Perdonar a una persona es difícil mas si esta te ha hecho bastante daño,
el cambio no se genera con solo palabras sino hechos que
demuestren que en verdad merezcan el perdón de la otra persona.
El día de hoy íbamos a ir a West View es un arrecife y puedes ir a nadar y disfrutar del maravilloso paisaje que había debajo del agua. Ese plan iba a ser familiar, los niños, Stev, Matt y yo. Se que a los niños le encantaran ver esos hermosos peces, nadar junto a ellos.
—Stev no se te olvide echar la careta y los escarpines — vocifero.
—¡Ya, no te preocupes! — grita desde la otra habitación.
Finalizo el empaquetado de la maleta que llevaríamos. Entre ella había empacado lo esencial como: Otra muda de ropa, bloqueador solar, las caretas, los escarpines, el dinero que no puede faltar y alguna que otra golosina.
Tome del armario mi vestido de baño que era de un enterizo negro, en la parte de arriba con un corte de corazón y en la parte del abdomen a sus lados dejaba expuesta un poco de mi piel. Termine de colocármelo además de colocarme un short azul.
Escucho las leves pisadas de un correteo hasta llegar a donde estoy apareciendo Ash con una maletica pequeña.
—Mami, papá ya llego—avisa.
—Gracias corazón — respondo tomando una moña que tenía en mi muñeca.
Me arrodillo para estar a la altura de mi princesa.
—Ven te agarro el cabello —. La llamo.
Ella asiente feliz llegando a mi lado y dándome la espalda para tomar su cabello entre mis manos y empezar a arreglarlo con mis dedos para realizar una coleta.
—Nunca creí poder encajar en una familia, siempre mi papá y yo luchando contra el mundo... Cuando vivíamos en la casa de Frederick todo era distinto, el ambiente se volvió sobrio y tenso. Mi verdadera mamá nunca estuvo para mí como tú los has estado. Siempre veía a las madres de mis compañeros llegar con sus hijos abrazarlos y darles un beso en su frente. Mi papá no estaba presente en mi primer año de escuela, él se la pasaba trabajando o eso creía. Cuando cumplí cuatro años me acuerdo del momento que nos fuimos de esa casa, mi padre tomo una maleta y empezó a empacar la ropa y los objetos que necesitaría. Durante estos años en que vivimos los dos a pesar de vivíamos mal, a veces no comíamos, pero recuerdo que desde ese momento sentí el cariño de un padre, el me enseñaba lo básico como sumar, algunas palabras y frases, restas y conceptos que debería de saber correspondiendo a mi edad. Nos volvimos muy unidos y ahora tener la dicha de llenar un vacío que me carcomía, quería tener una familia y los tengo. A ti, a Stev ni hablar de Eric—Un breve sollozo sale de Ash.
Tomo de la cintura a Ash y le doy vuelta para que quede al frente mío y poder abrazarla. Sus lágrimas siguen saliendo sin querer parar. Necesitaba desahogarse, ha pasado una parte de su niñez en mal estado a nivel psicológicos, una madre que no la quiere, un abuelo que la desprecia, una familia que no estaba para ella y que su único héroe era su padre. Un padre amoroso, amable, bondadoso y protector que lucho por quedarse con su hija, lucho por darle otra diferente vida, aunque la situación económica de ellos hace unos años no fuera la mejor.
Estaba dispuesta a cambiar la vida de esta pequeña, no solo en lo económico, porque tú no te puedes valer de llenar regalos y cumplir caprichos a las personas si estas seguirán vacías y dañadas. Esto no quiere decir que Ash este dañada por completo y sus sentimientos estén vacíos sin necesidad de poder recuperarlo; completamente no. Ash no solo necesitaba a su padre para llenarla de cariño y amor, sino necesita de una familia que este con ella y le brinde una calidad, que la apoye, la comprenda y la escuche en cualquier momento de su vida. Eso hare, seré esa persona que logre llenarla de amor, entendimiento y consejos.
—Lucy, hij... — No termino de decir la palabra completa.
Matt había quedado sin habla al verme hay con nuestra hija, que sollozaba y lloraba. Camino hacia nosotras sin decir nada, se veía la preocupación latente por su rostro. Le dolía, dolía ver a su hija en ese estado. Se arrodillo a mi lado, algo que no pasó desapercibido Ash que rápidamente me soltó y fue hacia los brazos de su padre, ese protector padre que estaba dispuesto con sus brazos aliviar el dolor y con sus palabras llenarla de mimos, fuerza, entendimiento y cariño.
Me puse de pie, tomé la maleta y salí de la habitación dejando el espacio para que conversaran entre padre e hija. Lo necesitaban, necesitaban sacar cada inconformidad, cada dolor y tristeza.
—Tía, sabes ¿dónde está Ash? — pregunta Eric.
—Esta con su padre conversando — aviso
—¿Paso algo con Ashley? — pregunto preocupado, mirándome con seriedad.
—Es algo complicado de explicar, pero te aseguro que luego de unos minutos estará un poco mejor —afirmo
Asintió no tan convencido. Sali de la habitación para ir hacia la salida del hotel donde está un auto alquilado. Matt conduciría, pero con la situación de Ash dudo que ahora quiera manejar. Al llegar a la salida, hacia la derecha se encontraba un Mercedez Benz E 350 AMG descapotable. Espere a Stev o Matt recostada en el auto y no espere mucho porque vi a Stev junto a Erick dirigirse hacia donde estaba. Stev tenía las llaves del auto en sus manos.