Capítulo X
A la mañana siguiente, muy temprano por la mañana Anamar recibió una nota en el teléfono donde decía:
Buenos días Señorita Cervantes me permitió agradecerle su interés por hacer negocios en nuestra compañía; pero lamentablemente por el momento no podemos corresponder a su preferencia. En este momento nos encontramos lanzando dos líneas, una nacional y otra en el extranjero, además de lanzar una subasta internacional.
Nos gustaría recomendarle dos maestros orfebres que trabajan para nosotros eventualmente y son magníficos.
Se le contesta por este medio a petición de usted misma. No si antes hacerle saber que tendrá la misma respuesta y le será entregada oficialmente en su oficina, en ella contiene los datos de estos trabajadores.
Quedo a su disposición para cualquier aclaración.
Demián Martínez.
Asistente de presidencia.
Anamar no podía dar crédito, Adrián estaba sobrepasando su paciencia.
Pero ella no se despertaría, buscaría ganar terreno poco a poco, por lo pronto debería ir a la empresa a decirle a su hermano que había fallado en la encomienda.
Cuando bajaba las escaleras vio a su madre que salía de la cocina.
-Mi hermosa hija, vas deslumbrante, ¿A quien piensas conquistar arreglada así? Lo matarás de celos o de un infarto.
- Mamá no seas tan exagerada, solo iré a trabajar y después visitaré a Adrián en su empresa.
- Princesa, tu padre habló con él, un día después del reportaje que vimos dónde le declaraste tu amor y...
Él le dijo claramente a tu padre que no tenía intención de tener una relación contigo. - Le dijo su madre mientras ambas se dirigían al comedor.
- Mamá, tu sabes que él no puede aceptar que lo haya dejado, pero te aseguro que me sigue amando. Lo sé, por cómo me mira, y... no negó su relación conmigo.
- Mi joya, no quiero que te hagas ilusiones, no quiero verte sufrir.
- Me voy a trabajar, no te preocupes más. Mamá gracias por estar aquí para escucharme.
- No desayunas, hija, por favor come algo. Anamar tomó una manzana y se la llevó a las boca luego se acercó beso a su madre en la frente y se despidió.
Llegando a la empresa se dirigió a la oficina de su hermano. Quien la saludó abrazándola por el cuello y llevándola al asiento mientras le sonreía.
- ¿Quien viera? A todo un empresario jugando con su hermana como si fuera un niño pequeño.
-Tengo permiso de no madurar hasta que me casé, firmado por ambos padres.
- Eres un idiota. Quien te va a hacer caso así. Por Cierto ¿Como esta Viky? Y ¿Ya sabes cuándo se van a casar?
- Hermanita ¿No te cansas de molestar? Pero dime ¿Como fue la negociación con tu ex?¿Lograste algo? ¿Va a cooperar con nosotros?
- No es mi ex, es mi amor, pero no, dice que no puede apoyarnos en esta colección, pero pone a nuestra disposición dos de sus mejores orfebres.
-Eso está muy bien, pero ¿Podrá proporcionarnos materia prima, él trabaja solo con materia de primera calidad? Con los diseños de Marcela y los maestros orfebres solo faltaba la materia prima, pues ya se había acondicionado un taller para elaborar las piezas de esta nueva colección.
Any ¿Puedes decirme si Marcela está saliendo con alguien en este momento?
-Anamar sonrió de forma burlona y dijo: Rolan estas comprometido no te acerques a mi hermana entiendes.
Ya tienes a Victoria así que déjala en paz.
- No es oficial mi compromiso, y aún puedo cambiar de opinión.
-Deja ya eso, ella no está interesada. Llamaré a los orfebres hoy mismo y iré a preguntar a la empresa de Adrián si pueden proporcionarnos la materia prima a un buen precio. Hasta luego.
- No importa lo investigare yo mismo...
Anamar salió de ahí dando un fuerte portazo, no quería escuchar más tonterías. Amaba a su hermano pero no lo dejaría acercarse de nuevo a Marcela ese error no lo cometería dos veces.
