Amor y obsesión

Capítulo IV "Entra en mi vida"

Anne (18 de mayo 2012)

 

Alex pasó a recogerme a la escuela, como era de esperar todas las miradas estaban sobre nosotros, Chris aún no me hablaba, me dolía y aún así miraba con cierto coraje a Alex. Axel, por su parte estaba enfocado en la tonta de su novia, parecía que se la iba a tragar, y me daba coraje aún sentir celos de ella, Axel debía haber sido mío.

Alex tenia ganas de ir al cine pero yo sólo quería apartarme de cualquier lugar que me recordara que nunca iba a tener a Axel. Decidimos ir a una cafetería, nada mal para una primer cita.

Yo pedí el especial de la casa, frappé de Nutella, Alex pidió Moka. 

No tenía un tema de conversación, estaba nerviosa, tal vez lo mejor era terminar con él y que él buscase a alguien que en verdad lo quisiera o se interesase en él. 

—¿Te encuentras bien, nena? No has dicho casi nada el día de hoy,​​​ nena.

Nena, como odiaba que los novios se apodasen "nena", "bebé", "baby", ¿No podía innovarme un apodo que fuera solo para mí y que no fuera una estúpida moda?

—No pasa nada, bebé. —Agh que horror, sonaba peor en msi labios—. Es sólo que me encantó este lugar.

—Me alegra que te guste, nena, estaba muy nervioso por traerte aquí, es la primer vez que hago algo como esto.

—Oh, que lindo, bebé.

En verdad era lindo aunque no sabía si debía creerle o no.

—¿sabes algo?

—¿Qué?

—Eres una chica muy especial.

—Oh gracias, no lo sabía—. Sentí como mis mejillas enrojecian, Alex procedió a besarme, no podía negarme a él, sus besos eran muy adictivos.

Continuamos comiendo, debo admitir que para ser mi primer cita no estaba mal, logramos entablar conversación y teníamos más cosas en común de las que sabía.

Lamentablemente esto no iba a durar mucho, yo debía de terminar con él y pronto. Pedimos la cuenta y nos retiramos, caminabamos rumbo a mi casa, bien este era el momento, debía terminar con él antes de que me besara.

—Alex...

Paró, nos encontrabamos en la entrada del parque que se encontraba cerca de mi casa.

—¿Sí?

—Creo que yo... Que...

—Anne, yo te amo.

—Yo también te amo.

Espera, ¿qué acabo de decir? ¡No! ¡Yo amo a Axel!. Tomó mis manos, las beso y las puso entre las suyas.

—Me encanta como sonríes, me encanta como el brillo de la luna se refleja en tus ojos, tus brillantes ojos enamorados.

Sus palabras se repetían pero aun tenían ese extraño efecto en mí aunque eran repetitivas.

—A mí me encanta cuando me dices esas cosas.

De un momento a otro pasó un carro con música a todo volúmen, el carro tocaba una canción de Sin Bandera.

Buenas noches, mucho gusto, eras una chica más. Alex comenzó a seguir la letra mientras me miraba a los ojos.

—Después de cinco minutos ya eras alguien especial.

Oh dios, en verdad lo hacia.

—Sin hablarme, sin tocarme algo dentro se encendió, en tus ojos se hacía tarde y me olvidaba del reloj.

No podía dejarlo sólo cantando esta canción, continué la estrofa.

—Estos días a tu lado me enseñaron que en verdad, no hay tiempo determinado para comenzar a amar.

—Siento algo, tan profundo que no tiene explicación, no hay razón ni lógica en mi corazón.

Ambos continuamos cantando la canción, era algo raro, nunca me gustaron esa clase de cursilerías.

—Anne, esta canción describe perdectamente lo que siento por ti.

—Oh Alex —. Lo besé—. Siento exactamente lo mismo por ti.

No pude terminar con él, no podía, era muy lindo como para destrozar su corazón. Seguimos caminando hacia mi casa, se hacía algo tarde, me dejó en la puerta, me besó dulcemente y se fue, en mi mente seguía resonando la canción.

Entra en mi vida, yo te lo ruego, te comencé por extrañar, pero empecé a necesitarte luego.

Era justo lo que sentía en este momento, lo extrañaba y lo necesitaba, ¿será que podría con él olvidar a Axel al fin?




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