Hoy me ha llamado mi hermanita para contarme que ha empezado la secundaria y que ya ha hecho nuevos amigos.
Estoy feliz de saber que el huracán que arrasó nuestras vidas no le ha ocasionado daños tan profundos.
Estoy feliz de que haya podido rehacer su vida a pesar del dolor.
Estoy feliz porque ella logró lo que yo no lograré hacer nunca.
El huracán sigue ocasionándome heridas a pesar del tiempo transcurrido.