Aprendiendo a quererte

Capitulo 23

Mariana

Mi padre una vez me dijo: El amor llega de cualquier forma, cuando menos lo esperas, en el momento menos indicado, o, simplemente, con el choque de una bicicleta, son muchas las probabilidades y los escenarios en las que se podría presentar

Siempre pensé que sus palabras eran sabias, algo divertidas, pero sabias

Solo una de cada cien personas se enamora por recibir el choque de una bicicleta, y ese uno de cada cien fue él

Creí que me iba a enamorar de la misma forma que ellos dos

Pero cada amor es distinto

Como él me dijo, llega cuando menos lo esperas y en el momento menos indicado

Y para mí llegó de esa misma forma

Iba en contra de lo que yo consideraba correcto, pero así llegó

Mediante un estúpido trato que se salió de control

Gracias a eso es que ahora me encuentro aquí viendo a Xander jugando videojuegos con Santiago en mi casa después de un día de trabajo, y como siempre Alicia no puede faltar, algún día tendré que preguntarle a Santiago ¿qué fue lo que hizo para agradarle tan rápido?, ¡por Dios! es que en cuanto cruzaron palabras Alicia se mostraba tan indiferente y disgustada, ese cambio repentino de una día para otro, literalmente, aun me tiene muy confundida

-cuñadita ¿te vas a quedar ahí parada viéndolos o vamos a servir la comida? Ya hice el jugo

-bien, ahí voy

-¿ya no te molesta que te diga cuñadita?

-digamos que ya me he acostumbrado

-¿de verdad? Que mala suerte… ¡Xander, Santiago! ¡Vengan a comer!

-espérate un poquito, ya casi le gano a tu hermano

-¡que poquito ni que nada! No ayude a cocinar solo para que ustedes dos dejaran enfriar la comida, se me vienen a la mesa ¡ya!

-vamos pulguita, tres minutos mas no son nada, no lo dejare ganar- esta vez habla Xander y puedo ver a Alicia echar chispas

-Xander, ya escuchaste a tu hermana, la comida ya está lista, vengan a comer, ahora

-enseguida dulce hermana- Santiago se levanta de inmediato y más atrás le sigue Xander

-¿Cómo le hiciste?

-es un don

 

-me sorprende que hayas invitado a Xander, hermana

-¿invitarlo? Yo no lo invite- digo completamente tranquila, yo no sé quién le dio permiso de venir- él solo en cuanto salió del trabajo me siguió hasta mi casa

-¿acoso? Eso es caer muy bajo Xander- le dice Santiago en broma y Alicia comienza a reírse, aunque por alguna extraña razón Xander se pone nervioso

-¿de qué hablas enano? Cierra la boca

-vaya confianza, recuerda que yo se cosas Xander, cosas que te podrían…

-ya ¿vale?, ¿Qué es lo que quieres?

-¿yo?... nada, por ahora

-ustedes dos ¿Qué se traen?

-nada- dicen ambos al mismo tiempo

Cuando estoy a punto de volver a preguntar Alicia habla primero

-oye Mariana esa  fiesta… la de tu prima ¿Cuándo es?

-oh cierto, es el sábado… Xander ¿seguro que puedes ir?

-ya te dije que si amor, además… recuerdo que alguien una vez me comentó que es malo o inapropiado mentirle a su propia madre… o algo similar a eso… no me acuerdo muy bien… ¿Quién fue?

-te lo dije una sola vez… el resto las decía en mi mente…, además, no me digas “amor”, es extraño

-pero te veo más cómoda junto a mi familia y a mí, amor- dice burlón, voy a terminar lazándole el vaso

-no es comodidad, es costumbre, ya vamos para un mes en esto y me he acostumbrado

-es verdad… un mes… un mes en el que aún no has querido admitir que tenemos una relación- ¿relación? Este hombre está loco, en ningún momento me preguntó si yo quería ser su novia, ¡simplemente me ofreció un negocio! Eso es lo que es esto, un negocio, pero no se lo diré, voy a ver cuándo él solo se va a dar de cuenta

El día en que me lo pregunte como es debido le responderé con honestidad

Pero hasta que eso suceda lo nuestro es solo un negocio

-no querido, lo nuestro no es una relación

 

-Santiago ¿compraste el regalo?

-si

-¿seguro que le va a gustar?

-por supuesto, mi contacto nunca se equivoca- dice muy seguro de sí mismo- toma tu tarjeta

Aunque le he encargado el obsequio los últimos dos años y nunca falla, aún sigo con la intriga de quien le dice lo que quiere o lo que le gustaría a Jazmín

-¿Qué le compraste?

-bueno… según mi contacto, este año Jazmín ha estado utilizando muchos vestidos, digo que con un vestido tenía asegurado su agrado, me mando la talla, al igual que la talla de zapatos, por lo que también le compre unos tacones y una pintura labial color vino mate, sé que es un regalo común, pero es lo que ella quiere

Reviso la ropa antes de guardarla en la caja decorada junto con los tacones

¡Vamos! Santiago no compró esto, es muy hermoso

Es un vestido princesa color rosa pálido a la altura de las rodillas con pliegues y la manga a un cuarto más arriba del codo

Los tacones son unas plataformas D´Orsay T´Strop del mismo color del vestido

-tú no compraste esto, ambos accesorios son muy hermosos como para que tú los hubieras escogidos- guardo todo en la caja decorada

-me ofendes, soy una de las personas con más sentido en la moda de todo el mundo

-tal vez sí, pero solo cuando hablamos de ropa masculina

-bien… nunca me dejas ganar una… fue Alicia, ella me ayudó a escoger la ropa y los tacones

-y a todas estas ¿Quién ha sido tu contacto en estos años?

-la garrapata mayor de Jazmín

-¿Makeyla?

-sí, ella misma, no pensarás tú que va a ser Josué, el apenas tiene un añito, Mak ya tiene ocho años, esa garrapata me ha ayudado desde que tiene seis y solo le tengo que pagar con esto- abre su mochila y saca su suéter dejando a la vista dulces, muchos dulces

-si Jazmín se entera que le estas dando esa cantidad de dulces a Makeyla, te va a meter todos esos dulces, uno por uno por el…




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