escuchaban cómo Jefferson aseguraba algo que parecía saber todo el mundo menos Johnson, y era que, si bien Amanda estaba haciendo su especialidad en Pediatría, también lo era que esperaba ejercer la misma en urgencias. Después de un rato se encaminaron de nuevo hacia David.

• Como Jefferson le salga con una payasada, y estando del humor que está, tendremos suerte si David no le acomoda un puñetazo
• No digas tonterías, Mihailo

Un poco más tarde, Jefferson estaba presentando a los estudiantes que comenzaban la rotación, cuando Jane dio la alarma.

• Atención, Código Uno, la central avisa que llegan múltiples víctimas por un descarrilamiento
• Lo siento, jóvenes – se disculpó David y caminó hacia Jane – ¿Cuánto tiempo?
• Las ambulancias vienen en camino
• Estoy pidiendo verificación de existencia con el Banco de Sangre – dijo Mary, la asistente de Jane, pues aquello era muy importante
• Equipos…
• Olvídalo, Jane – la interrumpió David – Ya están aquí – agregó mientras una enfermera lo ayudaba con el equipo estéril y en efecto escucharon las sirenas – Que vayan en orden a las salas según vayan entrando
• Bueno jóvenes, están a punto de ver cómo funciona esto – les dijo Jefferson a los expectantes estudiantes – pero procuren no estorbar y mantengan los ojos bien abiertos

El pequeño grupo se hizo a un lado, pues efectivamente ya estaban entrando con la primera camilla.

• ¿Qué tenemos? – preguntó Hartman que estaba de primero
• Hombre de 25 años. Presión 90/50. Taquicardia 140. Saturación al 100%. Vendaje en la cabeza y el sangrado no para
• Niño de 10 años. Pérdida de consciencia prolongada. Presión 80/45… – estaba informando otro
• Lo tengo – dijo Amanda y entró a la sala de trauma
• Hombre de 30 años. Presión 100/40…
• ¡Valerie! – gritó el individuo
• Yo me encargo – dijo Mihailo – Trauma 4. Tranquilo amigo
• ¿Dónde está Valerie? – preguntó e intentó incorporarse
• Wow. Wow. Tranquilo
• … signos estables, la sangre no es suya, doctor – dijo el paramédico