Mi amigo Cesar vino a casa, me pidió que le prestara la extensión para que llegara afuera la energía eléctrica y así poder cargar su smartphone, paso el día entero y la extensión quedo afuera. Finalizo el día y ya en la noche agotado por un día mas, duermo. El agua llega como a eso de la media noche, debo cruzar el patio de la casa para llegar hacia donde esta la válvula y llenar unos barriles, entre el lugar donde se encuentra la válvula esta el garaje de estancia donde habíamos acomodado las sillas de estar, justo donde estaba la extensión; lo primero que observo es un gnomo electrocutándose por querer morder el plástico de la extensión, y era que por rabia de no cargar su celular mordía la extensión de energía eléctrica; malditos gnomos por eso es que sale una gran cuenta en el contador de energía de la casa.
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