Alguien te mira Sy

⚡ CAPITULO 17

Mirza salió de la habitación a las seis y media de la noche con rumbo a la oficina del profesor, no sabía si este hombre había llegado a la universidad, pero quería saber que estaba pasando o por lo menos saber que le había pasado a él, miró el pasillo y respiró profundo antes de empezar a caminar. En sus manos llevaba una libreta y un libro para pasar desapercibida de la recepcionista o secretaria que estaba para recibir los mensajes y correos de los maestros que no estaban en su oficinas, al final del pasillo de derecha a izquierda estaba llenos de puertas, cuatro de cada lado con los maestros de filosofía a la derecha y los de matemáticas a la izquierda donde cada maestro tenía su oficina personal. La recepcionista que poco trabajaba estaba al inicio de ese pasillo. La mujer bajó su cabeza medio para mirarla fuera de los lentes que aún llevaba puesto sobre la nariz, la chica suspiró nerviosa.

—¿A qué oficina quiere ir? —Mirza era la número diecisiete estudiante que pasaba por aquí, hablando de más de cincuenta mil estudiantes pues era muy pocos y es que, las mayorías preferían comunicarse por correo electrónico que venir de este lado de la universidad.

—Filosofía Awrell.

La señora empezó a teclear en su computadora y espero un momento mirando la pantalla antes de volver a subir la cabeza. Sacó un chicle de una cajita y empezó a masticar.

—No ha pedido citas con ningún estudiante.

—Sí, dígale que fue la semana pasada con Mirza Valenzuela tal vez se le olvidó —Mintió la jóven recostada de la meseta ahora solo esperaba que él la aceptara. La mujer volvió a teclear y luego de unos minutos levantó la cabeza.

—Que pase —La jóven respiró aliviada y empezó a caminar a su oficina, la cuál era la tercera puerta, al llegar tocó el timbre hasta que se puso verde en la esquina, empujó la puerta y el aire acondicionado muy subido de tono retumbó en su rostro. La jóven entró mirando todo a su alrededor, tan ordenado y delicado todo, no podía ser mejor.

—¿Que necesitas?  —Preguntó él sentado del otro lado de su escritorio.

—Solo quería saber cómo estás —Dijo ella poniendo la libreta en la mesa, ni siquiera se sentó en la silla que tenía a su lado.

—Yo estoy bien —Dijo él siguiendo con el orden en su mesa.

—¿Y si todo está bien por qué fartaste hoy? —La joven esperó una respuesta pero Awrell mantuvo un silencio que la dejo dolida—. ¿No puedo saber que está pasando? Tal vez no soy tan de confianza ¿verdad? —Ella tomó lo que traía en sus manos otra vez—. Solo vine a perder el tiempo —Dobló sobre sus talones y abrió la puerta para irse.

—Es complicado —Musito él, ella se volteó y soltó la puerta la cuál se cerró sola.

—Solo dime y ya.

—Mirianny quiere que vayamos a terapia los martes. Terapia familiar.

—¿Y eso por qué? —Mirza respiró profundo—. ¿Por qué demonios quiere recuperarte ahora?

—Se enteró de nosotros por los mensajes, no sabe quién eres, pero sabe que existe. Borro tu número de mi celular y le prometí...

—¿Es en serio? ¿Estás hablando en serio? ¿Quieres terminar conmigo? —Awrell se levantó del asiento y se puso en frente de ella.

—Me gustas mucho, pero si tengo que decidir que es lo mejor para mis hijos. Elijo quedarme en casa aunque eso me haga infeliz. Pero eso no significa que quiera terminar contigo.

—¿Crees que no me duele lo que estás diciendo? No soy una piedra —Mirza arrugó el rostro tratando de no llorar, no le gustaba; desde niña siempre fue una mujer que aunque le dijeran la peor cosa en su cara prefería pelear que ponerse a llorar, ni siquiera cuando se murió su abuela lloro y fue una de las personas que más quiso en este mundo.

—Yo sé que eres lo suficientemente fuerte para esperar un poco más —Él la abrazó y la besó—. De verdad, no te miento te amo. Me enamoré de ti porque eres auténtica. Yo necesitaba el amor que tu me diste, la atención que necesitaba —La joven lo abrazó fuertemente y lo besó.

—Estoy dispuesta a esperar un poco más —El sonrió y la abrazó poniendo su cabeza en el hombro de ella.

—El pequeño Hansel tiene retraso del aprendizaje y ella dice que es por nuestras peleas a escondidas. Ella dice que alá me está castigando por amarte —El sollozó en su hombro—. No puedo evitar quererte. Así que alá tendrá que buscar la manera de perdonarme.

—Alá siempre nos perdona —El se despegó de ella y le sonrió, mirza le dió un beso largo y apasionado—. Solo hablaremos por correo debes en cuando y luego lo eliminas, está bien pórtate bien —Él afirmó con la cabeza luego ella salió de la oficina caminando despacio. Se despidió de la recepcionista y se fue hasta la parte recreativa dónde estaban las chicas, Sierra se encontraba sentada leyendo un libro con un foco, Helena estaba a su lado comiendo algo y Maya estaba charlando de risitas con su novio. La noche estaba llegando y estaba algo fría por el mes que entraba, pero no era un frío tan terrible como el que hacía en las mañanas.

—¿Dónde estabas metida? —Cuestionó Helena cuando ella se sentó a su frente.

—Yo también tengo cosas que hacer —Dijo ignorando la mirada de Sierra la cuál decía "ya sé dónde estabas" el novio de Mirza se puso al lado de ella asiendo que ella mirara hacia arriba por lo alto que era aquel chico.

—Intentaste terminar conmigo por chat —Eso hizo que el grupo trayera su atención hacia Mirza la cuál afirmó con la cabeza sin ninguna vergüenza.

—Lo siento no te Vi ayer.

—¿Es en serio Mirza? —El jóven se cruzó de brazos con un notable disgusto.

—¿Dónde está Travis mccoy? —Cuestionó ella.

—¿Qué, estás saliendo con Travis, es por él que me dejas? —Ella se levantó del suelo y lo miró cruzando sus brazos.

—Te dejó por alguien mejor, pero no por ese idiota que embarazó a mi amiga —Dijo, Patrick miró a Helena y luego a Sierra y se quedó mirando a está. Sierra señaló a Helena y Patrick abrió los ojos. Ambos hombres, novio de la chica y padre del embarazo eran amigos y Patrick no se podía creer lo que estaba escuchando.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.