Беспомоћан [1]
Aunque Kerim también tenía planeado reunirse con su padre, mientras esperaba que Johan lo llamase, había continuado visitando Blue Garden. Al día siguiente de la partida de sus amigos, y como en realidad no tenía nada qué hacer, se fue muy temprano a visitar a los niños. En aquella ocasión les llevó algo a todos y no precisamente dulces, pues había notado que ya Dèjan se encargaba de eso con la exageración que le era característica, y de hecho el día anterior le había dicho que sin duda haría rico a algún odontólogo, y cuando Dàmir preguntó la razón, Dèjan quiso golpear a Kerim.
Kerim casi fue arrastrado por los chicos, y aunque él no era Edvin, que parecía tener hambre a toda hora, aceptó el café y un panecillo. Mientras los niños comían y bromeaban, él se dedicó a observarlos más que a intervenir. No todos eran niños exactamente, algo que había notado desde su primera visita, porque había varios que ya eran adolescentes como eran los casos de Lisa, Carol, un chico muy parlanchín al que llamaban Billy, y otros dos de aspecto más bien peligroso, Jeff y Frankie. De los niños que sí lo eran, había alrededor de diez que tenían, si no la misma edad de Jonathan, debían estar muy cerca. A pesar de sus conocimientos, Kerim no dejaría de sorprenderse por la forma en la que se expresaban los niños, y no, porque lo hiciesen de una manera correcta o educada, porque al menos los que estaban allí, habían crecido en las calles y justamente por eso era difícil creer que estuviese hablado con niños, y ni hablar de los adolescentes, pues parecían adultos de escaso tamaño y recordó a Jesse.
En este punto Kerim sonrió, pues un poco, era algo como mínimo impreciso, pero siguió prestando atención.
Como desviaron la conversación hacia una de las cosas por las que se interesaba Nick y que ellos compartían, es decir, las chicas, Kerim se dedicó a analizar lo que acababa de escuchar y pensó que, aunque ya Nick no parecía querer matar a Dàmir y en realidad no tenía motivos para ello, igual sería interesante saber en qué andaba aquel curioso individuo.
Una vez finalizado el bullicioso desayuno, Lisa que parecía la mayor o al menos se conducía como si lo fuera, y de hecho asì era, tanto en su caso como en el de Carol, pero eso demorarìa un poco màs en saberlo Kerim, empezó a meterles prisa a los más pequeños.
Kerim rio, pero no tendría oportunidad de formular la discutida pregunta, o al menos no inmediatamente.
Y efectivamente había subido a tal velocidad, que ya no estaba visible. Kerim detalló a la mujer y estuvo segurísimo que era la tal señora Griffith, porque en su opinión en vedad tenía aspecto de arpía, de modo que ahogó la risa y subió tan a prisa como pudo y pensando que tendría que ponerse a dar voces, pero Jonathan estaba de pie en medio del pasillo.
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Editado: 22.04.2022