No eres muy buena con los chistes, tranquila yo tampoco lo soy. Pero aun así me haces reír, reír de verdad algo muy difícil en mí, aunque no parezca, he notado que casi no te ríes igual y cuando lo haces es como escuchar ángeles cantar una lírica celestial.
Eres mi guía astral, tienes la brújula que tanto busque para llegar al fin del sendero de donde me había desviado. Muchas veces me doy cuenta que haces maromas para ocultarme algunas cosas, pero no puedes mentirme... no puedo mentirte. Al final terminas por revelarme tus planes y te arrepientes y entonces regresas a mí. Aunque para seguir siendo honesto, nunca te fuiste... nunca te iras al menos no por un buen tiempo casi eterno.
Soñar entre rosas rojas, la señal de un sentimiento arrítmico como mi corazón. Enfermo de ti... de cada una de esas volátiles mujeres de las me enamore, cada una diferente y más arrítmicamente que la anterior, pero mi arritmia en ti es como si no existiera
Vuela, deja caer todas esas bolsas pesadas con la que lidias a diario. Deshazte de ese anillo que no se da cuenta de la representación astral de una deidad griega que eres tú. ¿No te das cuenta? Te mereces algo mejor, te mereces a alguien que te recuerde lo bella que te ves con el cabello suelto, con los labios dark, con esos calcetines de gatitos que tanto amo. Te mereces a alguien que se quede en tu mente por el resto del día después de una frase que escuchaste en una nota de voz.
Después de que leas esto, querida amiga... toma una taza de café a mi nombre y vuela.