Capítulo 34

—¡Por Dios! ¡Qué guapo te ves!

 

La noche del baile llegó y mi madre estaba tan emocionada como todas las chicas que asistirían esta noche. Olivia acomodó mi corbata negra y peinó mis cabellos una vez más con su mano, enderezando después el boutonier con el lazo amarillo. 

 

—¡Ay! Lo que daría por volver a ir a un baile así.

 

Mi mamá no perdió la oportunidad de tomarme varias fotos, continuaba acicalándome cada que encontraba algún detalle en mí, decía que tenía que lucir casi perfecto antes de que fuera por mi cita a su casa.

 

—El color del vestido de esta chica... Elisse... ¿es amarillo?

—No iré con Elisse mamá, voy con Jessica.

—La gritona. —Mencionó Austin, apenas audible—. Te encargo mi auto, lo quiero de regreso sin un solo rayón.

—Así será. 

 

Austin me entregó las llaves de su auto, el cual sería mío por esta noche. Lo puse en marcha apenas estuve arriba y me dirigí a la casa de Jessica, preguntándome si realmente tenía ganas de ir al baile. Al menos cuando la escuché por teléfono su voz se escuchaba demasiado ronca, aquel resfriado parecía ser algo serio ayer que la dejé en su casa. 

 

—Jessica está arriba. —Me dice su madre—. No creo que sea buena idea lo del baile.

—Lo sé, está bastante enferma. Subiré a verla. 

 

Subí a la habitación de Jessica, ella estaba en cama con la pijama puesta. Su vestido está sobre la silla de su escritorio y por lo que vi, no iría al baile conmigo hoy. Tomó un kleenex para limpiarse la nariz una vez más y después lo botó en el pequeño cesto de basura que tenía a un lado.

 

—Me veo horrible, lo sé.

—Tu voz se escucha terrible, no hables, no quiero que quedes más ronca.

—¿Qué es eso que traes ahí?

 

Señaló la caja que llevé conmigo, ahí dentro estaba su corsage. Jess sonrió al mirarlo, las flores blancas y el lazo amarillo como su vestido, seguro que no se lo esperaba. La tomé de la mano y se lo puse en la muñeca, como se suponía que debía llevarlo hoy.

 

—Gracias Nick. Es muy lindo. —Jess dejó de mirar las flores que adornaban su muñeca para mirarme a los ojos—. Lo siento pero creo que ya viste que estoy un poco indispuesta.

—Lo sé, no te preocupes. Necesitas descansar.

—Te ves guapísimo. ¿A dónde irás esta noche?

—Al Anti-Prom de Jeremy. Sólo iba a ir al baile por ti. 

 

Jess asintió con la cabeza, estornudando después. Miró por última vez el corsage y me pidió que la esperara un momento abajo con su madre. Después de veinte minutos bajó por la escalera, se puso su vestido y se tomó el cabello en una coleta alta, con un maquillaje realmente discreto.

 

—Mi mamá quería una foto. Así que...

 

La madre de Jessica fue por su cámara, nos hizo posar para ella y le preguntó a su hija si en verdad pensaba perderse el baile. Sin embargo, Jess nos hizo saber que prefería quedarse esta noche en casa para descansar, que no se sentía con tanta energía como para salir hoy. Así que no me quedó de otra, me despedí de ella y después salí de la casa de los Hoffman, tomando mi celular para llamarle a Mike.

 

—Hey, ahmm Jess está enferma y no vamos a ir al baile. ¿En dónde va a ser el Anti-Prom?

—Yo apenas voy a salir de mi casa, si quieres vamos juntos.

—Sí, ahmm... Pero antes de eso necesito que me hagas un favor. 

 

Entré al auto y aflojé mi corbata, lo puse de nuevo en marcha con dirección hacia la casa de Mike. Subí el volumen de la música, esperando con todo mi ser que el plan que tenía en mente saliera bien. Tenía que hacer una parada especial antes de llegar al Anti-Prom.




 

Elisse

Nunca imaginé que me tocaría vivir un baile de esta manera. Me sentía una persona completamente diferente cuando me miré al espejo, el cabello estilo curly, el vestido rojo escotado, los altos tacones y el maquillaje pronunciado. Me sentía como una súper modelo, como si estuviese a punto de ir a alguna alfombra roja, creo que nunca antes me había sentido tan hermosa como hoy. 

 

—¡Te ves preciosa! Mucho más de lo normal. —Menciona Blaine apenas me ve, tomando mi mano para darme una vuelta.

—Y tú te ves muy guapo.

 

Blaine ha decidido combinar su corbata con mi vestido, así como su boutonier. Sólo faltaba algo en mi muñeca y él no pensó dejarla vacía más tiempo. Sacó de una caja negra el corsage y me lo colocó, era muy bonito. ¡Sí que tiene experiencia con esto de elegirlos! 

 

—¡Está muy lindo! Me encantó.

—No tanto como tú, anda vamos... Todavía tenemos que ir por Cassidy, Patrick está afuera esperando en la limo. 

 

Lo tomé de la mano, apenas estuvimos afuera me ayudó con el vestido para que pudiera subir a la limo. Me senté a un lado de Sharon y él pidió un poco de espacio para sentarse a mi lado, sin perder la oportunidad de besarme en los labios.