⚡ CAPITULO 16

HOLA LECTORES, PERDON POR TARDAR TANTO. PASÓ ALGO Y NO PUDE ESTAR EN LÍNEA. Y SUPONGO QUE USTEDES NO VERÁN ALGO LO SUFICIENTEMENTE PARA NO AGARRAR EL CELULAR Y PUBLICAR, PERO LO QUE TUVE FUE UNA PERDIDA Y ESO ME ESTUVO OCUPADA MUCHO, PORQUE FUE MI ABUELO QUERIDO, VIVÍA EN MI CASA Y YA NO ESTÁ EN CASA. SE FUE AL CIELO. Ya no está en casa y es raro no verlo en casa. Dejaré un espacio en blanco para que se adentren a la lectura. Discúlpame por favor.

AGRADABLE LECTURA ‼️
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Las cuatros jóvenes caminaban calladas hacia su primera clase con el maestro pakistaní, y como si fuera poco al llegar, el aula estaba cerrada con el tumurto de estudiantes afuera esperando. Hoy precisamente tenía que tocar después del desaire que le había hecho el día anterior a Mirza, las chicas pensaban que ella no se merecía algo así, y aunque tratarán de hacerle saber que él se lo pierde la joven no podía evitar sentirse triste, claro es verdad lo que decían sus amigas, él es un hombre que ya hizo su vida y la que hizo no era una vida tan buena después de todo sin embargo ella tenía toda una vida por delante en dónde podía tener el novio que ella quisiera mientras se hacía profesional. Pero estaba atrapada en una relación con alguien que no le convenía. Ahora bien, Sierra no entendía el porqué ella se había metido en ese lío teniendo su novio ¿Acaso él no le suplia lo que ella quería? Porque no podría creer que esto lo hacía solo por capricho, nunca entendió eso de los caprichos. Sierra era una persona muy abierta aunque eso no se reflejaba mucho por fuera ya que, la mayor parte se mantenía en silencio cuando se trataba de la vida de otras personas. No era de las chicas que daban consejos aunque si se lo proponía se daría de las mejores pese a todos los conocimientos que tenía, conocimientos que solo tenía sin saber de dónde habían llegado tal vez por lo observadora que era y que siempre se mantenía informada de todo. Sierra simplemente era una mujer joven muy inteligente, abierta de mente pero cerrada de espíritu aunque a veces cometía estupideces como cualquier joven sabía retroceder y entender que lo había hecho mal y lo mejor era empezar de nuevo; y quería que su amiga hiciera eso, pero no veía ningún presentimiento de que alguna vez lo haría.

Dos meses le costó a Sierra terminar con Joe, dos meses dónde se cuestionaba sobre esa relación, y después de intentarlo tres veces por fin lo hizo, como se dice por ahí; la tercera es la vencida. Y es que, la joven había percibido en él un hombre muy prepotente y celoso sin mencionar algo airoso y con mucho orgullo. No sabía reconocer las cosas que estaban mal en él, no pedía perdón cuando ofendia, bebía como si fuera un alcohólico y se ponía impertinente en ese estado, la jóven llegó a pensar en momentos de su noviazgo que él solo la utilizaba para satisfacer sus deseos sexuales, no era una relación tan plena y sana como la que tiene Maya con Patrick que a pesar de sus bajas saben superar los momentos difíciles y si tienen que volver a empezar lo hacen, como lo habían hecho en estos días. En cambio ella con Joe siempre se mantenía peleando. Patrick había decidido dejar de encontrarse con Joe porque sabía su finalidad, pero aquel jóven no se daba por vencido; como ahora cuando iba caminando para llegar al lado de Sierra la cuál estaba muy entretenida charlando con la chica fiestera que se había encontrado hace días.

—¿Entonces leyes? ¿Por qué, qué te llamó la atención? —Cuestionó Sierra mirándola, la jóven vaciló poniendo un dedo en su boca luego echó la cabeza hacia atrás.

—Realmente creo que soy muy buena defendiendo a las personas. Aunque mi padre dice que elegí la carrera del diablo—Sierra se echó a reír—. Es lo único que no me ha impedido a pesar de que no le gusta —Habló la joven alegremente sus rizos castaños se movían de aquí para allá cuando ella movía la cabeza.

—Tu papá es...

—Católico, sí. Hasta la taza —Ambas jóvenes se echaron a reír.

—Me gustaría conocerlo.

—Ay no por Dios, te hablara de la virgen y el pesebre y ni siquiera es navidad —Sierra echó una carcajada.

—Sierra necesito hablar contigo —Joe interrumpió la conversación, la joven le quitó la mano del hombro bruscamente y frunció el ceño.

—No tenemos nada que hablar Joe. Lo que hiciste es el colmo así que déjame en paz para siempre.

—Sierra por favor perdóname.

—No, no lo haré, no lo haré Joe. Sabés por qué; tenías la esperanza de quedarte al menos como un amigo, pero ni siquiera eso. Lo arruinaste. Ya no te quiero cerca de mi porque si mi papá sé entera te mataría así que, vete Joe.

—Solo dime qué me vas a perdonar y me voy —El jóven se puso en medio de Julieta y ella.

—Esta bien. Bien si esa es tu excusa por estar delante de mí, bien. Te perdonó, ahora vete por favor.

—¿Por qué me tratas como si fuera la peor persona?

—Ah! ¿Ahora eres bueno verdad?. No recuerdas las cosas que te enumeré cuando terminé contigo. ¿Acaso no lo recuerdas? Claro que lo haces te quieres hacer la víctima ahora.

—Tu nunca me quisiste Sierra, siempre es  así. Lo hiciste con cada chico que estuvo de novio contigo y eso lo vas la pagar.

—¿Que va a pagar ella? —Mirza llegó quitando a Sierra y poniéndose en dónde ella estaba—. Nada, ella no tiene nada que pagarte porque ella no te debe, ni a nadie tampoco, la diferencia de sus ex novios y tú es que ellos entendieron que Sierra ya no los quiere y tú ¿cuándo lo vas aceptar? ¡Cuando vas aceptar que Sierra Gómez no te quiere! Entinde por favor deja de humillarte tanto.

—La que me humilla es ella.

—No! ¡Tu solito lo haces querido! —Las personas comenzaron a mirar a su dirección para saber que estaba pasando, Julieta caminó hasta dónde Sierra alejándola un poco de la discusión.

—Cuídate de ese chico Sy —La Jóven lo miró—. Está obsesionado de verdad —Dijo mientras miraba como Mirza hablaba con el chico, Joe simplemente hizo silencio ignorando lo que mirza le seguía diciendo mirando a Sierra. Luego se fue como si nada sin antes de Mirza terminar, esa mirada dejó a la joven muy inquieta y si antes no quería irse de la universidad esto la había puesto de acuerdo con su madre.