Al Borde Del Abismo

CAPÍTULO 7

A la mañana siguiente, me dolía todo el cuerpo. Era una sensación horrible.

 

Como el dolor era persistente me tomé una pastilla para ver si hacía algo de efecto y me preparé para otro día más de universidad.

 

Ya en la puerta vi a Stacy esperándome como siempre y fui a saludarla. Ella me dió su habitual abrazo pero uf, parecía más bien una tortura porque me apretó tanto qur tuve que aguantar para no dar un alarido de dolor así que tuve que retener una mueca para que no me comenzara a hacer preguntas. Lo que menos apetecía en ese momento era responder un interrogatorio.

 

Entramos al recinto hablando tranquilamente de nuestras cosas cuando de repente me dijo:

 

- ¡He encontrado una casa para ti!

 

La miré confusa.

 

- ¿Vas en serio? - respondí entre el asombro y la alegría.

 

- A ver, una casa casa no es. Es un piso no muy lejos de aquí - aclaró.

 

- ¿Cómo lo has conseguido encontrar tan rápido? ¡Te lo dije ayer! - exclamé.

 

- Es que no podía dormir y como no tenía nada mejor que hacer pues me acordé de que tengo un conocido que trabaja en el mundo inmobiliario y le llamé.

 

Vaya, esta chica era alucinante.

 

- No me lo puedo creer, ¡eso es asombroso! - hubo un momento de silencio - pero no hacía falta que te molestaras con eso, podía haberlo hecho yo, lo menos que quería era que te preocuparas por mis cosas.

 

- Tranquila, no ha sido nada… Además, así aprovechaba la llamada y le comentaba un par de cosillas que necesitaba decirle. Para eso están las amigas, ¿no? 

 

Aún no me acababa de acostumbrar del todo a que usara el término amiga para referirse a mí. Seguía extrañada de que a alguien le cayera bien en todo el mundo. A veces no me soportaba ni yo misma.

 

- Eh… claro que sí - respondí después de unos segundos - ¿cuándo podríamos ir a verlo?

 

- Pues cuando tú quieras. Si te apetece podemos ir esta misma tarde.

 

- Me parece bien.

 

- ¡Estupendo!

 

***

 

Íbamos de camino a ver el piso que si todo iba bien sería mío. ¿Sería grande? ¿Me lo podría permitir? ¿Estaría en buen estado? Esas fueron algunas de las cosas que me iba preguntando a medida que nos estábamos acercando.

 

Nos detuvimos en un portal. Había un hombre esperando fuera. Cuando nos vió, o más bien, vió a Stacy su cara seria se convirtió en una de felicidad. ¿Se conocían?

 

Después de darse un abrazo de saludo mi amiga se giró en mi dirección.

 

- Fayna, este es Nash. Es el que te consiguió el piso - dijo con su sonrisa habitual.

- Un placer Nash, como ya habrás podido escuchar yo soy Fayna - dije dando un paso al frente.

 

- Igualmente, por cierto bonito nombre - dijo guiñandome un ojo.

 

Como quería mantener mis modales me limité a sonreír y no a rodar los ojos como deseé hacer.

 

- Bueno pues… ¿Tienes ganas de ver tu posible nuevo hogar? - asentí con la cabeza - pues… ¡no se hable más!

 

Hizo un ademán con la mano para que lo siguiéramos. Tenía ascensor, punto a favor. 

 

Entramos todos y Nash pulsó el botón 3. Estuvimos en silencio hasta que la campanita indicó que ya habíamos llegado. Abrí la puerta y… wow. Ya estábamos dentro de la casa.













 




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