Amor para recordar

Reencuentros

3

Después de aterrizar en Brisbane, porque sí, mi jefe no tuvo ningún inconveniente con que me tomara días libres, me dio una semana, creo que estaba impaciente porque pidiera mis vacaciones.

Al llegar al aeropuerto veo a mis padres, mi hermano y hermana con una sonrisa inmensa. No puedo evitar devolverla, o al menos tratar de hacerlo.

Me dirijo hacia ellos arrastrando mis maletas, aún no llego cuando mi hermana corre a abrazarme, es la más pequeña, bueno, ya tiene veinte y si, aunque sólo nos llevemos cuatro años yo la seguiré considerando como una niña.

- Qué bueno que te tomaste el tiempo, hijo. Ya te extrañábamos – Se le sale una lágrima a mis padres y no puedo detenerme de darles un abrazo, los extrañaba tanto.

- Al parecer tenía que casarme para poder traerlo, ven acá hermano – Marco me abraza más de lo necesario y me suelto para darle un golpe.

- Oh, ya conocerás a Oli, hijo. Es muy buena mujer para tu hermano, la conocerás y te caerá bien, ya lo verás – Eso espero, digo para mí. Le doy el pésame a quien quiera que sea esa Oli.

 

Al día siguiente, después de salir a correr con mi padre y hermano les digo que iré a dar una vuelta más, extrañaba tanto esta ciudad.

Después de separarme de ellos me dirijo a una panadería, al llegar veo a Imelda, la señora que me dio mi primer trabajo unos meses antes de irme a Londres.

Pero antes de saludarla veo algo, a alguien, la última persona que creí ver en Brisbane. Liv.




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