Tener algo porque vivir y no tener algo porque vivir, es igual de horrible. Imagínate, vives por el dinero o no vives para el, en una mueres de una manera terriblemente solitaria y en otra, también mueres, pero dignamente. Ambas muertes son iguales, no hay más, la diferencia radica en mi moralidad, que aunque ha sido poca, me ha enseñado que el dinero no es una necesidad sentimental. ¿Entonces, qué es una buena razón para vivir y que es la muerte digna?