CAPITULO II

La Cena. 
Mamá -dijo Anamar mientras bajaban la escalera -ya estamos aquí. María las miró mientras les dijo: definitivamente las joyas Cervantes brillando en su esplendor. Marcela quiso protestar, pero opto por callar cuando miro a dos invitados más de los que esperaba para esta cena. En el centro de la sala se encontraba Joaquín junto a un hombre alto moreno muy atractivo y otro hombre alto también, pero parecía extranjero. María las tomo de las manos y las llevo al centro de la sala. Joaquín Cervantes se levantó y tomo a su mujer de la cintura mientras señalaba a su hija. Déjenme presentar esta es mi amada hija Anamar Cervantes y su casi hermana Marcela Borges hija adoptiva de esta familia son mis más grandes joyas. 
¿Y yo quien soy’? - se oyó una voz varonil desde el pasillo. Tú- contestó Joaquín, soltando a su esposa para abrazar a su hijo– eres nuestro orgullo, el motivo de esta fiesta. ¿A qué hora llegaste? Le dijo mientras lo abrazaba. He llegado esta mañana, solo que mamá quería una entrada dramática. - dijo cuando abrazaba a su padre y miraba a Marcela que estaba a un lado de su madre, Anamar corrió a abrazarle; y Marcela se acercaba a saludarle detrás de su amiga sonriendo, eran más de dos años sin verse, ella se acercó y lo abrazó, pero cuando quiso soltarse, él extendió el abrazo mientras besaba sus mejillas, ni siquiera con su hermana fue tan efusivo. Cuando la soltó dijo: Papá, mamá te presentó a Victoria Conti mi prometida. María dio un pequeño brinco y se acercó a la pareja y los abrazo con efusión; eso si no lo esperaba- dijo mientras concentraba en su hijo- te felicito amor y volviendo la vista a Victoria le dijo: bienvenida a la familia Cervantes hija. 
Anamar estaba lista para despotricar en contra de esto cuando sintió que Marcela le tomaba de la mano mientras le pedía con un gesto que guardara silencio. Joaquín miró con tristeza a Marcela y dijo: felicidades hijo secamente. En la habitación en un momento reino el silencio cuando María indico que pasaran al comedor. Mama no esperaremos a mi novio- dijo Anamar.  
Lo siento Anamar Adrián me avisó que no vendría le salió un compromiso, perdón olvide decirlo, hablo cuando estabas de compras. Anamar miró a Marcela con desconsuelo y su amiga la abrazó. Mis joyas vengan les presento al capitán Paul Ruiz y al socio de mi suegro Dante Fabrici.  Tanto Marcela como Anamar saludaron sonriendo a los dos invitados. Paul no dejaba de ver a Anamar, pero sonrió al ver a Marcela. Dante solo enfocó su atención en Marcela. María las condujo al comedor y se encargó que Marcela quedará enseguida del capitán y Anamar a un lado del sexy guapo italiano socio de su abuelo quedando ellas en el medio. La cena transcurrió sin incidentes. Brindemos -dijo María- porque mi hijo se hará cargo de la empresa de mi padre y el ministro pronto se retirará. Todos aplaudieron. El capitán se sorprendió y comento: Señor ¿porque eso no se sabía? Paul o mejor dicho comandante pronto será ministro de justicia su acenso vendrá con su nuevo puesto. Así que brindemos amigos.  
A la hora de retirarse Anamar quería que Marcela se quedará, pero ella se negó argumentando que su abuelo no dormía hasta que la veía llegar. Anamar no tuvo más que conformarse. María dijo: Hija has bebido ¿Por qué no le pedimos al capitán perdón comandante que te lleve, ya que él no bebió? Y antes de que contestara el capitán Dante se ofreció a llevarla él, ya que llevaba conductor el día de hoy. El capitán se despidió, argumentando que mañana tenía cosas importantes que hacer temprano; la verdad se molestó por el atrevimiento de Dante, pero ya habría otra ocasión de desquitarse.  
