Ahora Soy Otra

EPÍLOGO

En uno de los pasillos de un set televisivo, dos jóvenes detuvieron su andar al ver aproximarse a alguien que se les hizo familiar, pero ellos no eran los únicos que miraban intrigados a esta persona, ella también los miraba un tanto intrigada, habían pasado muchos años ya desde que ella se marchó por una beca de estudios y desde ese entonces nunca supo de ellos, ni ellos de ella.  Una vez estuvieron frente a frente, los tres jóvenes se miraron entre sí por algunos segundos como inspeccionándose.

 

—¿Lu…lú?, ¿Eres Lulú?, ¿verdad? — dijo uno de ellos en tono dubitativo, mientras miraba a una linda joven de cabello rojizo.

—Sí, soy yo — respondió la nombrada sonriendo.

—¡Qué sorpresa! no sabíamos nada de ti desde que emigraste a este país — decía Mati, con una sonrisa tatuada en su rostro.

—Cierto, y eso que yo ya llevo unos buenos años radicando aquí — acotaba Roby sin dejar de mirar a la joven.

—¿A poco preguntabas por mí? — pronunció la joven sonriendo.

—Cuando llegue si lo hice, para que negarlo, pero ya con el tiempo deje de hacerlo, pero, cuéntanos ¿Qué ha sido de tu vida?, ¿A poco trabajarás en este canal? — acotó Roby.

—Estuve en Europa, haciendo una especialización, en España para ser precisa, allí trabaje por algunos años, hace unos meses me llego una propuesta de esta televisora, y me pareció interesante, por ello estoy aquí — decía Lulú.

—¿Y por qué rama de la carrera optaste?, no me digas que la conducción — acotó Mati, mirando a la joven.

—Sí, hace un par de años que me cambié a ese rubro, y no me ha ido tan mal, por ello me han propuesto ser parte de un nuevo proyecto televisivo de este canal — decía Lulú.

—Entonces tú también conducirás el programa — respondía Roby sonriendo.

—¿Ustedes también serán parte del nuevo proyecto de este canal? — dijo en tono incrédulo la joven.

—Sí, pero Mati no será conductor, sino el director del programa — respondió Roby con una amplia sonrisa en su rostro.

—Vaya, eso no me lo esperaba — dijo Lulú.

—¿Por qué? — contesto Mati con calma.

—Porque siempre pensé que preferías estar frente a una pantalla que detrás de ella, pero me equivoque — respondió Lulú sonriendo, haciendo una pausa para agregar — Yo ya les conté algo de lo que estuve haciendo, pero ustedes aún no me comentan nada.

—¿Qué te gustaría saber? — respondió Mati, mirando a su primo.

—Lo que quieran comentarme — dijo Lulú.

—Pues nosotros seguimos solteros— respondió Roby, haciendo una pausa para acotar, mientras su primo sonreía— ¿Y tú te casaste o sigues soltera?

—Por ahora prefiero estar sola, pero no descarto estarlo por mucho tiempo — acotó la joven sonriendo.

—Yo tampoco — dijo Roby.

—Creo que salgo sobrando — acotó Mati.

—Qué cosas dices primo — pronunció Roby sonriendo.

—Yo no digo nada — dijo Mati sonriendo, al tiempo que una mujer uniformada llegaba junto a ellos.

—Los estaba buscando, ¡por favor, acompáñenme por aquí! — decía la amable mujer.

—Bien— respondieron los tres jóvenes.

 

Los jóvenes caminaron tras la mujer uniformada, mientras iban caminando iban poniéndose al tanto de lo que habían estado haciendo durante todos esos años que no supieron nada del otro. Tras algunos minutos de camino los tres jóvenes entraron a un salón, en el mismo estaba una persona que ninguno de los tres presentes pensaron encontrar en ese mismo lugar.

 

—Señorita Polak, su equipo de trabajo — dijo la amable mujer, luego de ello salió del lugar.

—¡Dani! — decía emocionada Lulú, al ver a su amiga de estudios.

—¡Lulú! — tantos años sin saber de ti — respondió Dani, al tiempo que se acercó a la nombrada y ambas se fundieron en un fuerte abrazo.

—Tenemos tanto que platicar — agregaba Lulú.

—Tendremos muchos meses para hacerlo — respondió Dani sonriendo.

—¿Y para nosotros no hay abrazo? — decía Roby haciéndose el ofendido.

—Claro que lo hay — respondió Dani acercándose a abrazar al joven.

—Trabajaremos juntos como cuando éramos estudiantes — dijo Roby mientras abrazaba a su amiga.

—Cierto — respondió Dani, mientras su mirada se posaba en el otro joven que ella conocía, él cual no hacía más que mirarla. Luego de algunos segundos la joven deshizo el abrazo con Roby se acercó a Mati, una vez que estuvo frente a este pronunció — Nuevamente trabajaremos juntos.

—Te dije que la vida daba nuevas oportunidades — respondió Mati con una cálida sonrisa.

—¿Qué? — contestó Dani confusa.

—Veo que la traes puesta — acotó Mati, colocando uno de sus dedos sobre la pulserita que Dani llevaba en su mano.

—¡Eh! si — dijo Dani, un tanto nerviosa.




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