Alma sintió la presencia de Joseph, viviendo en aquel lugar y compartiendo el gusto por la expedición como el de sus colonos, había aprendido aquellos trucos que solo un rastreador y observador de la naturaleza poseía; calló, pero ya su corazón se encuentra en pleno revuelo, su vientre se contrajo y el agua helada dejaba de ser eficaz para enfriar su cuerpo.
Caminó lentamente hacía la orilla, por el lado opuesto a Joseph fingiendo no haberlo visto; regresó al lugar en que se encontraba su ropa y el restro de pertenencias; tomó su arma y apuntó directamente al lugar en que se encontraba Joseph. -o sales de allí cabrón, o, te sacaré a puros balazos- gritó. Joseph estaba tan embelezado observando sus piernas y partes íntimas que había olvidado completa mirar hacía arriba y porsupuesto al arma en manos de la mujer; al escuchar su voz se sobresaltó. -Gata, soy yo; baja esa arma-. -Aquí no hay ninguna gata cabrón- gritó de nuevo. -Alma... sabes quien soy, baja esa maldita arma- dijo con los ojos vivos y sombríos. -No sé quien es, tampoco me interesa, lo único que quiero es que se vaya de aquí y deje de estarme observándo como un vulgar pervertido-; Joseph realizó unos movimientos tan rapidos que Alma terminó las palabras con dificultad ya que él en cuestión de segundos la tenía rodeada con una mano por la cintura y la otra en el arma. -Gata, baja esa puñetera arma o te daré un par de nalgadas que jamas olvidarás- dijo al oido de Alma con una voz sexy y perturbadora; bastante ilógico porque era una amenaza, pero la amenaza más sensual que ella había escuchando en su vida; sin embargo no iba a dejarse seducir fácilmente; ese tipo "exquisito" como manjar, no podía irse y regresar cuando se le diera "la gana" y pretender que podía desequilibrarla de esa manera....eso NO, no lo permitiría; además con el dolor más profundo que había sentido, había logrado tomar una decisión.
Alma bajó el arma en silencio. Joseph arremetió con besos suaves en su cuello; Alma sintió que sus piernas perdian toda fuerza, sin embargo tomó fuerzas de flaqueza, se puso de rodillas, tomó su ropa y empezó a vestirse de prisa, bajo la mirada de asombro de Joseph. -¿Que haces gata?- dijo Joseph extrañado. -Me voy- contestó friamente. -Espera cariño- continúo, tomándola del brazo. -Suficiente Joseph- dijo Alma, poniendose rápidamente de pie. -Mira Alma, siento mucho lo sucedido hace unos dias- dijo, logrando que Alma con una mirada de desaprobación y su mano en señal de "alto" interrumpiera el resto de la frase. -Escuchame Joseph, quiero ser clara contigo- El quiso ahora interrumpir-. No me interrumpas por favor-. -Sabes, te parece abusivo o vulgar de mi parte, pero prefiero ser sincera y muy directa- Él asintió. -Todo ésto- dijo, mirándo a su alrededor y mostrándo aquel lugar de ensueño. -Es mi vida, la hacienda, mi familia, los colonos, los animales, etc. etc..., y ahora y especialmente Florcita y Juan Daniel- Tragó saliva, porque deseaba llorar, pero finalmente pudo contenerse. -Todos ellos, necesitan una mujer segura, de convicciones firmes-. Tú lo eres cariño-. Dijo él, ganándose de nuevo la señal de alto de la mano derecha de Alma. -Contigo yo tengo desequilibrio, me convierto en lo que "no necesito ser" y si ésto ha empezado tan mal, terminará así y no puedo darme el lujo- Los ojos de Joseph estaban tan atentos a los movimientos de Alma. -Cuando me refiero que todo empezó mal, tu tienes claro a que me refiero, tú eres parte de algo que aborrezco para este lugar, un proyecto que dañará nuestra vegetación, que puede generarles trabajo a nuestros campesinos, pero que también dañará sus tierras, sus plantaciones...su patrimonio y NO PUEDO ACEPTARLO... además, tu éstas "de paso" por acá, somos de mundos diferentes y tarde a temprano ambos volveremos a nuestra realidad; tú volverás a tu vida en EEUU y yo seguiré acá, de donde jamas quiero irme- El sintió una presión en el pecho, pero la dejó continuar ...-no puedo volver a mi vida "como perro con la cola entre las patas" cuando tú te vayas...porque no podría soportarlo- dijo, bajando la mirada. Joseph la abrazó con todas su fuerzas. -Gata, TE AMO- dijo con fuerza -y jamás, jamás, tendrás que vivir una separación, porque yo, ya soy esclavo de tus ojos- dijo, besándo ambos ojos de la chica. -Esclavo de tu piel- tocándo su espalda con suavidad. -esclavo de tus deseos, porque yo, no podría estar en otro lado que no fuese a tu lado, porque simplemente "ya no viviría, solo existiera" y no quiero solamente existir; yo quiero vivir y VIVIR A TU LADO-. finalizó con los ojos cerrados, con el mentón recostado sobre la cabeza de ella. Alma sintió como la luz ahora era más clara, más viva, le parecío que los pajaros habían aprendido una nueva canción porque ya no era la misma, todo era nuevo desde aquella frase "TE AMO"; Joseph continúo expresando sus sentimientos, Alma ya no lo escuchaba, no podía quitar ese palabra como eco en su cabeza; no era la primera vez que Alma se había enamorado, lo había hecho antes, pero jamas con la intensidad y la magía de este sentimiento; parecía una adolescente...pero eso ya no importaba.