Ya se habia marchado el Capitán, Marcela agradeció el ofrecimiento de Dante, pero le enojaba que María habia planeado esto para emparejarla con el capitán no lo podía creer. Anamar la abrazó y la llevó afuera de la casa; mientras le decía: Marcela has arrasado, esta noche el capitán quedó enfurecido, mi hermano te come con los ojos y Dante se siente triunfal, eres todo un caso. -Anamar dile a tu madre que no le voy a perdonar el quererme buscar novio. -Contesto Marcela con un gesto de desaprobación. Dante se acercó y tomó a Marcela por los hombros para acercarla al auto mientras abría su puerta para darle acceso. Él se sentó a su lado sonriente y se retiraron. Anamar miró a su hermano y dijo: definitivamente gracias mamá, Marcela iba feliz, aunque no se si Dante o Paul vallan a tener alguna oportunidad, pues ella se muere por Julio… pronto lo conocerá; ya deja de querer hacerla de casamentera mamá. -esto lo dijo mirando a su mamá- Estoy cansada me voy a descansar. Y despidiéndose subió a su habitación. María se dirigió a su esposo y le dijo: querido no sabía que Marcela tuviera pareja. En Francia ella no salía con nadie, ¿sabes algo de este tal Julio?  Joaquín la miro con cariño y dijo: no yo tampoco sabía nada; si no, no hubiera invitado al capitán. -Dijo develando sus intenciones. - él es un joven prometedor y aunque es viudo es de carácter parecido a Marcela creo que podrían ser la pareja perfecta. Pienso que haber invitado al socio de tu padre no ayudo nada. Ellos hablaban como si estuvieran solos sin apreciar que su hijo y su futura nuera estaban presentes y los observaban en silencio. Cuando cayeron en cuenta María se dirigió a Victoria-, Victoria ¿Cuándo celebras tu compromiso oficial?... y ¿Cuándo será la boda? ¿Ya tienen fecha? Hijo por favor necesito todo eso para ayudarle a Victoria a preparar todo. 
Rolan sonrió y dijo a su madre: Madre no te preocupes la fiesta de compromiso será después de que tome la dirección de la empresa, necesito revisar cada uno de los departamentos y evaluar su condición. - ¿Para qué esperar?, el anuncio de tu compromiso puede hacerse en la celebración de tu nombramiento. -replicó María. - ¿Qué te parece Victoria? -A mí me parece que debemos esperar a que Rolan se establezca. Y llámeme Vicky por favor. – Contesto Vicky. - Claro hija. ¿Te quedaras esta noche aquí no vi tus maletas cuando llegaste? -dijo María. No, señora mis padres tienen una propiedad en la ciudad me quedare ahí por ahora. -Vicky llámame María o mamá pronto seremos familia, además bebieron tú y Rolan quédate por favor. La habitación de Rolan es grande y tiene una cama amplia. Ahora que si prefieres dormir sola la habitación de huéspedes esta confortable. - replicó María con una sonrisa. - Gracias María pedí a mi padre que pasara por mi pues llegó ayer por la tarde, no encontramos tiempo para vernos hoy, y quiero saludarlo- sonrió Victoria, ella pensó que no la aceptarían pronto pues su padre era un modesto maestro de la universidad geólogo, investigador; viudo que se dedicó a cuidar de ella y sus dos hermanos, ella no se consideraba tan bonita como ninguna de las tan afamadas joyas de la familia. Pero tenía un muy buen cuerpo aparte de ser culta y elegante. Nadie se atrevería a decir que era fea, solo que no era tan bella cómo Anamar y Marcela. 
Mamá, papá supongo que estarán cansados suban yo esperaré con Vicky aquí, a su padre. - dijo Rolan. -Querida ve si tu padre nos puede acompañar este sábado a cenar para conocernos y si pueden venir tus hermanos sería estupendo. Hubiere querido conocerle hoy, pero si estoy un poco cansada y me voy a descansar, me acompañas esposo mío ambos se despidieron amorosamente de su hijo y su nuera. Joaquín la tomo de la cintura y subió abrazándola mientras le decía cosas al oído. Quisiera tener una pareja así -musito Victoria- Rolan la tomo por los hombros y la llevo a sentar mientras le preguntó que deseaba tomar. Solo dame una copa de vino. - respondió Victoria. 
Rolan no entiendo el porqué de esta farsa ante todos soy tu novia, pero ni siquiera me lo pediste, lo estas llevando a los extremos. Soy tu amiga, pero sabes que me interesas y quisiera ser más. Sinceramente creo que te estas aprovechando de mis sentimientos por ti. – dijo ella un poco molesta. 
Victoria te pedí un favor y accediste porque te quejas como Magdalena si tú quieres mañana les digo a mis padres que lo nuestro se acabó. Y no te preocupes no pasa nada. -contesto Rolan dándole la copa. 
Mira Rolan, solo digo que si realmente fuéramos novios no habría necesidad de fingir nada. Tu madre realmente se ve entusiasmada por nuestro compromiso, solo sería, darle gusto-Contesto Victoria. -Vicky solo te lo pedí por nuestra amistad, pero veo que me equivoque de verdad olvídalo mañana vuelves a ser soltera. - dijo él ya un poco cansado. 
