Amigos Sin Beneficios

Capítulo 9: Ana.

18 de Octubre de 2018.

 

 

Lia.

 

Hay muchas veces en las que pienso que soy una exagerada con las acciones de las personas, como cuando pienso que uno de mis primos está enojado conmigo solo por no contestar mis mensajes con algún emoji. A veces pienso que de la nada alguien estará odiándome en algún lado solo por existir.

Pero creo que esta vez tengo razón cuando digo que Mateo había estado evitándome.

Me quisiera equivocar pero de alguna manera sé que tengo razón, en la escuela ya no estábamos juntos. Solo algunas veces en recesos pero rodeados de gente y no intercambiábamos ninguna palabra, pero al menos nuestros miércoles de películas seguían igual.

Claro que algunas veces tenía un humor de perros—como dice mi tíay creo que a veces busca empezar una pelea de la nada para tener una excusa e irse. Algunas veces puedo soportarlo pero en otras prácticamente lo ahuyento de mi cuarto.

Algo raro pasa, no sé si está enojado con algo, conmigo, o simplemente con la vida, he intentado hablar con él y preguntarle qué pasa, le digo que puedo apoyarlo en lo que sea que esté pasando pero solo se enoja más y termina siendo un grandísimo idiota.

Espero algún día saber que le ocurre.

En cuanto a Ray habíamos pasado tiempo juntos en la escuela después de que Mateo comenzó a ignorarme, incluso hemos pasado más tiempo a que cuando éramos novios y es que hace una semana él había terminado con Ana.

O no sé quien había terminado con quién ya que no he querido tocar ese tema con él pero el rumor había sido rápido además de que a veces me decía cosas lindas y no creo que se atreviera a hacer eso si tenía novia, así que como que yo lo permitía pero no le correspondía. Algunas veces iba a verme al bar y otras intentaba besarme, tomarme de la mano o abrazarme, y yo me apartaba.

Lo he pensado muy bien y siempre llego a la misma conclusión: lo quiero, en serio lo hago pero terminamos por una razón y debo de tener en mente eso, fue bueno cuando terminamos, claro que lo sufrí, lloré y demás pero me hizo bien, pude enfocarme en lo que era bueno para mí.

Él quería tenerme para él todo el tiempo, no importaba lo que yo quería hacer o si quería estar con mi familia o amigos, el siempre quería estar ahí y que solo a él le prestara atención y supe que eso debía de terminar cuando al igual que mis tíos me pidió que renunciara a mi trabajo.

Claro que un corto tiempo después el estaba con Ana y me dolió mucho, luego comenzó todo este enredo con Mateo y Ray volviendo a ser lindo conmigo como lo era cuando comenzamos a salir y bueno, todo es más fácil cuando no tienes una vida amorosa.

Así que sí, voy a ponerle fin a esto por mí y porque se supone que sigo en una relación con Mateo.

Prefiero mil veces a tener a Mateo conmigo sin ningún drama de por medio a volver a tener a Ray con los miles de problemas que él traería consigo, aunque suene mal decirlo, no son problemas que me gustaría enfrentar solo por Ray.

—¿De qué querías hablar Lia?—dijo Ray sonriéndome y me tomo de la mano, yo la quité.

Estábamos caminando a la escuela. Él se había ofrecido a acompañarme y yo creí que este era el mejor momento para hablar pero se mostraba todo lindo y cariñoso.

Oye Ray, no me ayudas mucho aquí.

—Tienes que parar de hacer esto Ray—él dejó de caminar y yo volteé a verlo.

Me estaba mirando como cachorrito.

Awwwww.

No Lia, no caigas en la trampa, ¿me escuchaste?

—Yo tengo novio y debo respetarlo.

—Pero ya ni siquiera pasan tiempo juntos.

—Pero lo quiero—era cierto, quiero a Mateo, hemos sido amigos desde siempre.

No sé que le estará pasando últimamente pero aunque ahora mismo no sea mi persona favorita, él sigue necesitando mi ayuda con esto.

Ray suspiró.

—Está bien, entiendo. Pero no quiero alejarme de ti—tomó un mechón de mi cabello y lo acomodó detrás de mi oreja.

—Solo puedo ofrecerte mi amistad, Ray.

—Con eso soy más que feliz—me sonrió—. Ahora vamos que llegaremos tarde.

 

 

(...)

 

 

Estaba en la cafetería terminando una tarea cuando Ana se sentó a mi lado.

—Oye, tengo que hablar contigo—cerré mi libreta y le puse atención.

Genial, ahora no podré terminar a tiempo la tarea que dejaron hace dos semanas y que misteriosamente decidí empezar esta mañana.

—¿Qué pasa?

—Te diré esto porque me agradas y creo que si no te lo digo yo nunca lo sabrás—espero que esto valga la pena como para que no siga escribiendo.

—¿Qué es?—ella suspiró y se tardó en hablar.

—Mateo y yo tuvimos sexo. Hace dos días.

Ouch.

Sentí un retorcijón en mi estomago. ¿Habré comido algo en mal estado?

¿Y si por eso Mateo había estado serio? Pero, no tiene sentido, si solo somos amigos me lo habría dicho, ¿no?

Hubiéramos terminado ya todo este caos, ¿no? ¿Y si esto es solo un intento de Ana para que "terminemos"?

—¿Por qué tendría que creerte?—le entrecerré los ojos tratando de que no viera mi malestar del estómago.

—Porque te lo estoy diciendo. Admito que si fueras otra persona no te diría nada y seguiría haciendo eso con Mateo a tus espaldas—estaba hablando muy rápido, ¿estaba nerviosa? Nunca esperaría ver a Ana así—. Sé que eres una buena persona y sé que tu relación con Mateo siempre ha sido falsa.

¿Cómo se pudo haber enterado?

—No te hagas la tonta, lo noté. En realidad apoyaría esa relación—me sonrió.

—Ana, si eso fuera verdad entonces ¿por qué te acostaste con él? ¿qué ganarías con eso?—no entiendo todo esto.

—Soy débil ¿de acuerdo? Me encontré a Mateo por ahí, estaba de muy mal humor viendo a Ray contigo así que comencé a molestarlo para que admitiera que siente algo por ti y luego una cosa llevó a la otra y pues ya sabes el resto. Digamos que me uso y lo usé.



#1938 en Otros
#507 en Humor
#4881 en Novela romántica

En el texto hay: novelajuvenil, amistad, fingiramor

Editado: 02.12.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.