Todos guardamos secretos, algunos tan peligrosos otros tan dolorosos, otros mas sin relevancia, el problema es cuando esos problemas interfieren en la felicidad de los que nos rodean.
Won entro molesto con Lin en sus brazos, no lograba reconocerlo ¿Dónde quedo aquel hombre calmado y sereno que acudía siempre con un temple enorme?, acostó a Lin en su cama, pero su mirada no profesaba lo mismo por ella que lo que profesaba por mí.
—¿Lin esta bien?
—¿Qué quieres hacer con ella? —repuso molesto renuente a mirarme a la cara
—¿a que te refieres Won?
—Si, ¿Qué quieres de ella? ¿ser su novio, su esposo, su amante?
—¿Por qué luces tan alterado?
—¿sabes algo de ella siquiera? —se levanto por fin con ojos furiosos
—No comprendo Won —le dije sin tener idea de que eso desencadenaría más problemas
—Ella ha sufrido mucho, no permitiré que tus juegos la lastimen más Yun
—¿juegos?
Realmente no comprendía a que se refería Won, iba muy enserio con Lin, quería que fuese completamente mía, quería protegerla, procurarla y amarla por el resto de mi vida, quería vivir siendo amable, amoroso y que nuestro hogar fuera armonioso, tal como mis padres me lo enseñaron de niño, quería verla con un hermoso vestido rojo ceñido sobre su cuerpo, quería que fuese la mujer más feliz del mundo.
—No solo te quedes como un imbécil —me di cuenta que solamente estaba pensando todo aquello ¿Por qué tenía que explicárselo a won también?
—Una boda tradicional —respondí rápidamente
—¿Qué estas diciendo?
—Una boda tradicional, un hogar lleno de armonía, amabilidad y amor, eso es lo que quiero para ella
Won se sentó en el sillón confundido, parecía que había incluso mas de lo que me decía, no solo estaba molesto por lo de Lin, lo conocía tan bien como para saber la causa real tras sus palabras, me cruce de brazos esperando que me dijese le motivo, al final sabia a que venia ese berrinche que estaba haciéndome a mitad de la noche en mi propia casa.
—¿Por qué invitaste a Hye Jun?
—necesitaba algo de ella
—¿tenias que besarla para conseguirlo?
—¿besarla? —pregunte en un murmullo
—¿no la besaste? —lanzo su pregunta señalándome
—Señor Won, jamás besaría a Hye Jun, Lo deje claro hace un tiempo
—La señorita Lin los vio en el sillón ¿Cómo pudo hacerle eso?
—es por eso que estaba tan enojada —Jale el lóbulo de mi oreja consternado
—¿entonces no lo hiciste?
—Probablemente Hye Jun se aprovechó de que estaba ebrio —murmure acrecentando su ira
—¿Por qué haría eso Hye Jun?
—Señor Won, tu eres el que esta saliendo con ella, después de lo ocurrido esa noche no volveré a invitarla a beber
Suspiro acomodándose, parecía estar mas tranquilo ahora, jugueteo un poco con su teléfono hasta que por fin termino de calmarse.
—¿que es eso que tiene Hye Jun tuyo?
—Ella compro la fotografía de Lin, ¿lo recuerdas?
—Si, la que la trajo hasta aquí ¿no?
—es correcto, Lin la vio el otro día, pensé que, si la tenia con ella poco a poco me recordaría, pero Hye Jun se negó a vendérmela al menos que saliera por unos tragos con ella.
Al marcharse el señor Won parecía molesto, no conmigo parecía molesto con la situación, comprendía un poco como se sentía, Lin parecía incomoda conmigo y siempre se mantenía reacia a hablar sobre ciertas cosas, pero al ver como se abría con Won lentamente comencé a cuestionar mis métodos, obligarla a vivir conmigo ¿no era eso una especie de error?, a los ojos de los demás parecía como si la estuviese acosando.
Pase la noche en vela encontrando una respuesta adecuada para esta situación, Lin no solo parecía odiarme y tenerme un concepto completamente erróneo, lo mas preocupante era su incapacidad para hacerme saber sus malestares, lo más peligroso de todo eso radicaba en la poca confianza que tenía fija en mí, eso la terminaría alejando de mi arrastrándola al lado de quien se sintiera más cómoda, ese era Won.
—Buenas —Lin salió por la puerta sin pronunciar más palabra que esa
—Lin, solo quería informarte que mi departamento estará listo en unos días
—Entiendo —asintió con su cabeza mirándome —¿algo más? —pregunto acomodando sus lentes
—¿no llevas maquillaje? —pregunte poniéndome de pie, su estado ahora era igual que el de antes, incluso aquella mirada melancólica había vuelto
—Han pasado algunas cosas —murmuro dando unos cuantos pasos hacia atrás
—¿ocurre algo Lin? —me acerque retirando un mechón mojado que empañaba sus lentes con agua
—yo…—Apretó su boca y coloco su bolso saliendo sin terminar su oración
—¿Soy tan poco confiable? —lance aquella pregunta al aire, la única persona que podía darme respuesta a ello había salido corriendo.