Amar Lastima

32

Luego de un par de horas todos se despidieron y se fueron por caminos diferentes. Renzo decidió llevarse a Nara a parte, quería darle un obsequio sorpresa. Ella no esperaba ese gesto y estaba muy sorprendida pero acepto ir con él. Este la llevo a una pequeña casa en la cima de una pequeña colina a las afueras de la ciudad, cuando llegaron le dijo a Nara que le regalaba esa casa. Ella lo miro asombrada. Era una casita pequeña, parecía sacada de un cuento de hadas, tenía un lindo jardín en frente, en cuanto entraron vio dentro, era como una casa normal, en las dimensiones de las casas que ella conocía, nada que ver con aquella enorme casa donde vivían ahora y que a ella le parecía más bien una cárcel de lujo. Ella volteo a verlo con los ojos acuosos. El se acerco a ella la tomo por los hombros ,la puso frente a él y le dijo.

  • Sé que entre nosotros nada ha sido normal y que nunca antes había considerado tus sentimientos, solo los míos y con eso te hice sufrir un infierno, por eso a partir de hoy quiero que vivamos en esta casa, quiero que sea un nuevo comienzo para nosotros tres – acaricio suavemente su vientre y Nara sintió un leve escalofrió – en eso se puso de rodillas, le tomo la mano y le pregunto, Nara ¿te gustaría ser mi novia, la mujer de mi vida y la madre de mi hijo y vivir en esta casa conmigo y nuestro hijo?
  • Nara sintió las lagrimas derramarse por sus mejillas y con un hilo de voz respondió… sí, me gusta mucho esta casa y me gustaría ser tu novia Renzo, me gustaría mucho que mi hijo naciera y se criara aquí.

Renzo sintió su corazón latir desbocado, la alegría que sintió hizo que sus lágrimas se derramaran por sus mejillas al igual que Nara, se levanto del suelo, pego su frente a la de ella y en un susurro le dijo: si me lo permites me gustaría besarte al contenido de mi corazón. Ella solo asintió levemente y fue suficiente para que él se desatara a besarla en un beso urgente, apasionado y dulce a pesar de las lágrimas que mojaban sus rostros. Cuando se separaron en busca de aire para respirar y calmar el agitado latido de sus corazones ambos secaron su rostro son sus manos, él le dedico una sonrisa dulce y volvió a besarla, esta vez un poco más calmado, disfrutando de la suavidad y dulzura de sus labios rojos, ella por su parte solo se dejaba llevar por las sensaciones nuevas para ella. En algún momento el la tomo en brazos y la llevo hasta una habitación hermosa, con una cama enorme, donde la deposito muy despacio y con cuidado se posiciono sobre ella sin dejar de besarla. Se dejaron llevar por la pasión desenfrenada, y aunque ella se sentía nerviosa y confusa solo cerro sus ojos y se dejo guiar por aquellas manos y aquellos labios que sabían muy bien lo que hacían.

Al día siguiente Nara amaneció abrazada por unos brazos que la sujetaban con fuerza desde la espalda, ella se removió para levantarse pero Renzo no se lo permitió. La pego más a su pecho y le susurro al oído:

  • Aun es muy temprano, adonde crees que vas mi vida… duerme un poco más dijo Renzo
  • Por favor suelta, necesito ir al baño, y tenemos hambre… dijo ella.
  • Con esto Renzo froto con cariño su pancita y la soltó, y mientras ella estaba en el baño él fue a la cocina por algo de comer.
  • Ella lo vio tomando algunas cosas de aquí y alla como si ya conociera bien el lugar, entonces entro a la cocina para ayudarlo, tomaron el desayuno allí en la cocina, juntos, en la paz que les proporcionaba su pequeña casa.
  • Nos quedaremos aquí? Pregunto nara, yo no tengo ropa para ponerme dijo mirándose, llevaba puesta la camisa de renzo.
  • Renzo la vio, levanto una ceja y contesto, nos quedaremos todo lo que quieras y a decir verdad no me importa que no tengas que ponerte, dijo con una sonrisita picara de lado que hizo que nara se sonrojara.
  • Es en serio, dijo ella.
  • No te preocupes, aquí tienes todo lo que necesites por ahora, pero creo que debemos hablar con nuestros padres.
  • Claro, los padres, dijo ella de repente sumida en sus pensamientos…
  • ¿Se puede saber qué piensas? dijo el tomándola de la cintura y pegándola a su cuerpo.
  • Nara no supo que decir, se sintió abrumada por esa extraña sensación que la atontaba por completo y no la dejaba pensar con claridad. Como pudo respondió,- pues, que no se que puedan pensar de esta decisión.
  • Renzo toco su mejilla con sus dedos despacio y le dijo: eso no debe preocuparte para nada, estoy seguro de que no  les molestara, en cambio creo que  estarán muy satisfechos con el curso de los acontecimientos. Sonrió y la volvió a besar sin darle tiempo de pensar en nada más.

A medio día salieron de la casita rumbo a la mansión, Renzo ya los había llamado de manera que estaban esperándoles cuando ellos llegaron. Al verlos juntos  tomados de las manos y sonrientes se sintieron aliviados. El padre de Nara también estaba complacido cuando les contaron los planes de mudarse a la nueva casa. Entonces les dijo que el volvería a su casa. Ella se mostro un poco reticente pero no le quedo de otra  que aceptar, de todas maneras mantendría el contacto con su familia y amigos y podría verlos cuando ella quisiera.



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En el texto hay: obsesion, amor, dolor y muerte

Editado: 20.06.2021

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