Algo Mas Que Tú, Amor

10

Hee Seon

-buenos días Hee Seon ¿ahora si me vas a decir que te sucede?

Me sorprendí al ver a Celina ya en su oficina, hoy llegue más temprano de lo normal porque quería aclarar mi mente y tal vez tratar de relajarme. No pude dormir en casi toda la noche.

-¿a qué te refieres?- pregunte fingiendo tranquilidad, mientras me sentaba en la silla frente a ella, los ojos verdes de mi amiga se oscurecieron y una mueca se formó en sus labios.

-bueno pues ayer que salimos con Yul estuviste todo el día distraída, casi no hablaste y tampoco te reíste cuando a Yul se le cayó todo su helado en el pavimento- Celina recostó su pecho sobre la madera del escritorio que nos separaba y me miró fijamente a los ojos.

- te conozco, es verdad que eres una persona seria, pero tú al igual que yo sabes que eres de un fácil reír. Te hubieras partido de la risa cuando viste que al dar la primera lamida las bolas de helado de Yul terminaron en el piso.

Sentí como un pequeño temblor empezaba a subir desde mi pie hasta llegar a mi mano, estaba a punto de estallar en mil pedazos, hablar con Eun Yeong anoche me había hecho añicos; al igual que un espejo, todas las decisiones que Eun Yeong ya había tomado sin consultarme, pulverizaron aquel vidrio que yo tenía para protegerme. Estaba expuesta.

Una lágrima se derramo por mi mejilla y no lo resistí más, cubrí con mis manos mi rostro y empecé a sollozar como un niño al que no quieren que lo encuentren. Escuche como Celina dejaba apresurada su asiento. Giro la silla en donde yo me encontraba para después arrodillarse frente a mí y colocar sus manos sobre mis piernas.

-espera cariño, lo siento yo, yo no quería presionarte, si no quieres decirme está bien solo, solo no llores por favor amiga.

Libere mi rostro y antes de que mi amiga frente a mi pudiera decir nada me puse de pie llevándola conmigo, para después abrazarla de tal forma que tal vez ella podría impedir que siguiera desmoronándome, llore en su hombro hasta que la blusa blanca que llevaba se empezaba a transparentar.

-Dime quien te ha lastimado para ir y matarlo yo misma- susurro Celina mientras acariciaba mi espalda. Todo estaba en silencio señal de que aún no había llegado nadie.

Respire profundo y trate de calmarme, libere a Celina de mis brazos y limpie mis mejillas, Celina me miraba preocupada, volví a dar un profundo y largo suspiro antes de volver a sentarme en la silla tras de mí, Celina arrastro otra silla que se encontraba en una esquina y se sentó frente a mí. No dijo nada, parecía que ni siquiera respiraba, apreté mis manos en puños y cerré mis ojos. Necesitaba volver a tener el control.

- Después de regresar de la casa de Eun Yeong, después de que Eun Min se durmiera él me llamo, no quería responder- no quería escuchar su voz aún me sentía humillada por lo que me había hecho. Celina me miraba atentamente, yo tenía toda su atención.

-Él no paraba y siguió insistiendo hasta que finalmente me rendí y conteste.

-¿pelearon?

Mire a la chica hermosa que tenía frente a mí, ella era amiga de Eun Yeong se cuánto la  aprecia él y se cuánto ella lo quiere. No quiero ser la causante de destruir esa relación de amigos, pero tampoco quiero mentirle.

-Eun Yeong quiere que este fin de semana los demás miembros conozcan a Eun Min

- ¿y eso es algo malo?- Dios por supuesto que no era nada malo, estaba encantada de que realmente quisiera a su hijo en su vida. Cansada de estar sentada me puse de pie y me abrace a mí misma.

-claro que no, eso es maravilloso.

-algo me estoy perdiendo porque entonces no entiendo porque llegaste de los nervios- Celina ya estaba parada a unos centímetros de mi con cara de confusión.

-él quiere que el día lunes a primera hora hablemos con tu abuelo de todo esto.

-¡¿Queee?!

-ya ha hecho la cita y tu abuelo ya la confirmo – mi cuerpo empezó a temblar - ¿lo entiendes? Estoy muerta de miedo. El lunes mi vida va a dar un vuelco y no solo la mía, Eun Min me preocupa ¿que pasara con su vida? ¿Con su privacidad? él solo es un niño, Mi niño.

¿Qué puedo hacer? Maldición realmente no podía hacer nada. Eun Yeong ya había hecho esa estúpida cita antes de llamarme aún sus palabras corrían vivamente por mi mente.

E: está hecho Hyorin.

H: ¿Cómo que está hecho? Soy su madre Eun Yeong tengo derecho a decidir también.

E: no respecto a esto Hyorin, en esta situación decido yo.

H: ¡no me llame así maldición!, ¿cómo puedes hacerme esto? ¿Cómo puedes hacernos esto??Qué derecho tienes de decidir tú solo respecto a la vida de Eun Min?

E: el mismo derecho que tú tuviste cuando decidiste alejarlo de mí, el mismo derecho que tú te atribuiste en decidir darle una vida sin su padre alado, no me vengas con palabras hipócritas Hee Seon cuando tu hiciste lo mismo, al menos yo no quiero seguir viviendo en la mentira ni mantener a mi hijo en las sombras. Después de esto créeme que veré su seguridad en todos los aspectos, no puedes hacer nada esto se hará el lunes a mi manera y punto.




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