Tres años depsues
Estaba en la universidad había pasado ya cuatro años desde que mi marca había aprecido y por raro que parezaca no estaba tan desesperada de que apareciera mi Soul Mate es más de alguna manera después de que Karina me haya dicho aquello, deje de preocuparme… Poque no tengo mucha opción, nadie lo tiene quien sabe si una policía descubre su marca con un delincuente, o una persona adinerda con un vagabundo o descubrías que a tu soul mate le quedan dos días de vida. En fin, el destino es un cabrón y que voy a saber yo.
Pero las demás personas no lo veían así se notaba que muchas veces siempre estaban desesperados, por saber quien era. Como en un café el año pasado, un chico fue a hablarle a una chica guapa y se veía un tanto engreída la cual estaba con sus amigas, diciendo una frase totalmente sacada de lugar, no obsena pero por alguna razón solo estaba buscando a su alma gemela,la chica le hizo una mueca y el se fue de allí muy incómodo. No siempre era la primera frase que se decía, pero si era normal que fueras así.
-¿Esta ocupado?-Dijo señalando al banquillo seguido donde estaba sentada en una de las mesas del campus al aire libre.
-No adelante…-dije y ella se descolgó la mochila y se sento. Tenía un cabello rosa, y una mochila rosa, parecía Pinkie Pie
Un pensamiento fugaz paso por mi mente, el cual no entendí. Los labios de esa chica se veían muy gruesos y bastante rosados, ¿Y si mi alma gemela llegará a se una chica? ¿Estoy loca o me está dando un Gay Panic?
-Ajam-carraspeo haciendo que mi mirada subiera a prestarle atención-Me prestarías tu pluma, claro aun así no tenga tinta.-dijo tratando de ladear una sonrisa, se veía muy nerviosa ¿Por una pluma?
-Ouh, claro… Ten.-dijie tendiéndole una, mis pensamientos se dispersaron de un momento.
En su rostro podía ver solo una pequeña sonrisa y ¿Descepción? Ya que por lo que ví ell esperba otra respuesta.
-Lo siento no era lo que querías escuchar…-dije para tenderle mi mano y decirle- Un gusto soy Diana.
-Soy Sandra, pero me dicen Sandi…-dijo para que le sonriera y mi entrecejo se entrecerrara por el encuentro tan penoso, más para ella.
-Tranquila, si gustas me voy, y si me pareces linda y bueno creí que serias mi otra mitad ¿sabes? Y si, eres una chica también y si soy bollera, tortillera y Perdon no quería incomodar. –dijo para comenzar a tomar los libros que ya había sacado.
-Hey, no espera, pero no entendí la mitad de lo que dijiste, y no es incomodo… Perdona si lo volví incomodo.
Ella volvió a su antigua posición y puso su mano en su mandibula para decir.
-Lo lamento, es que desde que me mude aquí solo me juzgan y es extraño… Soy Española y lo que quise decir es que soy Lesbiana y creía que te había incomodado.-Dijo lo último casi en un suspiro.
- Lo siento es que no he salido de este país y no sé de tantos términos, pero no me molesta, puedes quedarte.
Ella sonrió y volvió a tomar su lugar y Diana solo dijo.
-Oye podemos ser amigas eso no es molestia…
-¿Enserio? Bueno ya te había visto antes… -dijo sonriendo, me parecía alguien bastante alegre.
-Vamos al mismo curso de Matemáticas ¿Verdad?
-Bueno también vamos juntas a Informática. –Dijo haciéndome sonreir.
-Oye y ¿Cómo supiste que bueno, eres Gay?-dije cerrando mi cuaderno y viendo si le incomodo la pregunta pero por lo que vi no.
-Pues no fue nada fácil y mucho peor decirle a mis padres mi padre lo entendió pero mi madre, ella no. Miraba a las niñas enamoradas de los niños y pensé ¿por qué a mí no me emociona igual? Pero fue en séptimo grado, donde una chica en especial me pareció hermosa y siempre ví a las niñas de una manera diferente, una vez cuando tenía dieciséis soñé con mi Crush su nombre era Marian.-dijo tranquila y aún con la sonrisa de un lado a otro.
-Esto sonará muy extraño y ahora es posible que tu me veas a mi extraño pero creo que me dio un Gay Panic contigo. Eres muy linda, y valiente…que nadie te diga lo contrario.- ella solo rio y me dijo gracias pero debía decirle algo más- Por cierto buena forma de iniciar una conversación.
-Ay no que bochornoso- dijo tapando su cara con ambas manos- ¿Y tú ya tienes a tu alma gemela?
-No aun no…-Dije viéndola en mi muñeca- Pero no sé tampoco, cuando será.
-Como todo el mundo… -La mía es algo tonta.
-¿Qué dice?-dije dejando de lado el cuaderno y mis libros.
-¿Cuándo te invitó a cenar?- dijo, pero no pregunto por la mía igual aún no le tenía ningún sentido.
-Por qué me viniste a hablar?
-Pues te seré sincera, creí que eras mi Alma gemela y es que agh- dijo jalándose el cabello-es que bueno, es raro porque estoy desesperada por conocerla.
-explícate- dije viéndolapero tratando de no parecer grosera.
-es que no sé si conoces pero muchas veces cuando un alma gemela muere sientes como sí tú también parte de ti muere y…
-¿Tú que sentiste? –dije viendo como la sonrisa que había mantenido todo este tiempo se esfumaba.
-Sentí que me ahogaba,-dijo con una mueca leve- estaba sentada en la sala de mi casa y un dolor en el pecho, mi madre me fue a ayudar y fuimos al hospital un dolor muy fuerte en el pecho se hizo presente y lloré pensando en que algo malo le había pasado. Cuando llegamos estaba más tranquila pero yo…n-no estoy segura si está viva.-dijo comenzando a llorar, me levante y la abracé.
No sé pero, ella ya se había ganado mi amistad, y por extraña razón te daba confianza, y me di cuenta que ella tenía esperanzas de ver y conocer a su soul mate, por el contrario de mi.
Capítulo dedicado a Paula.