Desde hace una semana éramos solo nosotros, con Lucy me sentía en las nubes no solo por el paraíso en el que estábamos, sino por su compañía.
Hoy estábamos cumpliendo un sueño juntos: estar en las paradisiaca playa de Cancún. Creo que desde que nos conocimos jamás habíamos tenido la oportunidad de compartir un viaje juntos, pero sin dudas este era el comienzo de un sin fin más.
—Comenzamos el lunes—Lucy me dice mientras da brincos de alegría.—Acabo de hablar con Hernan y te acepto en el trabajo.
No sé cómo reaccionar, no solo por haber conseguido trabajo, sino que podré dar un paso muy importante en mi vida: poder mudarme con Lucy.
No solo me mudaré con ella, también trabajaremos juntos.
—¡Gracias amor! — Le digo mientras la abrazo y la levanto para darle un rápido beso sobre sus labios.
***
Intentaba sentirme tranquilo en mi primer día de trabajo pero todo resultaba tan raro, si bien en mis veintitrés años nunca tuve la necesidad de trabajar ya que mis padres podían apoyarme en mis estudios, en esté último tiempo me sentía incomodó, quería valerme por mi mismo e ir caminando mi vida. No fue necesario entrevista de trabajo con Hernan pues él hace un mes Lucy nos presentó luego de pasar a recogerla.
—¡Te ves hermoso!—Dice una Lucy sonriente cuando nos encontramos en camino a lo que partir de hoy también sería mi trabajo.
—Tu te ves hermosa— Alagó sin poder quitar el nerviosismo de mi voz
Ella besa mis labios.
—No estés nervioso amor, es un lugar super lindo de trabajar— Supongo que por mi tono de voz me ha descubierto, como es evidente había oído mil veces de aquel lugar, sabía que era un lugar cálido de trabajo y que Lucy era feliz allí.
Pero creo que es común el primer día de trabajo.
—¡Bienvenido! —Me sorprende un chico sin poder ver en que momento apareció delante mío. Sólo río.
—Él es Zach—Presenta mi novia, y por fin pongo rostro a aquel nombre tan mencionado.
—Hola, gracias Zach— Saludó extendiendo mi mano, Zach la acepta chocando la misma.
—Hernan me ha dejado a cargo de él hoy, le mostraré y enseñaré todo por aquí.—Nos cuenta Zach.
—Oh, tenía esperanza lo hiciera yo—Se lamentó Lucy.
—No te preocupes, estoy bien— Le digo sabiendo que el día pasara rápido.
Zach era super amable conmigo por más que hacía media hora me conocía, me mostraba cada lugar y enseñaba cada herramienta de trabajo como si estuviera hablando y bromeando con un amigo más. Era esa clase de persona que vale la pena tener en tu vida, sin dudarlo lo sabía: nos llevaríamos muy bien.
—Ella es Esther y el Tyler—Menciona mientras estamos en la cocina y lo que supongo son los encargados de ella están preparando todo para dar comienzo al día.
Me saludan amablemente. Y cuando recuerdo mis nervios ya no están conmigo, el ambiente era tan bueno que supero las expectativas de lo que me imaginaba un primer día de trabajo.
—Hernan estará por llegar y te dirá en qué sector estarás. ¿Quieres un café de mientras?
Y cómo si nada Zach me prepará un café, sabía que era un lugar familiar y que además les brindaban muchos beneficios a sus empleados. Me comenzaba a sentir en casa.
—¡Mason! —Mencionan mi nombre detrás de mi y ahí está Hernan. —¡Bienvenido, que bueno tenerte por aquí!
Casi cae mi taza de café cuando siento mi nombre.
—Oh no te preocupes—Dice Hernan cuando ve que quiero ocultar mi taza de café.— Puedes tomar cuanto café quieras.
Zach rie. Yo agradezco mientras lo saludo.
—Ella es Sabrina mi esposa —Me presenta mientras una señora rubia ingresá por la puerta que se encontraba en la cocina y daba a un patio.
—Bienvenido Mason— Sonríe mientras beso su mejilla.
—Bueno Mason, te dejo un rato con el jefe— Bromea Zach para ir a realizar su trabajo.
—¿Te parece ir firmando el contrato?— Yo asiento. Hernan me guía a su oficina, una vez en ella tomó asiento frente al gran escritorio que allí se encuentra.
—Bien, la idea es que comiences una semana en cada sector así tu ves en cual te adaptas mejor y nosotros vemos en cual sentimos es mejor tu trabajo—Me cuenta mientras busca lo que supongo es el contrato entre una gran carpeta de papeles.
—Estoy seguro lo dejé por aquí...oh bien... ¿te parece comenzar en cocina ayudando a Tyler?—Su vista se enfoca en mi.
—Sí, donde usted diga
—No me trates de usted por favor.—Hernan ríe y en ese momento se sienten unos suaves golpes en la puerta.
Es Allison, una gran amiga de Lucy.
—Hola... ¡Mason!—Saludá alegre en cuanto me conoce.—Perdón la molestia tio, ¿y Cam?
¿Cam? Dudó un poco sin darme cuenta de ella.
¿Cam? Pienso. ¡Camelia! La hija de los dueños, he oído de ella, pero no mucho supongo no es muy íntima amiga de Lucy.
—Le mandé a hacer un mandado antes de que ingresé al trabajo.
—Ah. —Dice Allison triste mientras se despide.
Media hora despues de charla con Hernan acerca de trabajo, beneficios, salario y otras cosas por fin puedo decir que he firmado el contrato. En ese momento recuerdo mis padres y su para nada feliz cara cuando les conté que trabajaría en una cafetería, no es por criticar el trabajo, pero ellos jamás aceptarían que trabajase acá o eso era antes cuando manejaban mi vida y hasta que supieron que era la misma cafetería en la que trabajaba Lucy, y cuando menciono a Lucy todo cambia ya que la aprecian como una hija.
Salgo de la oficina en busca de Zach para que me terminé de mostrar el lugar cuando alguien se interpone en mi camino. Era un pasillo pequeño pero juro sentía que no estaba allí.
Por un segundo mi corazón se detuvo.
—Hola—Saluda la chica para hacerme volver en si—Soy Camelia.
Tardo un momento en responder sin saber que me sucede.
—Hola, yo Mason—Saludó en su mejilla. Ella me observa por unos segundos y siento que me estoy perdiendo.