El día del cumpleaños de Dèjan, había una enorme actividad en aquella casa, Zara y Mirjana habían llegado la pasada noche y se afanaban en ultimar los detalles de la celebración, algo que Dèjan encontraba innecesario pues no veía necesidad de tanta agitación por una cena, pero como nadie parecía interesado en escucharlo, decidió ir un momento a la corporación o comenzaría a gritar a su madre y a su hermana, lo que por el camino corto lo enviaría al hospital cortesía de su dulce esposa.
La invasión como decía Ioan, se había iniciado groseramente temprano, porque los Tcharturian serían los primeros en presentarse a la inusual hora del desayuno, pues Illinka sabía que su madre y su abuela habían llegado en la noche. Aunque Mix amaba a su mujer, lo incomodaban mucho las excesivas muestras de afecto de su suegra y la madre de ésta, de modo que huyó al salón de música, y como Dàmir sabía el motivo, rio con escasa misericordia. Aunque Kerim y como muchas veces, se había quedado allí, lo que no había hecho era madrugar, así que se unió a ellos un poco más tarde.
El gemelo se había limitado a reír, porque a pesar de ser joven y gustarle la modernidad, parecía llevarse muy mal con los ordenadores y casi todo lo ponía por escrito. Illija y Jeff se habían integrado al proyecto de Dàmir casi sin notarlo, porque habiéndose involucrado tanto con la última producción, cuando Dàmir planteó el nuevo proyecto, ellos fueron incluidos en el mismo sin más trámite y ahora ambos trabajaban para Zora Show Productions a tiempo completo, o al menos tan completo como a Jeff se lo permitía la universidad o Dèjan lo habría apaleado.
Después que Dàmir le echó un vistazo a lo que le había entregado su primo, pensó que debía resolver aquello, porque si bien él era quien había ideado todo, lo que no tenía era tiempo para perderlo en detalles administrativos y a decir verdad ni Illija ni Jeff tampoco, pero como estaban empezando, era que se habían estado encargando de eso, pero tomó nota mental para hablar con su padre y que le recomendase a alguien que se hiciese cargo de aquella parte.
A pesar de que Jesse se había quejado mucho de la manía de su marido por las casas grandes, ahora se alegraba de que ésta lo fuese, porque el número de personas que residía de forma permanente en ella ya era grande, pero el mismo solía verse incrementado por los chicos y sus retoños, y a últimas fechas también por Olavi y Kalevi a quienes Dàmir se negaba a dejar que fuesen por ahí rentando habitaciones de hotel cuando allí tenían tanto espacio. Cuando Erkki y Ajle adquirieron su nueva vivienda, que era otra monstruosidad de estilo victoriano, en opinión de Jesse y de Mihailo, lo más lógico habría sido que Olavi y Kalevi quisiesen quedarse con ellos, pero por algún motivo ellos preferían estar en casa de los Zazvic, y Mihailo solía decir que el motivo era su hermano, pues había que quererlo mucho para aguantárselo.
Después de mediodía y como ya todos los que no vivían allí habían llegado, Dàmir decidió plantearles lo que había estado pensando.
Los chicos abrieron mucho los ojos y lo miraban como si le hubiesen salido tres cabezas, pues nadie estaba al tanto de que Lisandra estuviese embarazada. Sin embargo, después de mirarse, decidieron asegurarse, pues Edvin decía muchas cosas que no necesariamente guardaban relación con la realidad.
Unos segundos después, todos estaban felicitándolo y aporreándolo en el caso de Ajle que consideraba un crimen que no se lo hubiese dicho, pero pensándolo bien, todos coincidían en que esperar algo tan normal como que Edvin recordase participarles algo, era iluso, aunque sí les extrañaba de Lisandra, pero luego se enterarían que la chica había recibido la confirmación el día anterior. Una vez pasada la conmoción y las felicitaciones, Dàmir retomó lo que les decía.
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Editado: 22.09.2022