Amor Inconcluso

CAPÍTULO XLI

Mientras vamos por los distintos pasillos del hospital crece mi incertidumbre al no saber a que me voy a enfrentar, no sé que haya dicho Ían a su familia y como vayan a reaccionar al verme, veo como Hank se para en una puerta me mira y yo solo asiento para que la abra, Jhoan me da un último apretón antes de soltarme por respeto a la familia Riera, respiro profundo y me adentro en la sala en donde reina un silencio abrumador pero en cuanto notan mi presencia todos me miran de una forma extraña, La Madre de Ían se para de su silla y viene hacia mí

-Hola Ekaterina

-Buenas Seora Esperanza- le respondo hablando muy suave

-Gracias por venir, pensé que no lo harías

-Pues si lo hice, porque a pesar de todo le tengo cariño a Ían- ella toma mi mano y me da un apretón

-Pues la verdad no deberías estar acá, ya que la novia de Ían soy yo- dice Esmeralda desde su silla, yo la miro y me sorprende que en un momento como este se preocupe más por una relación, que por las circunstancias en la que nos encontramos.

-Tú cállate que nadie sabe porque estás acá, si tú misma sabes que no eres la novia- se lo dice Hank- además Ían cuando despertó te dejó muy en claro que te fueras- eso si no lo sabía

-Es mejor que te vayas muchacha lo digo por tú bien, no quiero que le dé un ataque de ira a Ían y te maltrate verbalmente- le aconseja la señora Esperanza

-Pero yo quiero estar al pendiente de él

-Pero él no quiere que tú lo estés, así que le diré a Gustavo que te lleve al pueblo- Sin más Gustavo se hace al lado de Esmeralda, la toma del brazo y la saca del lugar, Jhoan y yo solo miramos en silencio

-Disculpen lo que dijo Esmeralda, es una chica muy caprichosa y que no sabe medir sus palabras

-Tranquila Señora, nosotros estamos acá por Ían y no importa nada más- Contesta Jhoan de forma neutra

-Tú debes ser él novio de Ekaterina, he escuchado mucho de ti- Yo la miro con curiosidad ya que no pensé que supiera de la existencia de Jhoan- Tranquilos me han hablado muy bien de usted joven, aquí mi sobrino me puso al tanto de todo, muchas gracias por estar acá

-Tranquila Señora, no hay nada que agradecer, sé que él es un chico bueno, además vengo a acompañar a Eka

-Bueno ehh, quiero saber si podemos ver a Ían, ya que tengo entendido que quiere hablar conmigo, claro si usted seora me deja

-Claro puedes pasar, mientras nosotros te esperaremos acá- Miro a Jhoan y él me sonríe- tranquila cuidaremos a este joven

Sin más avanzo por la puerta que comunica a los pasillos de los cuartos, mientras busco su habitación voy pensando que decir ya que no sé ni que me va a preguntar o a contarme; por fin llego a la puerta de su habitación, antes de abrir me quedo viendo ese trozo de metal y pienso una pregunta anticipada con una respuesta predatoria a la cual no sabré darle fuerza a la idea que traía en mi mente antes de llegar y mirar el trozo de metal. Por una parte mi corazón dice que debo usar palabras que no lo hieran, pero mi razón me dicta que debo hablar claro y terminar de cerrar este ciclo tóxico en el que estamos girando no sólo Ían y yo, sino todo aquel que nos rodea.




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