Ángel Ciego 10. Batalla contra Medusa (amnesia)

¿Me ama? ¿Lo amo?

— Ya no puedo seguir viéndolos juntos todo el día, tú eres MI mujer, no de él — la encaró el namek.

— ERA tu mujer, ahora sólo eres alguien que me cuenta de mi pasado, a quien no recuerdo, como a todos los demás. No sé cómo pude estar contigo, eres un loco celoso... ayer los invite a ambos a nadar, tú no quisiste, él sí... y pensar que le pedí a Shin que... no sé si antes aceptaba o no esa manera de ser tuya, pero ahora me enfurece que me celes de esta manera — se dirigió al dios — ¿Puedes llevarme lejos? No quiero verlo.

— Esperen — Shin estaba nervioso porque vio que la discusión subió mucho de nivel.

— No soy ciego, andas para todos lados con él, incluso en vez de venir solos los dos, le pediste que nos acompañará.

— Eso no te da derecho a que me trates de esta manera — la mujer le dio otra cachetada — no te entra en la cabeza que no recuerdo nada, ustedes fueron los primeros que vi cuando desperté, y que saben quién soy... o fui... él fue amable conmigo desde el primer momento, por eso me siento cómoda a su lado, en cambio tú siempre con esos gestos posesivos hacía mí, me dabas miedo, pero ya no. Por favor Shin, quiero irme.

— No te preocupes, soy yo quien está sobrando, me voy al infierno de donde nunca debí salir — dijo lentamente el guerrero de piel verde.

— Adiós — le respondió la mujer en el mismo tono.

Antes de irse con el dios, el namek le devolvió el anillo que ella le había dado hacía tiempo atrás, al llegar al infierno no le dijo nada a Kaio Shin, sólo se perdió en el paisaje oscuro. Pasados unos días, el joven todavía se sentía culpable por todo lo ocurrido.

"Si no hubiera ido por ella para que me ayudará con Medusa esto no habría pasado. Siempre sentí que el Sr. Piccolo tenía celos de mí, pero nunca pensé que llegarán a tanto".

Esa tarde la mujer nadaba en el mar, el dios prefirió quedarse en un roquerío meditando.

Ella pensó lo que había pasado, tranquilamente, analizando todo.

"Piccolo fue tan caballero conmigo mientras estuvimos solos, incluso esa noche que me dormí cuando conversábamos me llevó al cuarto, respeto que no recordaba nada, y me dejo sola, ahora que convivimos más me siento tan atraída hacia él, tan segura a su lado... quería que nos quedáramos a solas... ¿Y si nos hubiéramos alcanzado a besar, se hubiera sentido con más derechos sobre mí? No puedo aceptar que me trate así... no soy un objeto... pero debo reconocer que he pasado mucho tiempo con Shin, pensándolo con la cabeza fría estoy comprendiendo porque se puso así... desde que se fue hay un gran vacío en mi corazón... lo extraño tanto... Shin ¿Me ama? — miró hacia las rocas — es muy buena persona, me divierto mucho a su lado... le tengo un gran cariño... pero no es amor, es muy distinto a lo que sentí ahora cuando estaba cerca de quien dice que es mi pareja, Piccolo, su corazón es tan cálido... esa forma de mostrarse seguro y frío, pero en el fondo es una persona muy dulce... porque tuvo que arruinarlo todo montando esa escena de celos... también soy muy impulsiva... si no le hubiera dado esas cachetadas... ¿Y si le pido disculpas? No creo que me perdone, estaba furioso... ¿Por qué me dolió tanto cuando me pasó ese anillo? Por fuera estaba seria, pero por dentro sentí que mi alma se partía... estuve a punto de rogarle que se quedará... me siento incompleta sin él a mi lado".

Cuando empezó a oscurecer, ella fue a sentarse al lado de Shin a contemplar la puesta de sol, en un momento que ambos estaban en silencio, él la miró a los ojos, se le acercó lentamente, cada vez sus labios estaban más cerca, entrecerrando los ojos, la besó lenta y dulcemente.

— La amo — le dijo mirándola a los ojos.

— Yo... te quiero mucho — le respondió sonrojada.

— ¿Le gustó el beso?

— Sí, estuvo... bien.

En los ojos de ella no había esa chispa que le veía cuando besaba al namek antes de perder la memoria, incluso vio que aferraba con una mano el anillo que él le devolvió, que estaba colgado de una cadena en su cuello.

— Esto no es correcto — el hombre se puso triste.

— Disculpa, no quiero que te sientas mal, has sido tan bueno conmigo en este tiempo... no quise molestarte con mi respuesta.

— Debo aceptar que con recuerdos o sin ellos usted siempre amará sólo al Sr. Piccolo.

— Y aunque sea así, lamentablemente todo terminó, fue muy duro conmigo ese día, y mi reacción... lo humille demasiado — se miraron.

— Debe reconocer que hemos estado muy cercanos este tiempo, eso lo hizo reaccionar así — reconoció Shin.

— A pesar de eso, no debió hacerme esa escena de celos, ni menos tratarme como un objeto... debería entender que estoy tratando de recordar toda mi vida, y él con su forma de actuar no me ayuda en nada, me da la impresión que cree que yo no quiero recuperar la memoria. Esas son las cosas que me molestan de él, es orgulloso, llevado de sus ideas — Izbet se enojaba a cada momento más — no entiende que fue muy duro para mí cuando le regale está argolla, era el único recuerdo de mis padres que tenía, pero se lo di porque quería que entendiera lo importante que es para mí.

— ¿Eso se lo contó él?

— ¿Qué cosa?

— La historia del anillo.

— No lo recuerdo — ella se tocó la cabeza.

— Vamos al infierno, debe conversar con él — por fin tomó una decisión.

— No va a querer hablarme, no me obligues — le tomó las manos a Kaio Shin — mejor llévame contigo al Planeta Sagrado.

— Prometo que luego que conversen, si todavía quiere la llevaré al Planeta Sagrado conmigo.

— Iré ¿Puedes esperarme mientras trató de conversar con él?

— Por supuesto.

Al llegar al infierno el dios se quedó lejos para permitirles hablar tranquilos. El namek estaba sentado en posición de meditación mirando fotografías de ambos, no sintió a los recién llegados, estaba miy distraído.

— JAJAJA — Piccolo se rió de una manera extraña, empezó a hablar en voz alta con sí mismo, sin sentir la presencia de la del mechón blanco — debí saber que a un ser como yo nadie lo podría amar para siempre... ya no recuerdas lo que sentías por mí, ni tu promesa de estar juntos por la eternidad... me siento incompleto sin ti... reconozco que soy celoso, es algo que nunca he podido controlar totalmente... eres especial en todos los sentidos... en cambio los humanos huyen al verme, incluso tú ahora que despertaste sin memoria me tuviste miedo — hizo una pausa para mirar al espacio, meditando — durante los días que no estuvo Kaio Shin te sentí cómoda a mi lado, estuvimos a centímetros de besarnos... por eso creí que si lo hacía podrías recordar todo, pero no sólo era juntar los labios, era el ambiente en lo que debí pensar... si hubiera esperado a que él estuviera durmiendo — se miró el dedo donde estuvo la argolla — en ninguna batalla sentí un dolor tan grande como cuando te devolví el anillo, pero si no estamos juntos no tiene sentido que lo conserve.



#6759 en Fanfic

En el texto hay: nuevo amor, amnesia, amor

Editado: 12.03.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.