"Me gusta cuando callas porque estas como ausente"
Recuerdo la primera vez que te lo dije, te llevo casi dos semanas entenderlo
Aun siento que no lo entiendes, pero lo bueno es que también sientes lo mismo. Al menos en mi crese cada día más, es inevitable no hacerlo, eres poesía viva escrita en páginas chapadas en plata, no necesita oro para ser perfecta. Te basta con una rosa, un par de tacones y un libro de Jane Austen.
Nade mares de melancolía por ti. Atravesé todas y cada una de ellas y volvía a la orilla de tu pelo, me sentía a salvo en ese lugar ya que era la única forma de que tu memoria selectiva no me alcanzara. No puedes eliminar algo que amas y te ama igual. Pero no un amor ordinario, como dice Benedetti: "sé que voy a quererte sin preguntas, sin respuestas" y así fue, llevo mil noventa y cinco días queriéndote, corrijo. Llevo mil noventa y cinco días amándote, desde el día número cien empezó con más fuerza, desde los trecientos cincuenta cambio de intención por el bien de los dos.
Te soñé muchas veces, mucha de ellas me preguntaba si fueron la causante del amarte tanto o era una burla del destino por no tenerte a mi lado. Aun me lo pregunto, tres años sin respuesta.
Eres la magia que necesito para andar entre la sociedad mundana que me acorrala a diario.