CAPÍTULO 3

En seguida de que Lucas y Julia me miraran enojados, decidí contarles de los mensajes que me había mandado Axel. 
-En la noche mientras intentaba dormir me llegó un mensaje, al cual no le di importancia, pero luego llegaron más y algo fastidiada los ignoré- Tras contarles esto sin darle mayor importancia ellos no dejaron de amenazarme con la  mirada.-¿Quieren leerlos?- pregunte haciéndome la inocente y señalando mi celular. 
Ambos asintieron con la cabeza y luego me quitaron bruscamente mi celular. Luego de leer los mensajes me miraron sorprendidos y algo dudosos. 
-Uno de los chicos más lindos y reconocidos te escribe para disculparse y tú simplemente lo olvidas. – Dijo Julia reprochándome. 
- Si, pues hoy es el último día de exámenes y es viernes de festejo.- Dije como excusa para luego continuar- Por cierto ¿Qué haremos esta noche? 
- No intentes cambies de tema jovencita- agrego Lucas- Y en la ciudad se inaugura un nuevo bar, ¿Les gustaría ir a conocerlo? 
- No cambio de tema, simplemente digo que antes de pensar en los mensajes, pensé es los estudio y el pasar tiempo con ustedes.- Me hice la ofendida.- Y si me encantaría ir a conocer nuevos lugares.-  
Una vez que fue hora de volver a las aulas me informaron  de que saldría más temprano por ello sería la última clase de la jornada. En mi rostro se formo una sonrisa ya que tendría tiempo de ir a almorzar con mi madre y hermanos. 
Ya era hora de salir por lo que decidí llamar a mi madre para avisarle que llegaría para almorzar allí, me contesto sorprendida y alegre por lo que opté por apresurarme a llegar a casa para poder dejar mis cosas y ponerme ropa más cómoda y fresca, puesto que hacía bastante calor. 
Elegí vestirme con un short de jean negro tiro alto y una blusa sueltita color salmón, en los pies decidí ponerme unos zapatos sin altura. 
Una vez llegué a la casa de mis padres me recibió mi madre. En ella se encontraban mis dos hermanos Mateo el menor y Franco el mayor. Mi padre no se encontraba, pues suele trabajar mucho y no suele pasar mucho tiempo en casa o eso pasaba cuando yo vivía allí, pero al parecer no ha cambiado demasiado.  
 -¡Hola cariño!- me saludo calmadamente mi madre con una sonrisa.-Pasa ya estará la comida. Dijo señalando en dirección de la cocina. 
-¡Hola mami!- Dije para luego abrazarla y darle un beso en su mejilla.  
Una vez entrando me encontré con mis hermanos que estaban en la mesa con sus respectivos celulares. Al verlos inmediatamente saque el mio e ingrese al grupo en que nos encontrábamos los tres. 
LOS HERMANOS 
Alisa: ¡Hola par de cerebritos! Dejen ya sus celulares y vengan a saludarme. 
Al ver el mensaje ambos levantaron sus miradas y las dirigieron hacia mí, para luego acercarse a abrazarme y  saludarme. 
-¿Qué vamos a comer?- pregunte para hacerlos enojar, a lo que respondieron con una mirada algo agresiva en lo personal. 
-Tú comida favorita- dijo mi mamá mientras entraba a la cocina y me miraba con una sonrisa. 
-¿Acaso esta cocinado empanadas árabes?- dije con una sonrisa y una alegría notable. 
- Si hijita, y por cierto hoy vendrá un amigo de Mateo.- dijo calmadamente. 
- Ah, está bien.- dije sin darle importancia para luego continuar.- Gracias mami.- Termine y me acerque a darle un beso en su mejilla. 
Luego de unos minutos tocan  el timbre por lo que decido ir a ver quién era. Y  al abrir la puerta me encontré con el amigo de Mateo y a Axel que lo acompañaba, para así se despedirse llamándose primos.