No me era muy agradable festejar navidad, pues ni siquiera me identificaba con sus orígenes. Orígenes que la mayoría ignoraba. Pero si era una buena excusa de convivir para los demás, no podía oponerme de ninguna manera.
— Feliz navidad, Michael. —Sophie, con un abrazo débil, fue la única en felicitar a el grupo entero.
Will nos había invitado la noche pasada a Jerry y a mí. Acepté a regañadientes solo porque era una actividad en grupo. El único grupo en que podía confiar un poco.
El resto parecía odiar este día tanto como yo. ¿Malos recuerdos? ¿Una idea acertada de que solo era un convencionalismo social sin significado comparado con lo que en verdad era importante? ¿Desinterés y nada más? Tal vez todas las opciones eran correctas.
Luego de un rato, Will y Sara llegaron con unos carros de súper mercado llenos de regalos. Sara se miraba entusiasta y tría consigo un gorro navideño. Will, solo era el mismo de siempre: arrogante y acomodando su elegante saco.
Después de que Will entró, tras él, una niña de algunos once años tomó su mano y se mostró algo tímida frente al grupo.
— Para los que no la conocen, ella es mi hija: Skylet Wilson. Ella es la razón por la que acepto pasar navidad con alguien… y tambien de muchas más razones.
La pequeña sí que se parecía a Will. Tenía un mentón fuerte y bien formado. Ojos negros, pestañas gruesas y cabello lacio y oscuro que le llegaba hasta la espalda baja. Lo demás seguro era de su madre.
Algunos saludaron a Skylet en seguida. Otros tanto, fuimos saludados y abrazados por la pequeña niña por primera vez, que de un segundo a otro, pareció perder toda timidez. Nada parecida a su padre en ese aspecto.
— Ya veo de dónde sacó lo saludador tu pequeña hija. —Le dije a Will cuando se acercó un poco a mí.
— La niña de mis ojos. La razón por la que trabajo con Hawkins desde los doce años. Si me preguntas mi definición de libertad, te diría que tiene nombre y apellido. Ella vale todo lo que hago. —Los ojos de Will brillaban mientras miraba a la pequeña Skylet saludar y platicar con el resto del grupo.
— Creí que alguien como tú no tenía corazón. Que impresión, Will. También eres una caja de sorpresas después de todo.
— Ya cállate, Johnson. No seas dramático. —Sonrió y luego se acercó al centro de la sala.
— ¡Pongan atención ahora! —Will habló, y los pocos que se mantenían ajenos a todo, fijaron su mirada en él— Mi pequeña Skylet tiene algo que decirles.
Sara acercó una silla y luego levantó a Skylet para subirla. La pequeña carraspeo, y luego comenzó a hablar.
— Mi papá dice que todas las personas tienen derecho a oportunidades para lograr lo que quieren, por eso mismo me dirijo a todos ustedes. Como aspirantes a una gran vida llena de oportunidades, quiero ser parte de ese propulsor para que su determinación crezca más y más. Hoy, en está navidad, compré regalos para todos. Ropa, zapatos, lociones, cosméticos y todo para que luzcan más hermosos de lo que son. Mi papá dice que el vestir bien habla por tiempo determinado, así que espero y les guste lo que seleccioné para cada uno de ustedes. Para que su imagen hable primero, y después, cuando sus acciones salgan a relucir, respalden lo que en verdad representan. Gracias y feliz navidad a todos.
Editado: 24.06.2019