Capítulo XI

Esta semana se ha ido rápidamente-  comento Erika a Marcos - me ha encantado estar en el dispensario. 
-¿Y realmente te ha tocado hasta hoy una emergencia? 
- Cosas urgentes pero sencillas, un frijol en la nariz, un brazo roto, de lo más  difícil un parto y después de que nació la pequeña la llevaron al hospital.  Después de todo ha sido una semana tranquila. Abuelo me marcho quiero llegar a tiempo al trabajo ¿Nos vemos por la noche para cenar?
-No hija, hoy saldré con unos amigos, hace mucho que no tenemos una partida de dominio.
Erika beso su frente y salió. 
Adrián tenía más de un día sin comunicarse pero  sabía de antemano que subasta tardaría  algún tiempo. Hoy era un viernes y se veía muy ocupada la sala de espera de Urgencias por lo visto hoy no sería un día para descansar definitivamente. 
-Anamar se que has estado buscando al investigador ¿No se a reportado aun? 
- No, aún no se ha reportado, Michi, pero me lo recomendó papá así que sé, él es lo mejor para ese trabajo.
No me has contado, ¿Ya le hablaste a mi hermano de mi sobrino? 
-Por favor en el trabajo no hablemos de eso. Te prometo se lo voy a decir pero necesito un poco de tiempo. 
-Marcela necesito que supervises la elaboración de la joyería, es indispensable que se realicen tal y como están los diseños y que se optimizen la producción para que no se desperdicie materiales. Comentó Rolan entrando de pronto.
-Yo recuerdo que mis padres nos enseñaron a tocar la puerta, hermano,  podríamos estar haciendo algo que no debes ver...
-Dejate de tonterías Anamar, es mi empresa puedo ir a cualquier lugar.
- Con su permiso tengo trabajo, la oficina es  toda suya, para que la usen como quieran, aunque un ring de box les queda mejor en el estacionamiento, la oficina es muy pequeña- dijo Marcela y salió  con los bocetos en la mano.
Rolan quiso seguirla pero Anamar lo tomó del brazo.- Te di la oportunidad para que hablarán  y no lo hicieron ya déjala en paz.
-Anamar no vuelvas a molestar, yo soy tu hermano, no ella, por lo tanto deja de protegerla de mí, no pienso hacerle daño solo quiero hablar con ella sin que nadie interfiera.
-Tú no piensas ese el problema. Voy a trabajar hay muchas cosas pendientes, pero solo quiero pedirte de nuevo aléjate. 
-Eso no va a suceder. Dijo y salió detrás  de Marcela. 
Anamar volvió a marcar el número del detective de nuevo mientras se dirigía a su oficina. -Buenas tades...  se oyó al otro lado del teléfono.
- Señor Darío creo que he tenido mucha paciencia esperando por usted.
-Señorita Cervantes tengo noticias importantes diga cuando nos vemos. 
-Bien estoy ocupada esta tarde pero ¿Le parece que nos veamos esta noche a las nueve en el café donde nos encontramos la primera vez?
-Esta bien. la veo esta noche.

Erika estaba sentada descansando después de tener una tarde muy pesada, cuando al fin se había desocupado y Erika pensó que podría tomar algún alimento, entro en el dispensario un joven cargando a otro gritando por ayuda médica. Ella corrió para darle atención y cuando lo colocaban sobre la camilla se dio cuenta de que ambos  jóvenes estaban heridos de bala el que venía inconsciente tenía una herida de bala entre el pecho y el hombro, la bala había entrado y salido pero brotaba sangre en gran cantidad  y otra le había rozado el brazo al parecer la bala solo le había quemado la piel; la doctora revisaba las heridas intentando detener la hemorragia del que se había desvanecido,mientras que al compañero que lo cargaba, estaba herido en la pierna pero parecía no darse cuenta. 
Le indicó a una enfermera que se llevará a otro cubículo y fuera explorandole la herida en la pierna. Le pidió a la recepcionista que llamara al hospital porque el dispensario no contaba con todo lo necesario para este tipo de emergencias. Después de examinar las heridas, vio que el impacto más peligroso era el del pecho pues estaba del lado izquierdo. Después de un tiempo logró detener la hemorragia pero no se sentía tranquila pues aunque los signos marcaban que todo estaba bien.  El paciente no despertaba, temía que hubiera algun derrame interno, solo quedaba esperar a que llegara la ambulancia que lo llevara a hospital. Al otro joven solo tenía una herida superficial en su pierna así que aunque iría  al hospital no se quedará internado, su compañero no contaba con esa oportunidad. 
En el dispensario no había  ya nadie esperando atención pues debía cerrar a más tardar a las 8:00pm y ya estaban pasado cuarenta y cinco minutos después de esa hora, pero la ambulancia no llegó a recoger a los heridos a pesar de que se le había telefoneado en varias ocasiones. El dispensario no contaba con las instalaciones para que los heridos pasaran ahí la noche. Erika esperaría un poco más, pero ella sabía que una ambulancia nunca tardaba mucho tiempo.
Erika cambió la solución intravenosa, se acercó para tomar la temperatura aunque eso lo hacía el personal de enfermería, ya no había casi nadie en el dispensario. Solo estaba ella, los heridos, el vigilante y el chófer de ella.
Cuando ella revisaba los ojos del paciente para buscar movimiento en ellos, él paciente despertó, se quedó  largo tiempo mirando los hermosos ojos grises de Erika, por eso no la escuchó cuando ella le preguntó cómo se sentía, - buenas noches - dijo ella mientras iluminaba de nuevo sus ojos para buscar una reacción - ¿Como se siente?¿Sabe dónde está?
Él solo miraba su rostro, ella después de esperar un tiempo su repuesta le hablo de nuevo- ¿Sabe como se llama? A lo que él contestó con una voz muy débil- mi nombre es Paul.
Erika se sintió feliz de que su paciente haya despertado y este conciente.
Le he inmovilizado el brazo y el hombro con el fin de que no se lastime, le pido por favor se mueva lo  menos posible y si deside moverse hága el menor esfuerzo que pueda.
La ambulancia llegó después de quince minutos. Ella subió a  la ambulancia con ambos heridos y le pidió  al conductor que la siguiera  porque debía entregar los reportes médicos personalmente y de ahí  volverían a casa. cuándo Erika bajó, Paul le preguntó su nombre. Dra. Erika Salers - contestó y después se dirigió al médico que salió a recibirlos.