Una jovencita de cabello negro con mechas rojizas, miraba un sobre que sostenía en su mano, tras algunos segundos coloco el mismo en una maleta que estaba sobre una cama, al tiempo que su mirada se tornaba pensativa.
— «Estás son mis últimas horas aquí, no quise decirle a nadie que hoy me marchaba, solo mi tía lo sabe, ella incluso hace unos días llego al departamento para pasar estos días conmigo» — pensaba la joven.
—Dani, Dani — escuchó la joven interrumpiendo sus pensamientos.
—Tía, disculpa, estuve un poco distraída, ¿sucede algo? — dijo la joven al ver a su tía dentro de la habitación donde se encontraba.
—Tienes una llamada — respondió la mujer entregándole un celular, al tiempo que acotaba — lo dejaste sobre la mesa del comedor.
—¡Gracias tía! — dijo Dani, antes de contestar la llamada, sin notar quién era la persona que estaba al otro lado de la línea telefónica. ¿Diga?, Dani Polak habla — acotó la joven, al tiempo que su tía abandonaba la habitación.
—Dani, soy Mati — escucho la joven.
—¡Mati! ¿a qué debo tu llamada? — respondió confundida la joven.
—Primero que nada, déjame decirte que me da gusto que aún no te hayas marchado — escuchó.
—¿Qué? — acotó Dani.
—Quisiera verte por última vez — escuchó.
—¿Verme? — pronunció aún más confundida la joven.
—Sí, verte — respondió Mati.
—Mi avión parte en 2 horas, no creo que alcance el tiempo para…..— decía Dani siendo interrumpida por su amigo.
—Solo unos minutos Dani, necesito darte algo — escuchó.
—¿Darme algo? — respondió intrigada la joven.
—Sí algo que te pertenece — acotaba Mati a través de la línea telefónica.
—Bien, nos vemos en el parque que está a dos cuadras de la televisora en 20 minutos — dijo Dani con la mayor calma que pudo, al tiempo que pensaba — «¿Será que se me olvido recoger algo del camarín que me habían asignado?»
—Perfecto, allí te estaré esperando — escucho.
Luego de ello la plática se dio por concluida. Dani, dejo su celular junto a su maleta, tomo su cartera y salió de la habitación.
—¿Vas a salir? — dijo su tía.
—Sí tía, solo unos minutos, si llega el taxi que solicite que vayan subiendo mis maletas ¡por favor! — respondió la joven.
—Como digas hija — respondió la mujer madura.
Luego de ello la joven abandono el departamento a paso rápido, y al salir de este abordo un taxi, tras indicarle al chofer su lugar de destino, este emprendió camino.
Tras algunos minutos de viaje, durante los cuales la joven se preguntaba ¿qué sería lo que habría olvidado?, el chofer detuvo su auto en el lugar de destino, a los pocos segundos tras cancelar por el servicio la joven bajo del auto y camino hacia el lugar donde su ahora nuevamente amigo la esperaba.
—¡Gracias por venir! — decía Mati.
—Somos amigos, además dijiste que querías darme algo y ello me dejó intrigada — respondió Dani.
—Me prometí a mí mismo aceptar tu decisión, pero créeme que es algo difícil — decía Mati con la mayor calma que pudo.
—Mati, yo he sido clara contigo…—respondía Dani, siendo interrumpida por su amigo.
—Lo sé, pero el verdadero amor no entiende de razones, ahora que estoy una vez más a punto de perderte me doy cuenta de ello, me doy cuenta de lo que tú siempre significaste para mí, Dani sé que prometí no hablarte más de mis sentimientos, sé que lo hice, sé que también prometí que aceptaría tu decisión, pero es difícil poder cumplir una promesa cuando sientes que estás perdiendo al amor de tu vida — acotó el joven.
—Mati, no me hagas esto, yo he sido clara contigo, yo….— respondía Dani.
—Dani no te preocupes, sé que a partir de ahora nuestros caminos se separaran una vez más, que estos serán distintos, tú tienes tus propios sueños, tus propias metas, y yo, y yo no pienso truncarlas, pero también sé que la vida te da nuevas oportunidades, esta no fue mi oportunidad contigo, a pesar de que logre tu perdón y volvimos a ser amigos, no pude recuperar tu amor y lo acepto, pero también sé que la vida nos dará alguna nueva oportunidad de reencontrarnos a los dos, y ese día, yo lo estaré esperando con mucha ilusión — dijo Mati, colocándole un sobre en la mano a la joven.
—¿Qué es esto? — respondió Dani intrigada, posando su mirada en el sobre.
—Una carta, léela cuando gustes, en ella también te envió algo que no alcance a darte en su momento y que lo compre pensando en ti — añadió Mati, luego de ello acerco su rostro al de su amiga y poso sus labios sobre su mejilla. ¡Hasta pronto Dani! ¡Que tengas un buen viaje y muchos éxitos en tu nuevo destino!, hasta la próxima vez que nos veamos — acotó, luego de ello le dio la espalda y empezó a caminar.