Amarte es lo único que me importa

Capítulo # 5

Capítulo # 5

En la clínica Jones.

Tommaso dejo a Adrien en la puerta de la clínica Jones.

Una joven enfermera se acercó a él.

—Vengo a buscar, a la señorita Elisa Palumbo.

La joven abrió los ojos con asombro y sonrió divertida.

—¿Es su novio?

Él se quedó estático. ¿Por qué esa jovencita es tan directa?

—Soy un amigo.

—Venga —dijo la joven, caminando como si nada— siempre está en el área de medicina general.

—¿Y ahora estará desocupada?

—No, le diré que es una emergencia —comunica con una sonrisa en los labios.

—Está bien —dijo Adrien un poco confundido.

Elisa estaba saliendo de su consultorio, cuando sintió que alguien está llamándola, entonces camino rápidamente, no quiere que nadie esté molestándola.

Adrien sonríe por la actitud tan infantil de Elisa Palumbo.

—Doctora, su novio, la busca —habló un poco fuerte la enfermera.

Elisa giró y se sorprendió al ver a Adrien en la clínica. 

—Hola, Adrien —habló ella acercándose a él.

—Hola, quise venir a verte —confiesa con una sonrisa en los labios.

Ella le sonrió y lo agarró de la mano para llevárselo a su consultorio.

—Ven.

Él sonrió por lo contenta que está ella por verlo ahí.

Elisa entró con Adrien a su oficina, al cerrarla le ofreció chocolates y un poco de café.

—Este es mi lugar de escape.

Adrien tomando un poco de café. 

—Los chocolates están deliciosos.

—Me alegra que te guste, mi padre a veces me los hace. O yo los hago —confiesa, con una sonrisa en los labios— mi padre y mi hermano, son unos excelentes cocineros.

—Me encantaría comer, algún día tu comida —dijo mirándola.

Elisa le sonrió un poco.

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En el hotel Bianco.

Alessia se encuentra rodeada y en compañía de los Bianco.

Zoe está detallando a la joven Jones.

—¿Y siempre tienes tiempo libre?

—No —respondió a la exesposa de Claudio— mi agenda es bastante apretada.  

—Y. ¿Tienen mucho, que comenzaron a salir? —preguntó Zia mirando a su padre.

—No —mintió Claudio— tenemos poco.

—Es que Claudio, es muy responsable —comenta Alessia.

—Deberíamos llevar a Alessia, a la casa de campo —habló Zia emocionada.

—¿Y qué te gusta de deporte? —preguntó Erika, mirándola— es que mi familia, le encantan mucho los juegos.

—Me gusta de todo, pero me encanta el fútbol —respondió, Alessia con una sonrisa— soy Barcelonista de las buenas.

Claudio la mira sorprendido.

—¿Qué? Si el Real Madrid es lo mejor —dijo, con una sonrisa burlona— estás como mi madre.

Erika agarrando a Alessia del brazo.

—Alessia y yo sabemos, que el Barcelona es el mejor equipo del mundo.

Alessia sonriendo.

—Es cierto, ser Barcelonista es lo mejor.

—Yo también soy Barcelonista —habló Zoe con una sonrisa y mira a Zia— esa traidora es del Real Madrid como su padre.

—Yo también pertenezco al Real Madrid —aclara Gina sonriendo.

—¿Y qué deporte te gusta? —pregunta entusiasmada Erika, ninguna de sus nueras le gustaba el deporte, excepto Zoe que siempre le ha gustado y disfrutaba ir con su hijo Luca.

—Juego beisbol con mi amiga Elisa —le responde— ella es una excelente deportista.

—Qué emocionante —comenta Zia emocionada.

—Creo que es hora de irme —habló Alessia mirándolos.

—No —dijo Gina, agarrándola del brazo—. ¿Quédate hasta la noche?

—Pero, no será muy molestoso —comenta ella mirándolos.

—Claro, que no —aseguró Claudio— parece que las mujeres Bianco, quieren conocerte un poco más.

—Entonces, me voy a cambiarme de ropa y regreso —aclara Alessia levantándose de la silla y mira a Claudio—. ¿Me podrías llevar?

—Claro.

Alessia se despidió de la familia Bianco, para irse a su departamento para arreglarse y así disfrutar de la compañía de la familia Bianco.

Claudio llevó a Alessia para su habitación y ella se cambió rápidamente para irse rápido, no quiere tardarse mucho para que Claudio no vaya tarde a buscarla.

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En la clínica Jones.

Adrien no para de reírse, porque Elisa tuvo que esconderlo, cuando llegaron a supervisar su consultorio. Intento no reírse por lo nerviosa que estaba. 

—Estabas muy cómica —dijo Adrien soltando una carcajada.

—Odioso —dijo, Elisa sonrojada— tienes que irte, me pueden regañar.

—Está bien, vengo a buscarte. Después de tu salida —comunica sonriendo.

—Está bien, te llevaré a lugares divertidos —con una sonrisa en los labios.

—Estaré esperándolo con ansias.

—Sí —afirma Elisa sacándolo de su oficina con cuidado.

Elisa vio partir a Adrien y sonrió al imaginarse cómo será su primera cita con él.

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Horas después.

En el hotel Bianco.

Alessia se colocó un vestido rosado entallado hasta la cintura y suelto hasta las rodillas, es un vestido que lleva un adorno en la cintura en forma de mariposa, como tiene el cabello largo, se hizo unos rulos y se colocó un broche de medio lado, para darle un pequeño cambio.

El timbre sonó.

Ella abrió la puerta y sonrió al ver a Claudio sonriendo. 

—¿Estás lista?

—Sí.

—Estás preciosa —dijo agarrándola de la mano y girándola para detallarla— eres toda una belleza.

Alessia sonriendo con emoción.

—Voy por mi bolso —anuncia emocionada.

—Mi familia está encantada contigo —confiesa, él cerrando la puerta del departamento— dicen que eres muy diferente.

—Parece que a tu madre no le caí muy bien —comenta un poco insegura, quiere llevar una relación tranquila y disfrutarla al máximo.

—No, ella es así. Te digo algo, está emocionada de verte de nuevo —dijo agarrándola de la cintura y pegándola a su cuerpo— y si, nos damos un poco de cariñito.




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