Pov: Valentina.
Una fuerte punzada en mi cabeza me levanta de la cama dos horas antes de que el despertador suene, al incorporarme un poco puedo notar el fuerte dolor azotando mi cabeza, trato de relajarme, pero es demasiado fuerte, como si estuvieran martilleándome la cabeza y al mismo tiempo tocando una campana de iglesia, pasan unos diez minutos mientras trato de incorporarme por completo, el dolor disminuye ligeramente ahora es solo la campana de iglesia, tomo mis toallas y me doy un baño con agua tibia para relajarme, al salir me pongo mi ropa más cómoda que tengo y bajo aún con el pelo húmedo a la cocina para poder comer algo y tomar algo para el dolor, ya que Rosa piensa que si tomo algún medicamento fuerte antes del desayuno mi estómago lo pagara caro en un futuro.
Cuando bajo me encuentro a Rosi cocinando y moviendo su cuerpo al ritmo de la música que sale de la radio que está en la cocina, al verme sentada en la barra de la cocina se sorprende y da un pequeño salto.
- Mi niña linda, me has asustado – su expresión risueña cambia por una preocupada cuando ve mi cara – Pero ¿qué te pasa? – se acerca a medirme la temperatura con una mano.
- Me duele la cabeza, y realmente me está matando el dolor – pongo carita de “me siento mal”
- Oh mi pequeña, en un momento te doy tu desayuno y después podrás tomarte algo, debe ser porque no cenaste nada ayer por la noche, te dije que tienes que cenar, pero tú y tu terquedad – mientras me regaña por no haber cenado, me sirve un plato con huevo estrellado y una porción de verduras con queso y me hace un té negro.
- Ya sé nana, pero ayer no tenía apetito, sé que no debo dejar de hacer mis comidas ¿Me perdonas? – pongo ojos tiernos.
- A mí no me pidas perdón, pídele perdón a tu cuerpo por tratarlo de esa forma – me mira, severamente – ahora, come para que puedas tomar algo –
Hago lo que dice y después de haberme comido todo mi desayuno, tomar algo para el dolor y hacer todas mis cosas restantes antes de ir a la escuela, miro la hora, aún falta una hora para irnos, así que dejo mi mochila en el sillón más pequeño de la sala y yo me recuesto en el más grande para descansar un poco antes de tener que irnos.
- Pequeña, despierta, es hora de irnos – Una voz masculina me llama desde lejos – Vamos Val, es hora – abro mis ojos y veo los ojos preocupados de mi hermano – Hola pequeña dormilona ¿Cómo te sientes? ¿Crees que si puedas ir a la escuela? Si no, ya sabes que no hay problema, podemos… - le sonrió de forma perezosa y tomo su mano para decirle con la mirada que estoy bien.
- Tranquilo Ry, ya estoy mucho mejor, el dolor de cabeza ya no está – parece aliviado al escuchar eso.
- Está bien, entonces vámonos, ya es hora, y ni se te ocurra tomar las llaves de tu moto, hoy vienes conmigo – me levanto de la comodidad del sillón y tomo mi mochila para seguirlo hasta su coche.
El camino hacia la escuela es más rápido de lo pensado y al llegar nuestros grupos de amigos están platicando animadamente sobre algo, los chicos nos ven a lo lejos y nos llaman con un movimiento de mano, Vane al verme me abraza y al separarse me dirige una mirada preguntándome si todo está bien, yo asiento ligeramente con la cabeza, parece ser que me debo ver muy mal para que mi mejor amiga lo haya notado.
Segundos después, Thomas se une al grupo, me sonríe de manera coqueta, le regreso la sonrisa, me dice hola sin expresar sonido, pero antes de que cuenda contestarle, los chicos empiezan a comentar cosas sobre el fin de semana y la carrera del viernes.
- Por cierto, chicos, estábamos pensando Liam y yo que sería bueno salir a bailar este viernes al Calice di Vetro, ustedes que dicen, así celebramos el nuevo año escolar – cometa Aron con una sonrisa encantadora, vendiendo su idea como buen futuro trabajador de marketing.
- Pues no es una mala idea, para mi suena bien – Logan le siguen la corriente a Aron como siempre.
- Yo me apunto – dice Ryan y también Thomas.
- ¿Y ustedes chicas? – nos miramos entre nosotras y en el momento en que todas me dan una mirada de aceptación asiento con la cabeza.
Seguimos hablando de los planes del viernes por la noche, cuando siento como mi teléfono vibra en el interior de mi bolsillo, me hago a un lado para poder ver el mensaje que ha llegado y en el momento que veo de quien es una emoción distinta se asienta en mi pecho.
[Hey nena, llego el jueves por la tarde ¿van a venir a recibirme?] Vane que esta mi lado se acerca para ver que estoy haciendo y le enseño el mensaje de Theo, al igual que yo se emociona y asiente con entusiasmo.
[ Claro que sí]
- Oye, dile que si quiere salir con nosotros al club el viernes – Vane se encuentra muy emocionada por la llegada de nuestro amigo italiano.
- Oh claro, eso será genial – enciendo de nuevo mi teléfono para teclear rápidamente.
[Hey, muchacho, el viernes por la noche pensábamos ir a un club ¿Nos quieres acompañar?] su respuesta llega en un segundo.
[¿Música y tragos? Cuenta conmigo]
[ Bueno, nos vemos en tres días] bloqueo mi teléfono y lo vuelvo a guardar.