Capítulo XI: Reencuentro

Esa noche, el Equipo Nova había decidido iniciar con el exterminio del clan de Kratos, tomando como punto de partida el que asesinaran a Rakur y a Minkur la noche anterior y salieron a cazar temprano, desde que la noche cayera sobre sus cabezas y no pensaban acabar hasta que el sol iluminara el cielo nuevamente con sus primeros rayos al amanecer. Ángel estaba emocionado, puesto que al fin iba a comenzar con una tarea especial, aunque no tenía la experiencia suficiente para llevar a cabo una matanza masiva de vampiros, pero esperaba hacer todo lo que estuviese en sus manos para ayudar al equipo al que pertenecía.

A las nueve de la noche, encontraron a un gran número de vampiros en uno de los recintos ocultos en los que solían reunirse para discutir los asuntos menores del clan, que después de su respectiva discusión con Kratos, se determinaba si era aplicada o no. Gary con su ametralladora, disparaba con audacia, hacia sus enemigos, que, gracias al componente de rayos Ultravioleta que tenían las balas que usaba, morían sin remedio, aunque, cuando se le acababan, sacaba un Bô de madera modificado, con ambas puntas en formas de estacas, que enterraba en el corazón de sus enemigos, el cual era un arma era muy eficiente ya que podía acabar con algunos de ellos a la vez, al hacerlo girar sobre sí mismo a gran velocidad, para obtener ventaja sobre ellos y después ejecutaba el golpe final.

Kassandra se divertía a sus anchas, ya que utilizaba sus flechas especiales desde un edificio vecino, como toda una francotiradora, dando siempre al blanco planeado, gracias a su excelente puntería, pero era protegida por Esteban y por Nick, que atacaban a los vampiros con sus armas. Nick con sus Balas Ultravioleta, que eran muy efectivas para atacar rápida y eficazmente a los vampiros y Esteban con un garrote de dos divisiones, hecho de madera y con puntas de estacas, que buscaba enterrar en el corazón de sus enemigos, aunque para hacer eso debía acercarse demasiado a ellos para atacar. Por su parte, Ángel estaba muy aburrido, ya que por órdenes de Gary, no podía pelear hasta que llegara a ver que necesitaran ayuda, lo que para él era realmente improbable, porque él era un novato y no sabía mucho sobre cazar vampiros en ése momento, a comparación de su mentor, que ya tenía muchos años de experiencia en esos menesteres.

En medio de sus momentos de “diversión”, apareció una chica, de unos catorce años, de largo cabello castaño, piel pálida y ojos azules, lista para entrar en acción y probar a los que, ella pensaba, serian los candidatos ideales para llevar a cabo su venganza. Ella desenvainó su espada, hecha de plata desde el inicio hasta el fin y le preguntó a los dos cazadores, con sorna:

—¿Ustedes son los que quieren acabar con nuestro clan? Ya les enseñaré que no deben meterse con nosotros.

—¿Una niña? —pregunto Esteban, que se había unido a Gary en ese momento —. Esto es ridículo, pero veamos qué es lo que puedes
hacer.

Ella se acercó a sus rivales a una velocidad considerable, pero no demasiada, porque pensaba que no sería necesario, entonces Esteban salió a su encuentro con su garrote de dos divisiones, presto a atacar, aunque sabía que ella tenía ventaja sobre él.

Kassandra buscaba un buen ángulo para atacar, pero le era imposible, gracias a la rapidez de esa chica y eso la desesperaba un poco, mientras Ángel la miraba atento, porque sentía que le era conocida, aunque no lograba recordar de dónde, por lo que Peige le dijo, un poco preocupada ante ésa situación:

—Espero que no sea un gran problema para los chicos, porque si no, a Gary no le va a gustar nada.

—Ya sabes como es —le comentó él a su chaperona.

—Sí, y por eso mismo lo digo.

Al estar frente a frente, Esteban trato de atacar a su rival, pero ella fue más rápida y corto las partes de madera de su garrote y acto seguido, lo pateó velozmente, haciendo que chocará contra una pared, por lo que quedó inconsciente de inmediato. Gary la atacó con mucha velocidad, buscando enterrar su arma en el corazón de esa niña y ella partió esa vara en dos partes, entonces él la atacaba con las partes puntiagudas de la que antes fue su arma principal, pero ella lo atacó con su espada, tratando de atravesarlo con la hoja de la misma, y aunque el hombre pudo esquivar el ataque, ella logró lastimarlo.

Entonces Peige, Nick y Kassandra entraron en escena, aunque Peige solamente había ido hasta allá a buscar a Gary y a Esteban, para llevarlos a salvo, por lo que eran Nick y Kassandra contra ella. Nick le disparó con sus balas Ultravioleta, hasta descargar sus armas por completo, pero no logró hacerle nada, porque ella uso su espada para esquivarlas, al igual que las flechas que Kassandra le disparó por su lado, gracias a su gran agilidad y velocidad.

Después los golpeó, haciendo que quedaran levemente inconscientes, derrotando a todos los que estaban en el grupo. Eso pensaba, hasta que, de repente, cerca de ella pasó una estaca a una gran velocidad, lo que hizo que se tuviera que mover rápidamente, para esquivarla, cayendo al suelo con algo de fuerza, entonces preguntó, muy enojada:

—¿Quién hizo eso?

La respuesta que recibió fue que le disparan otra estaca, entonces avistó al posible responsable de esos ataques. Era Ángel, quien tenía su arma en las manos, listo para disparar de nuevo, entonces ella le preguntó, con un tono burlesco en sus palabras:

—¿Crees que puedes derrotarme tú sólo? ¡Eres un iluso!

—Al menos lo intentaré —le respondió él, decidido, mientras la miraba fijamente.

Se acercó a ella con mucha rapidez, para disparar de nuevo, con la intención de acabar con ella, entonces ella lo golpeó en las manos con la hoja de su espada, pero volteada, para no lastimarlo demasiado con dicha arma, no obstante, él la golpeó en el abdomen, haciendo que perdiera el aire por un momento y cuando ella alzó la vista para ver a su rival, se encontró con sus ojos, tan verdes como las esmeraldas y lo reconoció de inmediato, entonces le pregunto: