Kanta:
—Un trueno lejano, el cielo nublado. En caso de que llueva ¿te quedaras a mi lado?
Te extraño, de verdad lo siento por dejarte sola estos días. No es mi intención la situación se me sale de las manos.
¿Qué tal el clima por halla?, me habías contado que no llueve mucho o al menos eso recuerdo, sabes que olvido algunas cosas. Acá llueve se puede llegar a percibir el aroma tenue de suelo húmedo antes de que llegue la lluvia, ¿desayunaste bien? Me preocupa eso de ti. Sales tan rápido de casa que hasta olvidas tu almuerzo, no comas mucho chocolate por favor, te pone un poco contenta de manera exagerada... aunque debo admitir que me encanta verte así. Te gusta provocarme y a mí me gusta dejarme provocar de ti, siento ligeros cosquilleos dentro de mí cada vez que me dices esa frase matutina. Me encanta que te pongas en plan de doce pm, no sabes cuento me gusta.
Y regresas a mi mente como la luz que brilla sobre la luna en las noches menguantes, me dejas caer en la éxtasis de tu cordura que me recarga de polvo de estrellas. Ángel vestida de diosa nórdica... eso eres.
Déjame que te salve.
Déjame darte mis alas, mientras curo las tuyas... curemos nuestras alas.
Déjame cargar con tu madurez en tus noches de insomnio... solo búscame, lo compartiremos entre los dos.
Déjame que ayude a caminar entre las estrellas... fabriquemos nuestro propio sendero y caminemos juntos de la mano.
Déjame acariciar tus labios con mi voz.
Repuesta:
— Un trueno lejano, el cielo nublado. Aunque no llueva me quedare a tu lado.