Fragmento de twit – un año antes de la catástrofe:
"Al mismo tiempo que puedo ser la mejor persona que jamás hayan conocido, puedo convertirme en alguien que jamás quisieran haber conocido.
cuídame y yo te voy a defender y cuidar de lo que sea a punta de espada.
Ahora, apuñálame por la espalda y, con ese mismo cuchillo, te corto en pedacitos.
Porque, por más que me vean como alguien inocente, adentro tengo un monstruo enjaulado, y la vedad que me rompe las pelotas tenerlo así al pobre."
Oscuridad...
Total oscuridad...
Hasta que, en el medio de la nada, un pequeño destello de luz...
Abrí los ojos
Estaba sentado, apoyado sobre la esquina de una habitación vacía, de 2 metros cuadrados a la vista. Estaba totalmente vacía, exceptuando una pequeña lampara de luz en el techo, la cual poco iluminaba y titilaba cada cierta cantidad de tiempo. En el suelo, se podían ver algunos escombros de construcción, como piedras o alambres torcidos.
El aire era espeso y el suelo estaba frio.
Se podía oler el "aroma" a humedad, el cual cada vez que respiraba, se sentía aún más fuerte.
Me puse de pie, y me acerqué a una oscura puerta de roble que se encontraba en la pared frente a mí. Tome la oxidada perilla y la giré.
Nada...
Estaba cerrada con llave la cerradura. Comencé a golpear la puerta con mis pies y brazos, pero ni siquiera parecía inmutarse. Respiré hondo y me agaché hacia el suelo, para ver si es que había alguna herramienta o fierro que me pudiese ayudar. Debajo de un montón de piedras y polvo, la ví. Una pequeña y dorada llave, sin marca y un extraño diseño. La tomé y me dirigí hacia la puerta, donde la llave calzó en la cerradura en el primer intento. La giré y la cerradura hizo un ruido extraño...
Clic...
Se había abierto...
Moví lentamente la puerta, hasta el punto de quedar totalmente abierta. Di un paso lento hacia afuera de la habitación y saqué la cabeza para observar para ambos lados. Lo único que pude ver era un largo pasillo oscuro, en el cual podían distinguirse algunas pequeñas y titilante lámparas de luz, que permitían ver un poco mejor las paredes del infinito pasillo cuando encendían su luz.
Comencé a moverme lentamente por el pasillo para mi lado derecho, tocando el papel tapizado de la pared con mi mano izquierda. Podía ver como era que, a medida que mis pies pisaban el piso, me acostumbraba cada vez mas a pisar escombros y distintas piedras. Se podían ver marcas y hasta huecos en la pared, se podía sentir los desniveles que el papel tapaba y como las luces cada vez iluminaban menos.
Caminaba por este interminable pasillo cuando, por detrás mío, escucho algo...
Uñas...
Garras raspando el suelo...
Me di vuelta y pude ver una oscura figura canina a unos metros de distancia. No era muy grande, pero podía ver como me observaba fijamente con sus ojos de depredador. Un titileo de luz me permitió ver un fierro a medio metro delante de mí, el cual había evitado pisar cuando iba caminando en un principio. Fue cuando lo miré fijamente a esta barra e metal, cuando el canino comenzó a gruñir y sacó sus dientes.
Corrí rápidamente al fierro, pero ya era tarde para escapar, porque el canino se estaba acercando rápidamente hacia mí y yo no era la suficientemente rápido para correr, menos aún con todos los escombros del suelo. Tomé el fierro con mis dos manos y, cuando este canino estaba casi sobre mí, le reventé la cabeza de un golpe seco con el duro metal. Una vez más cerca de esta criatura, me di cuenta que era un lobo, el cual por el golpe cayó al suelo, echó un aullido y quedó palmado en el suelo. Pensé que ya era todo, pero unos segundos después de s aullido, pude escuchar a la lejanía algo que me heló la sangre...
Aullidos...
Muchos aullidos...
Aullidos que, poco a poco, se iban acercando...
A pesar que sabía que podía resbalarme, comencé a correr nuevamente en mi dirección. Si esa jauría de lobos me alcanzaba, era pollo...
Corrí y corrí por cientos de metros cuando, en el fondo, distinguí como el pasillo se dividía en dos caminos: Uno a la izquierda y otro a la derecha.
Estaba a punto de llegar cuando, detrás mío escuche un montón de garras rayando el piso a la distancia.
Se acercaban...
Venían a por mí...
Corrí hacia la izquierda, no sin antes, tirar una de las piedras del suelo hacia el pasillo derecho, haciendo ruido con la intención de confundir a los depredadores. Corrí y corrí hasta qué, al ver a mis lados, la pared había cambiado...
Tanto el suelo como las paredes eran de cemento y concreto, todas lisas y de color gris claro. El suelo estaba mucho mas limpio y no se pisaban escombros ni volaba polvo por el aire. Sin embargo, todo era mucho mas oscuro y, a duras penas, se lograba distinguir y ver sus propios pies. Asimismo, el ambiente era mas espeso y caloroso y, en el techo, habían unos tubos de distintos tamaños que, al tocarlos, me quemé con solo poner mi mano sobre su superficie por unos segundos. Al rato, me comencé a ver distintas posibilidades para seguir el camino y entonces, me percaté que más que un pasillo, parecía un laberinto...
Seguí durante minutos caminando, tomando los caminos que más iluminación parecían tener cuando, en medio de la nada, escucho una voz...
"¡Chris! ¡¡¡Ayudame!!! " Escucha, de una voz que era idéntica a la de mi hermano. Segundos mas tarde, volví a escucharlo.
Asustado, corrí en la dirección de donde salía la voz de David, pero cada vez el camino se volvía mas y más oscura, casi cegándome el camino. Caminé en todas las direcciones, sin saber exactamente donde ni recordar las distintas direcciones que había tomado. Cuento me cayó l ficha de esto, yo ya estaba perdido. Me agaché apoyado a una de las paredes, respiré hondo y me senté. El suelo parecía un poco húmedo y rasposo. El lugar donde me encontraba estaba inundado en la oscuridad, ya que la única luz visible era el reflejo de uno de los pasillos que ya había recorrido.
Editado: 05.06.2021