Estoy hasta arriba, arriba donde nadie más puede estar, donde el mundo real acaba y los sueños empiezan, donde las lágrimas enjuagadas se vuelven polvo, polvos de sueños, sueños de lo que será y recuerdos de lo que fue…
Estoy hasta arriba, donde nadie más quiere estar, desde donde el mundo real se observa tal cual es, donde se visualiza la porquería de lo que es y de lo que será.
Estoy hasta arriba, porque quiero alejarme, quiero alejarme de las sombras que me persiguen, donde mis recuerdos se pueden volver polvo, donde trato de olvidarte, donde olvido el vacío que tengo en el pecho, donde la persona del espejo no me atormenta. Estoy donde quiero estar y donde no estás, solo me quiero engañar, quiero decirme a mí misma que ya nada es real, que lo que fue, no paso en realidad.
Que tu sombra es una más, nada especial.
Sé que me equivoco, lo hago continuamente, la magia de todo esto es cometer errores, porque así es como funciona esto, te equivocas, caes, te levantas y vuelves a intentarlo.
Aquí arriba, donde estoy yo sola, me siento incompleta, los recuerdos que se vuelven polvos son tan tuyos y es que una vez fuimos uno solo y parte de mí, fue parte de ti. Los recuerdos se desvanecen frente a mis ojos, los quiero alcanzar, pero lastimosamente, no puedo.
Finjo que no me importa, finjo que no me importas, pero es sumamente difícil el no verte, el no hablarte, el no poder besar tus labios, el no poder abrazarte fuertemente como si el mundo dependiera de ello para ser salvado, esos últimos minutos que valen la pena, los que completarían mi absurdo rompecabezas para de una vez por todas darle ese sentido que merece.
Estoy hasta arriba, donde nadie más puede estar, donde no estás.
Estoy hasta arriba, arriba de todos, donde no quiero estar, si tu no me sostienes en tus brazos.
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Editado: 24.10.2020