En el hospital Erika había decidido salir a descansar pues tenía un tiempo entre su última consulta y la próxima consulta cuando se dirigió a la cafetería del hospital recibió una llamada.
- Buenos días mi amor. Contestó Adrián al otro lado del teléfono. ¿Puedes salir un momento?
- Hola amor, por supuesto ¿Dime donde estas?
Adrián le dijo dónde se encontraba y ella bajó para encontrarlo. Cuando ella llegó Adrián la tomó por la cintura, la acercó y la besó. Erika se sorprendió y cuando se separó de él se veía muy linda con su cara roja.
Ella tímidamente le preguntó: ¿Pasa algo?
Adrián sonrió al escucharla y le dijo: esta mañana saliste más temprano que de costumbre de casa y no te despediste, aparte de que no tomaste tu desayuno. El saco una lonchera del auto y la puso en sus manos mientras besaba su frente.
-Perdón dijo ella debía revisar unos exámenes temprano antes de intervenir a una persona y la cirugía sería a las ocho dela mañana.
-Debo salir en un viaje al extranjero a preparar una subasta, estaré unos días fuera; no quiero irme si despedirme y darle un último beso a mi mujer.
Erika suspiro y dio un beso a la mejilla de su esposo, pero el aprovechó el acercamiento para besarle en la boca mientras la aproximaba más a su cuerpo. Ella lo abrazó por el cuello, ante la mirada de los transeúntes, era evidente que ellos estaban enamorados. Al director del hospital no le pareció la escena, pero estando fuera de las instalaciones no debía decir nada.
Me voy -dijo Adrián- te llamaré en cuanto llegué, desayuna y por favor cuida de ti y del abuelo. Erika se despidió y se dirigió al consultorio pues ya no tendría tiempo de comer hasta más tarde. Ella sintió una alegría indescriptible al mirar en la lonchera un termo con café y una nota que decía:
Disfruta tu desayuno, como yo disfruto de tu tiempo conmigo cada día. No dejo de pensar en ti.
Además de una rosa roja, dos recipientes uno con comida y el otro con fruta, un bote con jugo y dos pequeños chocolates. Ella guardó su almuerzo pues su paciente ya había llegado.
Anamar llegó a la empresa de Adrián para enterarse que él se encontraba de viaje. Aún así hablo con el gerente de la posibilidad de que pudieran suministrar a su empresa materia prima para la elaboración de sus nueva colección; después se dirigió a su empresa a la oficina que Marcela ocupaba. Cuándo llegó Marcela estaba ocupada realizando un diseño especial de un bello collar.
Marcela dejó de trabajar para saludarla con un abrazo. Después mostrándole su trabajo le preguntó: ¿Que te parece? a mi me encantó.
-Es bellísimo Michi, pero siéntate necesito decirte algunas cosas que no tienen que ver con el trabajo. Ella tomó asiento y luego continuó: Como sabes no me he rendido y se que conseguiré que Adrián vuelva a mí. Marcela intentó decir algo pero Anamar prosiguió: sé que no estás de acuerdo, no tienes que decirlo, solo escucha. Lo amo y sé que él me ama también, aunque finja ser frio conmigo, solo quiere alejarme por el error que cometió al casarse..
Marcela no pudo quedarse más tiempo callada y pregunto:¿Él te lo dijo Any? ¿Ya lo hablaste con él?
-No - contestó ella- pero se que es así.
- Mírame y dime que es lo que te hace creer eso.
-Se que te parece difícil creer en el amor para siempre por lo que te hizo mi hermano, pero de verdad lo de Adrián y mío fue algo muy especial y único y yo aún lo siento; por eso no voy a dejarlo ir.
-Amiga hablas de tu amor en el pasado y solo tomas en cuenta tus sentimientos. Por favor háblalo pronto con él, para que conozcas sus sentimientos nada me gustaría más, que verte feliz y celebrar contigo en lugar de estar preocupada.
-Anamar no pudo seguir con este tema y decidió hablarle de su hermano.
-Sabes que mi hermano me preguntó si salías con alguien en este momento.
