Sábado 29 de octubre, 2016.
—Ya entiendo por qué nos hicieron levantarnos tan temprano… —mascullo— Malditos tacaños.
Al mirar a nuestro alrededor me parece obvio que solo están personas de la escuela en este avión, lo que significa que lo rentaron de la aerolínea de la familia de Seonye, lo que me parece interesante; ya que también es claro que eligieron este horario para que les saliera más barato.
—Comprensible, el dinero está caro —dice Cecile con esfuerzo mientras sube su equipaje y se sienta al lado de Petra —Quieren ahorrar.
No es la primera vez que me subo a un avión, ni es la primera vez que decido no seguir una conversación con Cecile porque solo le presta atención a Petra algunas veces. Es muy temprano para discutir así que solo gruño y sigo mi camino. Paso al lado de Sophie e intento sonreírle, solo termino decepcionada porque me corre la mirada.
—Sientáte conmigo, Clov —me llama Asher.
—Gracias, Barbie.
—No hay problema, Mike.
—¿Mike? —pregunto confundida.
—Por Monsters inc, ya sabes, el cabello verde…
No puedo evitar reírme por como el hoyuelo de su majilla se vuelve aún más profundo. Es extraño que Asher me llamara a sentarme a su lado y no a uno de sus amigos, de hecho, creo que me da mala espina.
—¿Sabías que Hayes vendría?
Asiente lentamente.
—¿Y no me dijiste?
Niega.
—¿Qué planeaban? —digo— Pudo haber sido mejor si me decían.
—Ni siquiera él sabía que vendría, no estaba seguro. Nosotros sí sabíamos que no se resistiría a verlas —me dice.
—¿Verlas?
—Gael y tú. Clover, son lo que él más ama.
Una sonrisa se viene a mi boca, porque… mi hermano quizás es la persona que más quiero en el mundo y su ida es bastante frustrante para mí; entender que él ya volvió es quizás lo mejor que me viene pasando.
—¿Por qué no se sentó a mi lado entonces, o al lado de Gael? —me llega esa duda de repente—¿Qué planean, Coleman?
—No, nada…
—Asher… —le insisto mirándolo a los ojos, cosa que hace que sonría de manera inmediata, entonces veo algo aún más extraño: Demien se sienta al lado de Gael y Hayes al lado de Hailey. ¿Qué están haciendo estos…? Ambos pelinegros comparten miradas y dejan el contacto.
—Por favor abrochen sus cinturones —nos dicen a través de un peculiar aparato de sonido que me asusta y me hace soltar una maldición—, el vuelo 342 de Amaran Airlines con destino a Pickering Ontario, se prepara para despegar. Hora estimada de llegada, ocho y diez.
No sigo insistiendo, hasta que pasan cerca de diez minutos, cuando ya estamos en el aire, entonces el Asher que antes estaba con los ojos cerrados y en paz decide levantarse tras mandar un mensaje que no logré descifrar. ¡¿Qué mierda están planeando estos hombres?! Demien hace reír a Gael y Hailey parece no soportar que mi hermano esté ahí sentado. Lo entiendo. Si el ex de Petra, el maldito aquel, se me sentara al lado y yo recordara las veces que tuve que levantar a mi amiga luego de llorar en posición fetal en su cama hasta el amanecer… tampoco le sonreiría.
Lo siento, Barney, no podría amarlo y él a mí.
—¿A dónde vas?
—Clover —me sonríe con amabilidad—, recuerda que estamos en un avión, no te pongas violenta, ¿Sí?
—¿Uh?
Niega entre risas y va al baño. Me quedo confundida hasta que lo veo salir, entonces mi hermano entra a la carga, me mira directamente a los ojos casi en aviso de algo que no logro comprender.
—¿Asher? —lo llama cuando está de regreso a su asiento y no presto tanta atención, solo me quedo mirando por la ventanilla—, ¿Te quieres sentar aquí? No le agrado mucho a Hails.
Pues sí, la rubia parece que quiere besar con un cuchillo a mi hermano.
—No sé si debería…
—Vamos, hermano, siento que me quiere acuchillar… Además, quiero sentarme al lado de mi hermana —insiste y al final Asher cede. Veo como disimuladamente chocan. ¿Ahora Hayes vendrá dónde mí?
—Hablando de eso, Hayes, siento que me mareo aquí… —interviene Demien—, esto de estar del lado de la ventanilla me hace querer vomitar.
Vertigo le llaman. Ya lo esperaba, se pone así aún cuando viaja en carro.
—Bueno… él único asiento que veo vacío es el que está al lado de Clover, está de lado del pasillo y no de la ventanilla —dice Cecile. Ruedo los ojos y trago fuerte. Maldita.
—Cambiemos, Hayes…
—Yo quería pasar tiempo con mi hermanita. Mira esa carita, ¿No querrías estar cerca?
Todos nuestros compañeros me miran y se ríen. Esta estupidez es muy obvia; parece una parodia mal diseñada. Mi vida siempre peca de irónica, pero Demien es un mal remate.
—Como sea, tendré que cederle mi asiento a un niño débil…
Miro por la ventanilla esperando que el mundo quisiera eliminarme justo ahora, tener a Demien al lado por esta hora y media simplemente me hace querer saltar ahora mismo. Entonces miro las sonrisas de todos ellos, al parecer están felices por este circo menos yo. Hailey implosiona por tener a Asher a su lado, Hayes quiere saltar en un pie por poder sentarse al lado de Gael y Demien… su masoquismo ya es obvio.
Demien Bernard, mi mejor amigo desde los siete años y últimamente la razón por la cuál mis actitudes antisociales resurgen, se para frente a mí, como si esperase mi aprobación para algo que claramente ya decidió. Lo miro y no le doy la bendición de tener mi atención, simplemente devuelvo mis ojos a su lugar anterior. Él me sonríe un poco y se acomoda en el asiento que sé, era su plan desde el inicio —Uh… aquí me siento mejor.
—Estamos a mil metros sobre el nivel del mar, creeme, no sobrevivirías… —le aseguro sin dejar de mirar mi celular.
—Sé nadar, Clov —responde risueño.
—Y yo envenenar.
—¿Y si mejor jugamos uno? Tengo cartas aquí, ¡Mira! —las saca sabrá Dios si de su trasero, porque no tengo idea de dónde. No le respondo —¿Me planeas ignorar todo el viaje, Clov?
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Editado: 30.09.2023