¿alguna vez deseaste morir?

Oportunidad reprobada

El reloj marcaba las 5:26 de la mañana, otra noche más sin poder dormir.

Mantengo mi mirada en el techo de la oscura habitación la cual solo es iluminada por la luz roja tenue del reloj.

5:30 am hora en la cual el despertador empieza a sonar, me levanto de la cama no sin antes apagar el despertador. Otro día más acaba de empezar otro día en el que la rutina dominara mi día. Me dijo a mi armario para elegir la ropa que me pondré el día de hoy y me meto en la ducha de 15 minutos.

6:00 am me miro por última vez en el espejo conforme de mi apariencia y vestuario. Me dirijo a la habitación de Alan mi hijo de 7 años, se ve tan lindo durmiendo sujetando al señor Told su oso de peluche. Me acerco con pasos lentos sin tratar de hacer mucho ruido con mis tacones para evitar despertarlo me siento a un costado de la cama, lo observo por un tiempo es tan parecido a su padre. Tengo que despertarlo o si no se nos hará tarde.

- Cariño es hora de levantarse – le digo con una voz suave en su oído el solo se mueve haciendo un puchero con su pequeña carita.

Alan siempre ha sido de sueño ligero, por lo que casi no ha sido un problema despertarle. Aún recuerdo que cuando era un bebe tardábamos más tiempo en dormirlo que en despertarlo. Me dirijo a su armario por su uniforme para después colocarlo en su cama.

- Mamá – escucho que me llama y cuando me volteo a verlo él está parado detras de mi – hoy soñé con papá

- ¿Enserio? ¿Qué soñaste? – le digo mientras lo cargo hacia la cama para cambiarlo

- Soñé que jugábamos al beisbol en casa del abuelo Roman

- Eso es lindo, eso quiere decir que él te recuerda tanto como él te recuerda a ti – le toco ligeramente la nariz lo que le hace sonreír

Termino de arreglarlo y le digo que me espere abajo en la cocina mientras voy a ver a su hermana.

Toco ligeramente la puerta antes de entrar y ahí está mi hermosa Romina mi hija de 12 años ya tiene puesto su uniforme y está sentada frente al tocador cepillando su cabello.

- ¿Ya estas lista Romi? – le digo mientras entro a su cuarto y arreglo su cama

- Ya casi ¿Cuándo volverás? – me dice mientras toma su mochila y se dispone a bajar a la cocina

- En una semana, tienes que cuidar a tu hermano y hacerle caso a Martha en todo ¿ok? – le digo mientras tomo su cara entre mis manos su rostro es tan idéntico al de mi suegro por eso decidimos ponerle su mismo nombre

- Ok – me contesta antes de abrazarme – te amo mucho mama

- Yo te amo mas

Bajamos a la cocina y nos encontramos con una joven en sus 20, Martha.

- Creí que llegarías a las 7:30 – le digo mientras me dirijo a la cocina para hacer el desayuno

- Quise llegar más temprano y ayudarle con los niños – me dice mientras le da un beso en la mejilla a Romina a lo que ella sonríe

- Gracias pero no era necesario lo estoy manejando bien – le doy una cálida sonrisa - ¿Leche o jugo?

- Leche pero con chocolate – contestas Alan dando pequeños brinquitos

- Yo prefiero jugo – dice Romi mientras mantiene su mirada fija en el celular

Realmente quisiera que las mañanas fueran así todo el tiempo pero hace más de un año que no puedo compartir todas las mañanas con mis hijos. Mi celular comienza a sonar y le doy una señal  a Martha para que se haga cargo del desayuno. Salgo de la cocina para contestar.

- Que paso Gloria – le digo con cierto fastidio realmente esperaba cocinarles a mis hijos

- Lamento molestarla Licenciada Dábalos pero sucedió un problema es urgente que venga a la empresa.

Solo me faltaba esto un nuevo problema antes de salir de mi casa me despido de mis hijos, meto mi maleta a la cajuela de mi auto  y le doy las indicaciones necesarias a Martha. Al llegar a la empresa me esperaba Gloria a fuera de mi oficina.

- ¿Qué paso esta vez Gloria? - pregunto mientras me posiciono detrás de mi escritorio

- El Licenciado Jones fue esta mañana a Italia para hablar con el señor Berlusconi

Al escuchar esas palabras me sobresalto y me levanto rápidamente de mi escritorio.

- Pero se supone yo tenía que ir a Italia a hablar con el señor Berlusconi – menciono con enfado en mi voz

Salgo de mi oficina y me dirijo al último piso del edifico para hablar con el señor Williams el segundo al mando del equipo de planeacion.

- Anúnciame – le digo a la secretaria del señor Williams ella solo me mira por un corto instante antes de anunciarme y decirme que puedo pasar

- Se supone que tenía que ir yo a Italia y no el Marco – le digo con una voz de reclamo

- Señor Williams, estamos en la oficina Allison – me recalca manteniendo su mirada fija en la computadora

- Licenciada Dábalos estamos es la empresa – le digo mientras me siento frente a él, el solo me da una pequeña risa

- Surgió un problema no podrás ir a Italia

- ¿Qué problema?

- No quieres saber – ¿porque sigue manteniendo su mirada en la computadora?

- Sabes lo importante que era para mí ir a Italia y conseguir ese contrato realmente necesito el ascenso

- Sé que desde que Adam murió la vida ha sido difícil para ti y más al tener que hacerte cargo de tus hijos tu sola – por primera vez en esta platica me dirige la mirada

- Cuando me case con Adam deje de hacer grandes trabajos para la empresa solo dedicándome a papeleo de archivo y sabes que en los últimos meses me he esmerado para conseguir mejores puestos y más al …

- Lo se Allison y has subido de puesto notoriamente – me interrumpe - Adam era mi amigo y es por esto que te ayudo lo mejor que puedo pero no puede ayudarte con el viaje a Italia

- ¿Por qué?

- Allison – dice eso con un suspiro – el señor Berlusconi dijo que no firmaría ningún contrato con ninguna mujer

Machismo eso era no me dejaron ir a Italia por ser mujer




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