20 de Diciembre 2018.
Mateo.
Me desperté de golpe, muy agitado y muy incómodo.
Tenía algunos flashes de mi sueño y lo único que pude recordar fue que en ese sueño tenía sexo con Lia.
Sexo demasiado explícito y es raro por qué eso solo debería de pasar en la adolescencia así que no sé por que mi organismo me está fallando de repente, ayuda.
Necesito un baño frío.
(...)
Lia había querido hacer una prueba de menú para la cena de navidad y yo había tratado de estar alejado de ella ya que cada vez que la veía recordaba cosas de mi sueño. Solo me encontré con ella durante la cena para probar lo que había hecho, por suerte nos acompañaron sus primos, Dylan, Abigail y Daniel.
Pero ahora estábamos solos en la sala ya que sus primos y hermano habían ido a conseguir alcohol mientras Abigail y Daniel habían ido al cuarto de Abigail.
Esto no podía ser más incómodo, al menos por mi parte.
Por suerte Lia había estado en su celular mientras estábamos solos así que todo bien hasta ahora. No me prestó atención y yo pretendí tampoco hacerlo, malditas hormonas.
—Jorge, ven a ver este video de perritos—dijo Lia en cuanto llegaron con alcohol como para dos semanas.
Todos sabemos que se acabará en cuatro horas o tal vez menos.
Jorge fue corriendo con Lia a ver el video de perritos como un niño pequeño. Si ella intentaba distraer a Jorge de algo pues estaba funcionando muy bien. Sé que en verdad está distrayendo a Jorge ya que llevaban viendo videos de perritos por quince minutos y a Lia le dan miedo mientras que Jorge los ama. En realidad Lia es muy miedosa con cualquier animal.
(...)
Todo iba bien, había podido estar lejos de Lia sin que se notara que la estaba evitando.
En serio, todo iba bien hasta que por un segundo volteé a ver a Lia y estaba quitándole la escarcha de sal a su vaso con la lengua y si, más partes del sueño se reprodujeron en mi mente.
Habíamos estado bien por tanto tiempo así que no quiero arruinar las cosas, tal vez sea hora de alcoholizarme más. Apenas el alcohol estaba empezando a hacerme efecto así que tal vez no sea una mala idea.
—¿Y si llevamos a esos estúpidos a dormir en nuestro cuarto?—dijo Lia mirando a Iván y a Jorge dormidos en el sillón.
Habían tomado demasiado rápido y ahora parecían muertos, pero sí respiraban. Daniel se había asegurado de eso.
—¿Y dónde dormiré yo?—dijo Abigail.
—Si quieren los dejamos en mi cuarto—dije—. Yo puedo dormir en el sillón.
No me molestaba dormir en cualquier lado a diferencia de la quejumbrosa de Abigail.
—Sí queremos—respondió Abigail y entre Daniel y yo subimos a sus primos a excepción de Luis quien no se despegaba del celular.
Una vez que realizamos nuestra tarea decidimos bajar con los demás y una botella de ron después Lia le quitó su celular a Luis. Claro que cuando se levantó noté como se tambaleó un poco.
—¿Qué haces? Eso es mío—le reclamó.
—No voy a dejar que te sigas humillando. Ven, es hora de que duermas—además comenzaba a arrastrar las palabras, lo disimulaba bien que creo solo yo me había dado cuenta de eso.
—¿No iba a dormir en el sillón?—dijo Luis igualmente arrastrando las palabras.
—Nop, te llevaré a dormir con Dylan.
No sé qué tan buena idea sea que interrumpan el espacio de Dylan. Prácticamente nadie puede entra a su habitación en su ausencia, es un poco especial con sus cosas. Pero creo que ahora a Lia es lo que menos le importa.
—¡Pero no me gusta Dylan!—a Lia no le importó su comentario y como pudo lo levantó del sillón pero al hacerlo Luis perdió el equilibrio un poco.
Luis ya estaba ebrio, Lia al parecer también—aunque nunca la he visto mal como para saber—, Abigail estaba a unos tragos de embriagarse, Daniel parecía normal y yo apenas me sentía un poco mareado ya que había evitado tomar demasiado.
—Creo que debería acompañarlos—dije viendo cómo ambos se tambaleaban subiendo las escaleras. Si no ayudaba podrían caerse y no sería bonito.
Dejamos a Luis con Dylan en su cama y salimos de la habitación. Qué suerte que estaba profundamente dormido o habría aventado al pobre Luis de su cama.
—Bien, vayamos por otra botella de alcohol—la detuve tomándola de los hombros.
—No, ya tuviste demasiado por hoy es hora de que vayas a dormir—le di la vuelta y la lleve a su cuarto.
—No quiero—trató de poner fuerza pero fue en vano.
Yo nunca había visto a Lia ebria pero Abigail me había contado que era necia, muy expresiva y buscaba alcoholizarse más hasta quedar inconsciente o vomitar, había mencionado otra cosa pero no le entendí y no lo quiso repetir.
No quería que le diera una congestión alcohólica así que tiene que dormir ya o quedarse quieta sin ingerir más alcohol. Creí que nunca viviría para ver a Lia en estado etílico.
Saqué del armario su pijama, se la tendí y ella comenzó a quitarse la ropa que traía frente a mí, inmediatamente yo me volteé. Creo que no pensaba bien lo que hacía pero por suerte fui rápido y no alcance a ver nada.
Pasaron unos minutos y decidí voltear con la esperanza de que estuviera vestida ya que no había dicho nada y descubrí que estaba tomando directo de una botella de vodka como si fuera agua, fui hasta donde estaba y se la quité. Por suerte ya tenía puesta su pijama.
—¿De dónde sacaste eso?
—Abigail y yo siempre tenemos una reserva—se encogió de hombros mientras me sonrió muy inocente y trató de quitarme la botella, no lo logró y frunció el ceño.
Era cierto lo de ser expresiva al menos en su cara, es de conocerse que Lia pone una cortina en sus expresiones faciales y ahora exagera sus muecas y ante ello me estremecí. Ella sería muy adorable si quisiera. Y también más intimidante.