¿Aceptás?

Hace dos años de que el estudiante universitario John, lograse aprobar el examen para recibir una beca.

Para celebrarlo que él logró aprobar ese examen y que en poco tiempo recibirá la beca que él quiso obtener, sus amigos le organizaron una fiesta.

Cuando llegó la noche John y sus amigos fueron al restaurante que habían dicho donde irían a celebrar.

—Disculpen chicos por llegar tarde, es que no pasaba pronto el bus—

—No se preocupen—veo que trajiste a una nueva amiga

—Así es, ella es Eka Ivannov—yo la invité

—Perfecto, entre más seamos, será más divertida la fiesta—

—¿Ivannov? ¿Qué esta chica es extrajera?— John se preguntaba por el origen de Eka

John estaba muy enganchado al ver la belleza de Eka.

Eka es una chica bastante hermosa, alta, con un color de piel bastante blanca, un cabello largo de un color rojo oscuro y una mirada muy fría de emociones e intimidante.

Comieron, bebieron y se divirtieron durante la cena.

John nunca había bebido una bebida alcohólica en toda su vida, pero ese día, él rompió su abstinencia de bebidas alcohólicas para probar a qué saben ese tipo de bebidas.

A Eka no le preguntaban mucho ni le hacían mucha conversación porque les daba miedo ver su mirada intimidante, pero a John nunca le dio miedo a su mirada intimidante y empezó a platicar con ella.

Pasaron las horas, más de la mitad de los amigos se habían ido, algunos se quedaron dormidos y otros siguieron bebiendo cuando Eka decidió irse.

Al escuchar que Eka ya se iba, John se ofreció a llevarla a su casa porque veía que a Eka apenas podía caminar, porque ella estaba muy ebria para poder caminar sola y porque John no había bebido mucho alcohol.

Aunque Eka rechazaba la oferta de John de llevarla a su casa, pero ella al final acepta que él la llevé a su casa.

No habían caminado mucho cuando empezaría a llover.

Todo estaba muy tranquilo hasta que empezó a llover, primero llovía con una llovizna y después se convirtió en tormenta eléctrica.

John al ver lo fuerte que estaba la lluvia y la tormenta eléctrica decide que se quedarían a dormir en el hotel que veía a algunos metros de distancia.

Ellos entraron al hotel, John pidió 2 habitaciones disponibles, pero solo había disponible una habitación familiar.

Él no quería pagar por la habitación familiar, pero al ver que la tormenta eléctrica empeoraba y no paraba, a John no le quedó de otra que pagar por esa habitación.

John tuvo que llevar cargando a Eka hacia a la habitación porque ella se había quedado dormida a mitad del camino.

Acostó a Eka sobre la cama, él fue a darse una ducha y se fue a dormir al sillón que estaba dentro de la habitación.

A la mañana cuando John estaba medio despierto, él empezó a sentir que estaba tocando algo muy suave y a escuchar unos pequeños gemidos cuando tocaba el objeto súper suave.

Cuando él se despertó vio que estaba durmiendo en la misma cama donde estaba durmiendo Eka y se dio que cuenta que sin querer le estaba tocando un de los senos de Eka

—¿Eh, qué, por qué estoy durmiendo en la misma cama con Eka?—

—¡¿Hmmm?!—

—¿Qué raro, qué cosa estoy tocando qué es muy suave?—

—Buenos días—

—Mierda, estoy tocando uno de los senos de Ek-, ¡ah, buenos días!—

Eka sentía que algo la está tocando y bajó la miraba para ver que era.

Al ver que John la estaba tocando uno de sus senos, ella lo patea y logra tirarlo fuera de la cama.

John intenta explicarle y contarle todo lo ocurrido y aclarar el malentendido al ver que Eka está muy enojada con él.

Le costó que Eka creyera lo que había ocurrido.

Cuando Eka entiende todo, ella se va del hotel y amenazándolo que él olvide todo ni le diga a nadie lo que les ocurrió.

Pasaron 3 días y John regresó a tomar sus clases con normalidad.

John no había avanzado ni 100 metros de que había salido de sus clases cuando un coche muy misterioso se le acercó.

Del coche bajaron 5 hombres con trajes, ellos intentaron negociar con John que se subiese al coche, pero él se negó hacerlo.

Al ver que John se negó, ellos lo golpearon y lo metieron al coche medio inconsciente causado por los golpes que le habían dado.

El coche no tardó mucho tiempo en llegar a su destino, los 5 hombres bajaron a John y lo metieron a la casa donde lo iban a dejarlo.

—Señorita, ya lo trajimos, como usted ordenó—

—Perfec… ¡Idiotas, por qué lo traen así, lo traen casi muerto!—

—Disculpe señorita, es que él se negó de buena manera subirse al coche y puso mucha resistencia para subirlo—

—Idiotas, ¡qué yo hubiera echó si lo hubieran traído muerto y qué pruebas le entregaría a mi padre¡—¡Tú, tráeme un balde con agua!

—Sí, señorita—

—¿Es Eka, su padre, en dónde estoy?— Preguntaba en dónde y por qué lo habían secuestrado