Ya Rolan no te lo tomes tan personal está bien, te ayudare, pero me debes una. Seré tu novia de palabra solamente, pero no creas que te libraras de mi acoso -dijo riendo mientras le besaba los labios. Rolan se retiró un poco mientras movía su bebida. Ahora dime ¿Por qué tenemos la necesidad de mentir? 
Rolan la miró en silencio y después de un instante le contesto: mi abuelo quiere estabilidad en su empresa y el piensa que un hombre soltero no es capaz de ser estable. Terminando de hablar, entro la muchacha diciendo que el padre de la señorita Victoria estaba en la puerta y la buscaba, dejando sus copas, en lugar de hacerlo pasar Rolan la acompaño a la puerta. Salieron y saludó a Sixto Conti, - maestro ¿Buenas noches como se encuentra? - Muy bien Rolan, acabó de llegar de Inglaterra y estoy un poco cansado te parece si hablamos otro día. -hablo Sixto. Él no estaba de acuerdo con la relación entre Rolan y su hija; pero ella desde que lo conoció se habia prendado de él y aunque le contentaba un poco pensar que solo sería un capricho ella no habia quitado el dedo del renglón en estos dos años. 
Está bien maestro nos veremos otro día- dijo Rolan mientras le besaba la mejilla a Vicky. El profesor se dirigió al auto y abrió la puerta del pasajero para su hija. 
Rolan camino hacia la habitación pensando en lo único que tenía lugar en su mente esa noche: Marcela y lo bella que se veía. Ya hacía tres años que no la tenía cerca y si, su cuerpo habia madurado, más glúteos, la cadera más amplia y esos senos que lo volvían loco. Él la habia devorado con la mirada, pero ella lo estaba ignorando totalmente. Ese abrazo se habia quedado en su corazón, pero ¿ella sentiría lo mismo que él? La duda lo carcomió toda la noche. Además ¿Por qué sus padres quieren que sea pareja de alguien más? 
Ese par de estúpidos se la comían con los ojos, pero no sería para ninguno de ellos de eso se encargaría. ¿Y quién rayos es Julio?  ¿Porque su hermana dijo que estaba loca por él? Será el tipo de España aquel que la acompañaba cuando fue a buscarla después de que dejo todo y se largó a terminar la universidad en España. Marcela es la última vez que te escapas. - dijo dando un fuerte golpe a la pared. 
Marcela llegó a su casa y se despidió de Dante agradeciéndole su atención. Dante dijo: un simple gracias Marcela que te parece si mejor te invito una cena o a salir ¿Qué dices bonita? - Dante me encantaría solo que no podrá ser esta semana pues mis alumnos tienen exámenes y debo prepararlos para ello. Además, entra Rolan a la compañía y es necesario mostrarle todos los diseños para la nueva campaña de ropa y zapatos que la empresa lanzará próximamente supongo que estarás enterado socio. Dante sonrió y dijo: sé que esto no es un pretexto porque yo mismo he preparado la campaña. Pero no puedo más pensar que me estas rechazando. Y puso la mirada triste. Esto hizo sonreír a Marcela quien le dijo: dame tu teléfono él lo tomo, lo desbloqueo y se lo paso después a ella, lo tomo e inscribió su teléfono. Luego se lo devolvió a Dante que lo marco inmediatamente haciendo sonar el celular de Marcela. Marcela terminó de despedirse y entró.  
Su padre la esperaba en el vestíbulo y la saludo cariñosamente: buena noche Marce te divertiste. Tu abuelo no dejo de preguntar por ti, era su noche de ajedrez. 
Lo lamento papá, pero no pude decirle que no a la señora María, ya la conoces … -respondió Marcela. – y porque no la llamas María como ella te pidió, o mamá, siempre a soñado que le digas así. - Dijo Antonio Borges, mientras caminaban a la cocina. 
Papá ya tengo mamá, aunque se fue, estando yo muy pequeña, siempre ha estado en contacto; no tanto como yo quisiera, pero, en fin, no deja de ser mi madre y aunque María es excepcional, solo no quiero que piense que hay alguna oportunidad entre su hijo y yo. ¿Me entiendes papá? 
¿Mi niña no crees que ya es tiempo de presentarles a Julio?... dijo Antonio. 
Papá ya lo hablamos me duele la cabeza, me voy a dormir. Buenas noches que descanses. Tomando un bote de agua mientras caminaba hacia la habitación.