Agatha se dirigía hacia la subasta. Estuvo toda la mañana preparando el discurso que daría Alex para presentar sus joyas y buscando qe atuendo ponerse. Al final optó por un vestido rojo ajustado hasta la cintura, con un escote en forma de "v" y una falda ancha hasta un poco más arriba de las rodillas. El vestido se sujetaba de unos finos tirantes que dejaban sus hombros al descubierto. Para darle un poco más de acento al hecho de que ella no debía ser reconocida, uso una máscara del mismo color que su vestido y con ciertos detalles en dorado, esa máscara tenía la forma de una gata, elegante y sencilla.
Miraba por la ventana del taxi que la llevaría hasta un ponto decano e el sitio donde se realizaría el evento y ya de ahí iría andando. No se podía arriesgar a que nadie más supiera donde está situado el sitio. Alex se lo había advertido un millón de veces y ella no podía rechazar a Alex porque era su principal fuente de ingresos. El era el que la ayudaba a conseguir dinero con lo que ella robaba. Le pidió al taxi que parará en el comienzo del camino de tierra que se debía a de la carretera. Este accedió y recibió el dinero de Agatha por su servicio. El conductor no sospechaba nada ya que la sensación de ese camino era de uno que llevaba a un paseo ameno. Nunca nadie pensaría que llevaba a una nave en la que se juntaban los más ricos y se llevaban a cabo celebraciones de lo más grotescas.
Agatha caminaba con cuidado porque sus tacones no la permitían más velocidad de la que tenía. A demás que debía tener cuidado con las joyas que llevaba...
Quince minutos pasaron hasta que ella llegó a la nave, esta tenía todas las puertas respaldadas por guardias que estaban fuertes no, lo siguiente. Parecía que estaban tallados por el mismísimo dios. Agatha pensó que sería bueno acostarse con uno de ellos, no todos los días se ven hombres así de esculturale
-Disculpe señorita, usted no puede estar aqui-
-Vengo a ver a Alex Garza, solicito verlo más bien-
-Espere un segundo, vamos a buscarlo y por su bien espero que no nos esté engañando... -
Cinco minutos después llegó Alex...
-Déjenla pasar-
-Siempre igual Alex. Por que no puedes decirles que me dejen pasar y ya esta??-
-Ya te lo dije, así evito que alguien se intente hacer por ti y acceda a mi morada jajjaja-
-muy precavido tu eh?, a ver si la noche surge sin problema.-
-te parece si vamos a mi despacho y celebramos con antelación??, estoy seguro que te llevarás una gran suma de dinero por esas joyas que llevas-
-adelante-
Alex dirigió a Agatha hasta su despacho y allí se sentaron los dos a beber un poco de champán.
-Hoy estás muy bella quería Agatha... -
-Gracias Alex. Tenía que venir acorde con el momento que está por venir. -
-De qué será la máscara esta vez?? -
-Una gata-
-Curioso... -
Uno de los gorilas de Alex llamó a la puerta y aviso de que lo invitado se estaban sentando ya y que en breve podía comenzar con el evento. Agatha y Alex se prepararon para dar comienzo al festival.
El sitio de Agatha estaba en una de las tribunas superiores de la sala. Estaba en un sitio completamente amplio y con un escenario en el centro, en este había cuatro cajas cubiertas con una manta roja que suponía iban a ir siendo destapadas según se iban dando las apuestas. Pero había una cosa que sorprendió completamente a Agatha y es que a pesar de que todos los presentes eran millonarios y llevaban sus gorilas con ellos había un hombre en primera fila que llevaba consigo siete gorilas guardándole las espaldas. Estos iban armados y de tanto observarlo de repente se dio la vuelta. Él había sentido esa sensación de que alguien le estaba observando y rápidamente se puso a buscar al cotilla del turno, no quería problemas pero si la gente se lo buscaba era su problema. Cuando los ojos de ambos se encontraron pasaron dos cosas, uno que Agatha se puso mas nerviosa de lo normal, pero no nervios de uyyy que bien, sino nervios de he metido la pata hasta el fondo. Y lo segundo fue que el hombre que resultó ser Allan, sintió una punzada que le indicaba que a esa mujer ya la conocía y no sabía de que.
La ceremonia surgió como de costumbre y Agatha se ponía cada vez más nerviosa. Su turno era el último y para colmo Allan no dejaba de mirarla.
Ya está, Alex estaba anunciando sus joyas, los hombres en la sala estaban todos muy atentos. Alex levantó la manta de la caja en la que estaban los obsequios y la sala se quedó en un silencio sepulcral. No se oía nada y la gente se quedó pasmada y mirando a Allan con sorpresa. Este tenía una cara indescifrable pero cuando miró a Agatha que intentaba mantenerse serena su cara paso a una ira profunda que hasta se podían ver llamás de fuego en sus ojos.
Allan llamó a uno tres de sus gorilas y las susurro algo al oído. Estos inmediatamente salieron de la sala. Nadie sabía que hacer ni que decir, todos estaban espectantes a ver cual era el siguiente movimiento de Allan. Se abrio la puerta de camerino de Agatha y entraron los gorilas, por mucho que ella mentía al decir que era inocente y que forcejeaba eran demasiado fuertes y ella muy débil. Había llegado el día en el que ella iba a pagar por sus hechos. Allan no era un hombre de perdonar y menos cuando roba una de sus más valiosas pertenencias.
Los gorilas se la llevaron en un auto negro, blindado y con cristales totalmente negros. Ella iba atada de manos para no hacer nada y no sabía a dónde se la llevarían.
Holaaa, a donde creéis que se llevan a Agatha?? Cuál será su castigo??
Espero que os esté gustando la historia, si es así darle por favor estrellita.