PEREZA Y SU CASA DE MUÑECAS

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Dos pecados hemos vencido... ¡Hurra por nosotros! ¡Arriba equipo! ¡Si se puede!  ¡Si se puede!

¿Cómo lo logramos? A pura fuerza de voluntad y suerte creo yo, porque hemos estado entre la espada y la pared. Aún estoy molesta con Az por ser tan desconsiderado.

Cuando la muerte toco el espejo me jalo para que pasara con él. Salimos a traves de un espejo redondo de cuerpo completo de una vieja habitación.

Yo quería sentarme un rato en la cama para descansar y tomar aire. Después de ver que está más vieja que Slaanes, dudo que me aguante mi peso. Por eso desistí de la idea.

Es una habitación interesante que por su decoración pertenece a una niña.  En una esquina hay una casa de muñecas iluminada, me acerco a verla y hay dos muñequitos que me parecen conocidos, ese cabellito blanco me recuerda a alguién ¡Se me bajaron hasta mis calzones! ¡Uno soy yo! ¡En que momento me photoshopiaron! ¡Es identica a mí y a la muerte!

-¡Az! Mira esto...-Le grito asombrada.

Az intentaba abrir la ventana pero nada le funciona. Hapi desaparecio de nuevo y Gertrudis esta en pequeñito como una lagartija común y corriente en el hombro de Az.

-¿Te reconoces? ¡Qué trabajo tan delicado! ¡Somos nosotros!... Esta casa de muñecas... es donde estamos ¿No crees?-

Me agacho para revisar cada cuarto en la pequeña casa de muñecas. Az parece revisar su muñequito y el mío. Los guarda en su pantalón. ¡Hay que buscarle una camisa a Az! Todavía sigue sin camisa.

-¡Ya sé que pecado es!- Murmura

-¿En serio? Da repuluz... ¡Esta muñeca esta con la cabeza cortada en la habitación principal! ¡En la cocina esta otro ahorcado! ¡En la sala hay un acuchillado! En las gradas hay pequeñas muñequitas extrañas... parecen bebes...

-¡Gregor! ¡Tiene una afición por lo lindo y tierno en el sentido más macabro y retorcido! Es muy peligroso porque juega con la mente...-

-¿Alguna debilidad?- Le pregunto preocupada.

-¡La única sería que le hace honor a su pecado!. ¡Excepto cuando esta enojado! El silencio significa que aún no ha venido.-

-No podremos conocer que cartas usan Slaanes y Josua si ella no esta en el juego... ¿Tienes idea de va el juego?- Digo pesimamente.

-¡Elea! No puedes pensar como una humana... todo lo que es tierno e inocente aquí es todo lo contrario...-

-¡Eso me asusta! Entonces que hacemos, sólo caminamos hacia la puerta de salida... - 

Az se dirige a la puerta y la abre. Cuando lo sigo para salir del cuarto las pocas luces que hay se apagan y yo sólo trago en seco, no necesito respirar pero siento que si suelto el aliento algo pasara. Es la señal que ya no estamos solos. Gregor ha venido a jugar...

Las luces se encienden otra vez y observamos alrededor pero es cuando una pequeño triciclo aparece por el pasillo sonando su campana una y otra vez.  Sobe ella hay una linda bebe con chupon.

Es tan real como si fuera un bebe humano. ¡A esto se refería a que lo tierno y jugar con la mente!- La inocencia personificada en un bebé, lastima que el cuchillo que trae en su pequeña manita me da a conocer sus verdadera personalidad.

Si ya Gregor está jugando puedo comprobar algo. Tomo el brazo de Az y le doy un gran pellizcon. El cual me mira como si le hubiera clavado un cuchillo.

-¿Sigues igual que antes? ¡Lo sabía ellos lo han planeado así!-

Puede ser herido otra vez, los dos somos fáciles de lastimar en el juego. Aún sigue sin tener poderes.

-¿Por eso tenías que pellizcarme? ¡Podías haber preguntado! ¿Estoy seguro que lo disfrutaste?- Y sigue escudandome del bebe en el triciclo.

-Era un valor agregado, además ¡Tú no me dirías la verdad!- Le reclamo

-¿Estas quejandote Elea?

-¡Sí lo hago! ¡Somos compañeros! Por tanto debemos confiar uno en el otro y eso no pasa cuando uno se guarda las cosas...- 

-Sí hablamos de cosas que guardar ¡Tú tienes mas colita que pisar! Sin embargo sigo aquí contigo...- Me reclama.

-¡Igual yo! ¡No te abandone en el juego anterior y te cure! Lamento no contestar todas tus interrogantes pero no hubo tiempo...-

Digo casi sin voz y lo suelto de su mano. La verdad me dolió lo que dijo sobre seguir aquí como si fuera un gran peso mi compañía y no tener más remedio que confiar en mi palabra.

Tiene razón al estar así... Lo traje a un lugar que casi ha muerto dos veces... y habrá una tercera por lo que acabo de ver. 

-¡Busquemos la salida! Tal vez en el otro nivel si puedas recuperar tus poderes... ¿Quieres usar la teletransportación?- Digo sin ninguna emoción. La muerte se queda calla y esta vigilando al bebe cuchillo.

-¡Es una casa maldita! Puede que nos mande al lugar más oscuro de la casa y no a la salida...- Me explica

-¿Hapi donde estás?- Mi cachorrro aparece lambiendo mis pies. Lo cargo y lo acarició... le susurro algo y mi mascota deja mis brazos.