Capitulo 13. Flashback

Rosa

—Si te vas por esa puerta no sabrás realmente lo que os pasa, porque tenéis ese poder la una con la otra de entrar en los recuerdos de ambas. Porqué cada vez que os tocáis os transportáis al pasado—Me dijo Sol. Me pare en seco.

—¿Tú lo sabes?

—Ven, tenemos que contaros algo muy importante—Me llevaron otra vez a la sala en la que estaba pero esta vez abrieron la puerta de par en par y estaban todas, Sol, Luna, Celeste y yo.

—Muy bien, ¿qué está pasando? ¿Por qué parece que va haber una catástrofe o algo?

—Rosa, ¿te suena el nombre de lavanda?

—¿Lavanda? Ah sí, derrame un frasco cuando empecé a trabajar en la tienda, ahí fue cuando empezamos a…—No dije nada más.

—La lavanda es una planta medicinal, antiguamente se servían para curar a los enfermos y actualmente es una aroma muy popular entre la gente, pero hay muchos tipos de esta planta, la que tu derramaste se llama la lavanda del sueño.

—¿La lavanda del sueño? ¿Y qué hace?

—Ya lo has visto tu, te duerme y sueñas con tus recuerdos más profundos.

—Pero solo me duermo cuando toco a Blanca ¿por qué?

—Creemos que la lavanda que tu derramaste tenia algún hechizo, tendríamos que mirar que hechizo es pero todo apunta a que es un hechizo de memoria y de recuerdos—Dijo Luna.

—Quien hubiera hecho este hechizo quería que por alguna razón las dos vieseis recuerdos de la otra.

—¿Y qué tenemos que hacer para romperlo? ¿O no se puede?

—Hay una manera, tendréis que reunir los ingredientes que ahora te apuntare para traérnoslos aquí y así poder hacer una pócima para ambas.

—Yo os ayudare—Dijo Celeste.

—De todas maneras es mejor mantenerlo en secreto, no sabemos quién os hizo eso y que intenciones tiene—Dijo Sol.

—De acuerdo, veamos los ingredientes.

Sol y Luna escribieron sobre un papel blanco todos los ingredientes que necesitábamos para deshacer el hechizo, conjuro o encantamiento, no sabía cómo llamarlo. El caso es que era difícil aceptar que estábamos hechizadas.

Luego de esa noche busque por encima a Blanca, la habría buscado toda la noche pero Celeste me llevó a casa y estuvo conmigo hasta que recibió un mensaje de Mauro diciendo que estaba en su casa, me tranquilice y pude dormir en paz.

Al día siguiente le mande un mensaje a Mauro y me envió la ubicación de donde se encontraban.

—¿Hechizadas? ¿Y esta es la lista?

—Sí, tenemos que buscar todos estos ingredientes para la pócima.

—No son precisamente pocos—Dijo Mauro al verla.

—En realidad no podemos enseñarlo a mucha gente así que por favor Mauro, no se lo cuentes a nadie.

—Tienes mi palabra—Mauro seguía igual de aspecto, rubio con ojo azules, casi rapado la verdad, llevaba ropa deportiva, sudadera y chandal, básicamente.

—¿Y por donde empezamos?—Le pregunte.

—¿Qué tal por lo más fácil? Estas tres cosas están en la tienda.

—Pero la tienda es de objetos antiguos.

—No solo de eso, también hay plantas medicinales, y cosas muy extrañas del fondo—Le entro un escalofrío. —En fin, le hare una foto para buscar por mi cuenta por si encuentro algo de la lista, y tú te llevas el papel.

—Como quieras—Lo enrolle de nuevo. —¿Y que hacéis aquí? En el instituto.

—Reparto aparatos electrónicos a todos los que tienen el servicio de mi empresa G.O. Y hoy tenía que traer tabletas aquí.

—¿Ese es tu trabajo?

—No esta tan mal, me gano muy bien mi puerto y soy uno de los mejores, seguro que pronto cambiare mi posición y no tendré que ir de arriba abajo.

—Hey, esa de aquí no es… ¿Violeta? Si, ¡es Violeta!

—¿Dónde?—Preguntó Mauro. Le señalé con el dedo.

Era de cabello corto por los hombros, liso y castaño claro, llevaba flequillo corto de lado junto con una camiseta blanca con flores y un tejano color oscuro, una sudadera rosa y unas bambas blancas.

—Vamos a saludarla—Dije. Blanca no parecía muy segura pero Mauro estaba encantado, los tres la seguimos hasta una floristería.

—¿Va a comprar flores? Pero si estamos en otoño—Dijo Mauro.

—¡Buenos días! Gracias por venir a la floristería Lavanda—Violeta era la dependienta de la floristería Lavanda.