Esa noche Caía estaba en su habitación, sus ilusiones se habían esfumado en unos segundos, pensando se había dado cuenta del tiempo que había perdido a lo tonto, pensando en huir con su familia, ahora ya era demasiado tarde, de nada valía ya... ¿Ahora que haría?
Encerrada en su habitación su cabeza no dejaba de pensar, no podía quitarse de la cabeza ser madre de un ... ¡No puede ser! Tengo que hacer algo y pronto.
Abrió la puerta, y se asomó, allí estaba el Gen como siempre.
—¿No te aburres ahí? ¡Entra! Así vemos una peli juntos, estar aquí sola, me aburre—dice Caía.
—¡No se me permite entrar! Está prohibido socializar con humanos —contestó Gen.
—¡También está prohibido otras cosas! Y se hacen ¡Pasa anda! Me harás compañía, y ¡Podremos hablar de la peli! —Dice Caía.
—¡Esta bien! Nunca he visto una peli Caía.
—¡Siempre hay una primera vez! Te va a gustar, ¡Anda siéntate! —Dice Caía.
Mientras veían la peli hablaban...
—¡Sabes una cosa! Jamás pensé que me cayera bien un Gen, tienes que reconocer que algunos sois muy raritos jaja—dice Caía.
—Nos hicieron para controlar a los humanos, tú también me caes bien Caía, jaja—dice Gen.
—¡Estas aprendiendo a reírte como nosotros! Jajá creo que vamos a ser grandes amigos—dice Caía.
—Yo amigo de humano Caía ¡Sí! —Contestó Gen.
Al día siguiente le hicieron unas pruebas, por la mañana, estaba nerviosa no sabía cuándo iban a inseminarla, pregunto a un biólogo que estaba allí.
—¡La verdad! No lo sé, eso lo lleva otro—contestó.
Se abrió la puerta, y de repente entro Go, estaba algo más delgado y demacrado, parecía otro, las semanas que llevaba encerrado allí le habían pasado factura, tenía bastantes ojeras, pero no había perdido la sonrisa.
—¡Hola! Caía ¿Cómo estás? Tienes buena cara, veo que te has hecho ya ha estar aquí—dice Go.
—¡Hola! Go ¿Cómo te encuentras? No me ha quedado otra, pero no sé cuándo quieren hacerme eso, de ese animal...
—¡Calla te puede oír! Ese biólogo de ahí, es de los de Ion, fiel hasta la muerte, hoy no, tranquila, estoy pendiente, hablare con el biólogo no te preocupes, a la tarde nos podemos ver en la biblioteca—dice Go.
—¡Allí estaré! Go—dice Caía.
Caía se salió para el pasillo, y fue hacia el comedor, se encontró a Ion...
—¡Cada vez te veo más hermosa! Sabes que cuando quieras puedes venir a mi habitación…Eres mi mujer jaja ¡Por cierto! Mañana serás madre jaja, esta noche podemos celebrarlo—dice Ion.
Caía se quedó callada, solo le sonrió, y siguió caminando, cada vez lo odiaba más, ¨eres un asqueroso maldito, jamás me acostare contigo¨, me das nauseas, nada más verte maldito pensó...
—¿Que te ocurre Caía? Te noto nerviosa y enfadada—dice Gen.
—¿Como lo sabes? —Preguntó Caía.
—Por las constates vitales, te noto tensa, solo ocurre cuando ves a Ion, él no te gusta ¿Verdad? —Dice Gen.
—¡No! No, es eso, tartamudeo.
—¡No debes! temerme! Yo no te voy hacer daño, los amigos se cuidan, lo he leído en un libro de humanos —dice Gen.
Caía lo abrazo, ahora era el único amigo que tenía más cerca, sus palabras la habían apaciguado, unas lágrimas cayeron por sus mejillas.
El Gen cogió sus lágrimas, que caían entre sus dedos, y dijo... Los humanos tienen sentimientos y sienten amor...
Ahora sabía que podía contar con él, y que daría la vida por ella como el, le había dicho.
Go se fue a ver a su amigo el biólogo, quería hablar con él, necesitaba saber cuándo seria inseminada, para planear que hacer....
—¡Necesito hablar! Contigo, ahora mismo ¡Es urgente! —Dice Go.
—¡Espérame, fuera! Aquí dentro no.
Go se quedó esperando en el pasillo algo nervioso, los demás Biólogos parecían intranquilos, eso no le gusto a Go.
—¡Cuéntame que pasa! Que prisa tienes ¡Para que vengas aquí! ¿A buscarme? —Dice Biólogo.
—¿Cuándo le van a implantar a Caía? ¿De cuánto tiempo dispongo? Dime algo, ¡No te quedes callado! —Dice Go.
—¡Lo siento! No dispones de tiempo, hace un rato vino el asqueroso de Ion, para adelantar la inseminación, la quiere para mañana a primera hora, no hay tiempo ya, hay que inseminarla...
—¡Espera! Que piense, tengo una idea...Si claro, si no la inseminamos, al cabo de unos meses Ion se dará cuenta, que su vientre no crece, y eso pondría a la resistencia en peligro, y todos los que han perdido la vida, hubiera sido en vano, insemínala mañana como está previsto, nadie se puede enterar de lo que vamos hacer...
Sera un secreto solo tú y yo...
¿O tienes un plan mejor?
—¡No! Es el mejor que tenemos, y el más adecuado—dice Biólogo.
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Editado: 24.02.2023