Tenía que entender que estaba pasando conmigo. A cada momento pensaba en el, quería voltearlo a ver siempre, quería hablarle y saber cómo iba su día, quería estar con el.
Era un sentimiento que hace mucho no tenía por alguien, así que era raro, no quería sentir algo, y menos por él; el chico que era mi amigo, el chico que era mejor amigo de mi hermana, el chico que era mi vecino, el chico que de alguna manera sin hacer ningún esfuerzo se estaba ganando mi corazón.
Suena ilógico, pero así de ilógica es la atracción, ¿No?
~Liagibal Ruíz. 14 años.