Marcela contestó en un tono serio: Anamar te suplicó que no vuelvas a mencionar ese asunto por favor, lo de Rolan y yo esta en el pasado.
- No te engañes Michi, hay muchas cosas pendientes entre ustedes y creo que deberían hablarlo cuanto antes.
-Se que hay algo que debo hablar con él, pero será hasta que se comprometa formalmente.
- Para que esperar, ya has guardado mucho tiempo ese secreto mi hermano debe saber que tienen un hijo y mis padres deberían disfrutar de su nieto.
- No quiero que Rolan piense que hay una oportunidad entre nosotros, por eso no se lo he dicho entiéndeme.
- He respetado tu deseo aunque no estoy de acuerdo, te he apoyado, pero mi sobrino necesita de su padre y sus abuelos, ya deja de ser egoísta por favor.
En ese momento se acercó la secretaria para anunciar que el director de la compañía estaba aquí. -Hazlo pasar por favor. Dijo Marcela mientras se ponía de pie. Anamar se quedó cómodamente sentada mirando la expresión de ambos cuando se saludaban.
-Buenas tardes señor director tengo los nuevos diseños que quiero mostrarle para esta colección. y le extendió la mano. Siéntese por favor. El demoró en soltar su mano y contestó: Arquitecta Borges, me felicitó por tener trabajando para la empresa a alguien tan diligente como usted. Claro que quiero discutir los diseños con usted, pero me gustaría hacerlo esta noche en una cena ¿Que le parece?
-Señor me temo que esta noche no será posible, recopilare, todos los diseños, ya que algunos están en mi casa, le parece si mejor comemos mañana, en lugar de cenar.
Anamar intervino diciendo: Marcela me urge que Rola apruebe esos diseños así que deja esto y ve a tu casa por lo que falte; y tomo los más de cien bocetos dándoselos a su hermano. Esta tarde estuvieron aquí los maestros orfebres y negocie un muy buen precio de materia prima con dos de nuestros proveedores. Esto ya no puede esperar más en un mes sale la colección. Ve y regresa a la compañía y que Rolan te esperé; se que ya pasa de tu hora de salir pero esto es urgente.
Marcela asintió con la cabeza, fue a tomar su bolso, su llaves luego se despidió y retiró.
Cuando Rolan se puso de pie Anamar dijo: De nada hermanito. y se levantó. Tienes solo una oportunidad si la hechas a perder me ocuparé de que no la vuelvas a molestar.
El la miró desconcertado y pregunto: ¿Parezco alguien que desaprovecha buenas oportunidades? olvídalo hermanita y gracias por la confianza.
Anamar decidió ir a casa para pensar en una mejor estrategia para bajar totalmente la guardia de Adrián, ya que él no debía rechazarla más.
Erika y el abuelo cenaron juntos en un restaurant y después dieron un paseo por la ciudad quedaron de que ese fin de semana podían ir a la playa en una casa que el abuelo tenía que la había heredado de su padre y ya hacía tiempo que no visitaba.
Adrián hizo una videollamada cuando ellos estaban llegando a la casa y ambos le contaron su plan de ir a la playa y que lamentaban que no estuviera aquí para acompañarlos.
El abuelo se retiró a su habitación mientras Erika le contaba a Adrián la salida con el abuelo.
-Amor me preocupa la salud del abuelo, hace más de seis meses de su último chequeo. Lo convenceré de que se haga el chequeo aquí. ¿Que te parece?
-Estoy de acuerdo, pero ¿Se a puesto mal acaso?
-Solo lo he visto más cansado. Gracias por el almuerzo me encantó pero era demasiado.
- Sabes me hubiera agradado verte comiéndolo.-contesto- es encantador cuando te brillan los ojos porque encuentras algo que te gusta mucho.
Estoy extrañando poderte abrazar, me hace falta tu cuerpo.
Esta declaración dejó muda a Erika quien estaba más roja que la luz de un semáforo. Y siguieron conversando hasta que el cansancio les ganó no hubo despedida solo los dos a quienes el cansancio les ganó la batalla.
Editado: 26.10.2021