VIII. Noche de pasmos 

-Deténganse vamos a cargar de combustible las motocicletas, esta noche será de descanso, el sol ya no solo nos dice qué camino seguir sino también nos esta matando-

-Hasta que por fin te decides- replico Axander Barquer

-No veo la hora en que nos aparezcan otras de esas malditas bestias, ¿que serán?, ¿de qué sobrevivirán en el desierto? Dijo Andrés,

 -Se han de comer entre ellas- replico el contiguo

-Comerán otro tipo de criaturas, tal vez aves carroñeras, escorpiones del desierto, salamandras o cualquier otra cosa.-

-Oye tu deja de estar hablando y revisa los contenedores de agua, comienza a racionarla entre todos-.

-Está bien-

En los botes de agua se miraba la presencia de humedad en el pico de cada uno, esto era a causa del calor sofocante que incluso afectaba la temperatura de los contenedores de agua, cada una de las botellas y los galones de agua ahora estaban marcados para beber agua por día dando este la oportunidad de sobrellevar la sed.

Otro día transcurrió y sucedió la noche, ahora todos dormían con un ojo cerrado y el otro abierto, cada uno somnoliento por el cansancio que les dejo el calor y con las pieles sonrosadas por el efecto de los rayos ultravioletas, algunos miembros del grupo vigilaban por turnos, para poder descansar y estar pendientes, pasaron varias horas y llego el turno de Axander Barquer, este recorría tienda por tienda velando que cada sujeto estuviera bien. Pasaron las horas y ocurría el crepúsculo, Axander Barquer estaba adormitado, se arrimo cerca de una motoy se sento cerca de ella, cerrando los ojos estaba cuando de repente unas luces brillaron, brillaron mas que una estrella, se azomaban girando en círculos, estas descendían pero mientras mas cerca estaban del suelo brillaban menos y de menor tamaño se miraban, Axander Barquer las vio descender poco a poco y vio como estas se regaron una por cada tienda, haciendo movimientos giratorios.

-¿No lo puedo creer, que clase de cosas serán estas?-

Esas luces estuvieron alrededor de treinta minutos sobre cada tienda, mientras esto ocurría Axander Barquer miraba dentro de las tiendas, todos yacían dormidos, parecía que estaban en un trance de somnolencia, como si estuvieran experimentando sueños.

Y así fue, a la mañana siguiente todos los miembros del grupo de mercenarios estuvieron contando las experiencias que tuvieron, algunos recordaron haber soñado pero no sabían el que.

Otros decían que se encontraban en pesadillas mientras otros decían que se veían en ellos y que quizás era el futuro que les deparaba en sus vidas.

Algunos alegaban haberse visto rodeados de personas a quienes ellos sentían que amaban, cuando nunca en sus vidas se habían preocupado por formar una familia, otros soñaban con la muerte mas violenta que jamas hubieran deseado y algunos se miraban en una lucha a muerte, combatiendo al lado de seres que habían visto en la llegada al desierto de Sahara, estos eran los Druidas Negros, Los druidas del desierto y los Tuareg.

Ninguna persona se quedó sin tener sueños, hasta Axander Barquer se despertó fuera de las tiendas todo somnoliento y guardo para sus historias todo lo que había sucedido.