Narra Alegra
Siempre he tenido un presentimiento especial cuando algo grande está a punto de suceder. Ese día, al despertar, el aire parecía diferente, cargado de una energía inusual. No sabía qué era, pero podía sentirlo en mis huesos.
Llegué a la oficina temprano, como siempre. Mi mesa estaba abarrotada de papeles, informes y tazas de café medio vacías. El bullicio de la sala de redacción era como música para mis oídos, un concierto de teclados tecleando y teléfonos sonando.
Ese día, mi jefe me llamó a su oficina. "Alegra", dijo con su voz grave, "tengo un caso para ti". En su mano sostenía un expediente. Lo tomé y comencé a leer. Desapariciones. Todas en diferentes partes de España, todas sin explicación.
Mi mente comenzó a girar. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué estas personas desaparecían sin dejar rastro? Sabía que este caso era diferente, sabía que era peligroso. Pero también sabía que no podía darle la espalda. Tenía que descubrir la verdad.
Comencé a investigar, a seguir pistas, a hablar con familiares desesperados de los desaparecidos. Cada historia era un golpe al corazón, cada rostro lleno de angustia me impulsaba a seguir adelante.
En mis ratos libres, me encontraba recorriendo las calles de Madrid, buscando cualquier pista que pudiera ayudarme. Cada rincón oscuro y cada callejón estrecho se convirtieron en un posible escenario de los misteriosos sucesos.
Pronto, un nombre comenzó a aparecer con frecuencia en mis investigaciones: Ricardo Fortaleza. Un político de alto rango, respetado y poderoso. Algo en mi interior me decía que él estaba involucrado. Pero necesitaba pruebas contundentes para enfrentarlo.
Así que aquí estoy, al borde del abismo, lista para saltar. No sé qué me espera, pero estoy decidida a descubrir la verdad y llevar a la luz la oscuridad que se esconde en las sombras. Porque soy Alegra Luz, y esta es mi lucha.